La inflación española se situó en noviembre por encima del 5,5% anual. Estados Unidos está en su pico de los últimos 39 años y prácticamente todo el globo se encuentra en la misma situación. La incertidumbre -provocada por la covid, la crisis de suministro o los problemas energéticos- está en un momento álgido, generalizada y en constante incremento. No hay duda de que nos hallamos ante un escenario propicio para que muchas empresas busquen alternativas a los sistemas financieros tradicionales, con las criptomonedas como particular tabla de salvación.
Tanto es así que la firma de análisis Gartner estima que el 20% de las grandes empresas del mundo usarán criptomonedas en 2024. Es una predicción ambiciosa, nunca antes vista en torno a unas divisas consideradas especulativas. Sin embargo, la introducción de esta tecnología en muchas de las plataformas de pago tradicionales y, especialmente, la irrupción en escena de monedas digitales de los bancos centrales, están comenzando a derribar muros de temor y recelo en los altos despachos.
"Estas empresas utilizarán principalmente las monedas digitales para gestionar los pagos, para tener una reserva de valor y para aprovechar las inversiones de alto rendimiento disponibles en las aplicaciones de finanzas descentralizadas", añade el analista Avivah Litan.
Más pragmático se muestra su colega en Gartner, Alexander Bant: "Hemos notado un aumento en el interés en la moneda digital y las aplicaciones de blockchain entre los directores financieros desde principios de año. Si bien la volatilidad de las criptomonedas sigue siendo una preocupación, la anticipación de una orientación regulatoria más clara y el advenimiento de las criptomonedas de los bancos centrales ofrecen a los CFO más vías para probar los casos de uso de las monedas digitales".
Y es que esa es la clave: todo está en una fase de pruebas, de pilotos en busca de casos de uso que justifiquen el uso de las criptomonedas. Porque una cosa es tener interés ante una demanda de los consumidores o el inevitable atractivo de inversiones especulativas de alto rendimiento... y otra muy distinta es justificar la estrategia financiera de una gran compañía en base a esos principios.
A la espera de los casos de uso
De hecho, los mismos expertos de Gartner recomiendan que "las organizaciones aclaren primero los casos de uso específicos de las monedas digitales antes de evaluar las necesidades tecnológicas a incorporar dentro de la empresa". Añaden, además, que cada caso de uso "viene con una serie de consideraciones tecnológicas, regulatorias, legales y estratégicas para que las evalúen tanto los directores financieros como los líderes de negocio".
Hasta la fecha, recuerdan desde esta casa de análisis, lo que existe es una búsqueda de fórmulas alternativas para proteger sus cuentas de la inflación tan alta de estos momentos. No obvian los investigadores que las mejoras regulatorias o en el uso de energía por parte de los blockchains que soportan las criptomonedas también ayudan a su adopción. Pero falta ese paso final: encontrarle casos de uso concretos.
"Siempre ha existido un atractivo teórico en el uso de blockchain y monedas digitales para los directores financieros como un medio para reducir costes, aumentar la velocidad de procesamiento de transacciones, llegar a nuevos clientes globales, avanzar hacia la contabilidad y auditoría continuas y crear un sistema libre de errores y fraude", admite Bant, quien se muestra optimista de cara a un futuro próximo en el que podremos "ver un camino en el que el uso de monedas digitales será potencialmente más predecible y estable".