Innovación abierta y cocreación, la receta de Fundación ONCE para "resolver problemas reales"
Jesús Hernández, director de Innovación de la organización, señala que los proyectos que desarrollan sirven para hacer la vida más fácil "a cualquiera".
24 marzo, 2024 02:54La idea de que la innovación es "de todos y para todos" es una de las mantras que marca el trabajo de Jesús Hernández, el director de Innovación de la Fundación ONCE. Tal y como él mismo repite siempre que tiene ocasión, los proyectos disruptivos que desarrollan desde la organización en la que trabaja no están específicamente dedicados a las personas con discapacidad, sino que tienen una visión más amplia. En sus propias palabras: "Nosotros empezamos a trabajar desde los que lo tenemos más difícil, pero hacemos la vida más fácil a cualquier persona".
Este paradigma se repite a lo largo de toda la conversación de este experto con D+I - EL ESPAÑOL, realizada en mitad del barullo del pasado Mobile World Congress celebrado en Barcelona, donde desgrana cuál es la estrategia disruptiva que está llevando a cabo esta institución y que él mismo resume en dos conceptos: "innovación abierta y cocreación".
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Según explica, la primera parte está directamente relacionada con el equipo de I+D que traja en la Fundación (cerca de medio centenar de trabajadores), donde gran parte son personas con discapacidad. Esta condición, señala, les hace tener un amplio conocimiento sobre las problemáticas a las que se enfrentan y les ayuda a proponer o desarrollar soluciones adecuadas. Mientras, el segundo término se justifica en que este proceso innovador no lo hacen completamente solos, sino que, en multitud de ocasiones, establecen acuerdos con empresas o universidades para avanzar más y mejor.
De este proceso, abierto y colaborativo, el director de Innovación precisa que se desarrollan proyectos o herramientas que son aplicables a toda la sociedad, haciendo la vida más fácil a cualquier persona y no solo a las personas que tienen algún tipo de discapacidad.
Entre ellas, menciona algunas como el dictador de voz, que se ha incorporado de forma transversal, o la robótica asistencial en grandes superficies, en la que están trabajando y que servirá a personas con problemas de movilidad, pero también a familias con niños o aquellas que no conozcan el idioma y sean incapaces de orientarse. También, destaca el reconocimiento de imágenes a través del teléfono, es decir, que, a través de la inteligencia artificial, el móvil pueda dirigirse hacia un objeto y le diga a la persona ciega de qué se trata, o la aplicación de realidad aumentada y la realidad virtual para ayudar a las personas con discapacidad a resolver tareas en diferentes puestos de trabajo.
La innovación desde la startup
Dentro de esta apuesta por la innovación, desde Fundación ONCE han puesto en marcha un proyecto enfocado a impulsar a las empresas emergentes, junto a la consultora Pwc. "Vimos que había emprendedores sociales que querían resolver un problema que nosotros, al ser una corporación grande, no teníamos ni la celeridad ni la capacidad para desarrollarlos y decidimos poner en marcha un servicio de crecimiento de startups", cuenta.
Así, según explica, seleccionan compañías que dispongan de un producto mínimo viable en el mercado y una prueba de concepto "más que superada" o que tengan "un equipo consolidado" y les ayudan "traccionar para que crezcan" a través del análisis de sus necesidades. "Estamos en firmas españolas que han levantado entre ellas más de 100 millones de euros en deudas de capital", afirma.
"Sobre todo, nos interesa que resuelvan problemas reales utilizando tecnologías que sean aplicables", precisa. "Nos da igual el sector, nosotros detectamos el problema y si lo resuelve (la startup), les ayudamos".
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Entre los proyectos con los que han trabajado, el director de innovación de Fundación ONCE menciona algunos como una startup spin off del CSIC que desarrolla exoesqueletos para niños con parálisis cerebral o con lesión medular; otra procedente de California que ha implantado un ratón de paladar; otra que desarrolla patinetes que ayudan a mover la silla de ruedas; u otra que traducía todo lo que ocurría en una clase a un dispositivo electrónico de forma totalmente accesible.
Hernández precisa que el reto futuro pasa por poner en el mercado los resultados de la innovación."“Uno de los grandes objetivos es seguir explorando y resolviendo problemas con todo el ecosistema emprendedor", afirma.
Accesibilidad en Europa
Más allá del área de Innovación, Hernández también es la persona que se encuentra al frente del proyecto AccesibleEU, impulsado por la Comisión Europea. Esta iniciativa nace a raíz de la estrategia de este organismo relativa a las personas con discapacidad, donde se incluye la creación de un centro europeo de recursos de accesibilidad, que se sacó a través de licitación.
Según cuenta, la Fundación ONCE se presentó en un consorcio –junto a otras como ENAT (la Red Europea de Turismo Accesible), la UNE (Asociación Española de Normalización) o la Universidad Johannes Kepler de Linz, entre otras–, y ganó el concurso, por lo que ahora es una de las entidades que lo lideran.
La meta es impulsar un centro de conocimiento para paliar la desinformación que existe en este campo y ayudar a implementar la accesibilidad en toda la Unión Europea. Para ello, el centro tiene 34 expertos procedentes de 27 países que buscan establecer sinergias entre diferentes organismos, empresas e instituciones para mejorar los niveles de accesibilidad.
Tras un primer año operativo muy bueno, en el que han organizado más de 90 eventos, han superado los 15.000 asistentes y han conseguido más de 170 referencias bibliográficas, Hernández avanza que la colaboración y la involucración de todos los actores del ecosistema serán algunos de los retos que enfrentarán durante el segundo año que operará este proyecto.