En los últimos meses ha crecido el interés de las personas por los espacios que habitan. Los diferentes confinamientos a los que nos hemos visto abocados, han obligado a la población a pasar más tiempo en su vivienda y a mirarla con otros ojos. A preguntarse si ese inmueble que se ha convertido en lugar de convivencia, ocio y trabajo responde realmente a las necesidades actuales.
Este planteamiento no es nuevo. “En los últimos 30 años hemos modificado nuestras formas de vida. Ahora vivimos en una sociedad más líquida, las familias cambian y se transforman, y hay una serie de actividades que han empezado a realizarse en casa creando nuevas situaciones que se han acentuado con la Covid-19”, afirma Rocío Pina, cofundadora de Enorme Studio, durante una videollamada con D+I.
Desde hace cinco años este estudio de arquitectura investiga nuevos modelos de vivienda con el objetivo de sacarles más rendimiento. Los diferentes estilos de vida, las necesidades de cada etapa vital y el precio de los inmuebles les han llevado a diseñar unos espacios en los que los tabiques dejan de ser fijos y se vuelven flexibles y adaptables.
“Nuestra idea parte de hacer un empleo más responsable e inteligente del espacio. ¿Cómo es posible que el dormitorio sea una superficie sin uso prácticamente el 80% del tiempo?”, plantea Pina. “La respuesta es evidente: solo está dedicado a dormir. Pero nos vendría muy bien poder utilizarlo en otros momentos del día, por ejemplo, para trabajar u organizar una reunión con amigos o familiares”.
A partir de esta hipótesis nace Beyome. Un proyecto español que rompe con las tipologías rígidas de vivienda y ofrece como alternativa una organización a medida. Las divisiones de las estancias están hechas con tabiques (paredes) móviles que se desplazan con un sistema instalado en el techo o giratorio. “Hemos desarrollado una versión más evolucionada de la domótica, en la que el teléfono móvil se convierte en el control remoto para realizar la transformación de la vivienda”, describe Pina.
Viviendas con metros funcionales
Los tabiques no solo se mueven para reconfigurar el espacio, también integran parte del mobiliario. La cama, la mesa o el armario pueden ocultarse o dejarse a la vista en función del uso que se le dé al espacio en cada momento. “En una vivienda tipo de 78 m2, la disposición tradicional sería de dos dormitorios, dos baños, salón y cocina”, explica la cofundadora de Enorme Studio.
Durante la descripción, Pino muestra sobre un plano las diferentes configuraciones a D+I. “Al mover algunos de los módulos, es posible replegar los dos dormitorios e incorporar ese espacio al comedor para organizar una cena familiar e, incluso, tener un lugar de juego para los niños”.
En uno de los ejemplos, la vivienda se transforma en un espacio de trabajo, con una sala de reuniones independiente y sin ningún atisbo de los dormitorios que ocupaban antes su lugar. “Para nosotros es importante transmitir la idea de que se puede vivir en grandes espacios sin tener que realizar una gran inversión”.
La flexibilidad en la configuración también la han trasladado a su modelo de negocio. Incluye cuatro tipologías de vivienda “que responden a distintos momentos vitales”, adelanta Íñigo Moreno, CEO de Project Consortium, la otra pata de Beyome. “Una de ellas está dedicada a los jóvenes que se independizan, otra a quienes quieren crear una familia, la tercera es para personas que ya se han jubilado y quieren disfrutar de su tiempo libre, y la última para cuando necesiten recibir cuidados como alternativa a las residencias”.
La peculiaridad no es solo cómo se pueden transformar por dentro, también los servicios de los que disponen a su alrededor y en el área residencial. “Cada una de las viviendas tiene adheridos servicios de valor añadido que ayudan a las personas a conseguir sus objetivos. En el caso de las familias, puede ser cuidado de los hijos, en el de los más jóvenes una asesoría y asistencia sanitaria para los más mayores”, especifica Moreno.
Beyome comenzará sus operaciones en nuestro país a lo largo de 2021 y prevé una facturación de 120 millones de euros en 2025. Para entonces, esperan haber extendido su propuesta a las principales ciudades del mundo. La mayoría de las viviendas se comercializarán en la modalidad de alquiler y con unos precios acordes al mercado, “pero en lugar de hablar de metros cuadrados construidos, hablaremos de metros cuadrados funcionales”, concluye Pino.