El centro hospitalario público Germans Trias i Pujol, conocido como Can Ruti y ubicado en la población barcelonesa de Badalona, avanza en el proceso de convertirse en uno de los primeros entornos sanitarios smart de España.
La implementación de una suite de aplicaciones basadas en sensorización, inteligencia artificial y big data ayuda a usuarios y profesionales sanitarios a mejorar la eficiencia y la eficacia de los procesos de gestión de quirófanos, admisiones clínicas y comunicación con y sobre el paciente. Además, la solución sirve de mapa/guía a usuarios y visitantes, indicándoles la vía más rápida para llegar a su destino.
La suite Smart Hospital, aportada por Aruba Networks (empresa de Hewlett Packard Enterprise) y desarrollada y desplegada por Semic (la firma tecnológica leridana colaboradora de Aruba en este proyecto), permite la automatización de procesos, el control del entorno y de la información que en él se genera.
“En los pasillos del centro hospitalario se han colocado 300 beacons –pequeños transmisores que funcionan con tecnología bluetooth– separados entre ellos cada cinco metros, que se conectan automáticamente con el móvil del usuario en tiempo real", explica Xavier Rojas, responsable de Sistemas de Can Ruti.
"Además de indicarle como llegar a su destino, le va mostrando todos lo elementos que se encuentran a su paso, como lavabos, máquinas de vending o las salidas. Es como un Google Maps del interior del hospital”, añade Rojas.
Seguimiento y localización
Con el apoyo de una pulsera hospitalaria y una aplicación móvil, el hospital ha optimizado las visitas de los pacientes al centro, consiguiendo reducir los tiempos de espera en consultas externas; guiar a los usuarios a través de un entramado de pasillos hacía la zona de pruebas o de atención médica a la que se dirigen; y optimizar los espacios con los datos aportados a través de la tecnología, consiguiendo el máximo rendimiento de las instalaciones.
El sistema implementado permitirá también en un futuro próximo geolocalizar en tiempo real los objetos con más uso en el recinto, tales como sillas de ruedas, equipos electrónicos portátiles, carritos de medicamentos o de comida o material quirúrgico, evitando pérdidas o extravío de material, y sobre todo el tiempo que se emplea para localizarlos.
“Estamos ya trabajando en proyectos que amplían el área de acción actual, como la localización de material de mayor uso, el tracking en tiempo real de las biopsias, la sensorización del área oncológica del hospital, el seguimiento de las constantes vitales de los pacientes en remoto a través de la aplicación móvil o la atención a las personas que padecen epilepsia”, explica Rojas.
La localización del personal sanitario y administrativo contribuye en estos momentos a la automatización de procesos, como el transporte de pacientes y las alertas que emite por zonas, que proporcionan mayor celeridad y eficiencia al cuadro de profesionales del centro sanitario y una mayor confortabilidad para sus usuarios.
“Su funcionamiento es sencillo, pero todavía estamos en la fase de informar al usuario de sus ventajas para que incorpore la tecnología en sus visitas”, comenta Rojas.
Al ingresar en el centro hospitalario, los pacientes reciben una pulsera identificativa en la que está integrada su historia clínica y su posicionamiento, y que está vinculada a la aplicación móvil.
Consultas sin esperas
En lo que concierne a los familiares, después de recibir un código identificativo único, pueden conocer en tiempo real el estado del paciente y recibir las alertas de los profesionales que lo atienden. “Por ejemplo, el cirujano avisa a los familiares para que se presenten en la sala de espera e informarles del resultado de la intervención, o para notificarles posibles cambios en el proceso”, explica Rojas.
Para los pacientes de consultas externas dotados de pulsera identificativa, la tecnología implementada también es de gran utilidad. Solo con cruzar el umbral del centro hospitalario, ya pueden realizar la admisión online y recibir a continuación la información de la ubicación de la consulta y de cómo llegar hasta ella, y también recibir alertas sobre posibles retrasos en la programación.
Si esto último ocurre, y tienen otras consultas o pruebas a realizar, el sistema les propondrá un cambio de orden en las visitas médicas, o bien les indicará en que sala esperar, el camino más directo a la cafetería si la demora es larga o les invitará a acudir a la zona de donación de sangre.
“La solución también tiene en cuenta los usuarios con movilidad reducida, indicándoles caminos alternativos; o alertas de posibles vías cerradas por obras en marcha dentro del recinto hospitalario”, puntualiza Rojas.
La inteligencia artificial y la analítica de datos de la solución implementada permiten también planificar de manera más eficiente las intervenciones quirúrgicas, avisar al servicio de limpieza cuando el quirófano queda libre y mejorar la seguridad del paciente ante cualquier posible error de identificación.
Estos son sólo los primeros pasos de un programa piloto que dirige a los centros sanitarios hacia los entornos smart.