"No solo vale con un buen salario": los profesionales TIC cambian sus prioridades a la hora de buscar trabajo
Este sector cuenta en la actualidad con un déficit de profesionales en España que se sitúa en torno a las 100.000 vacantes.
26 abril, 2022 02:56Noticias relacionadas
"Por así decirlo, tal y como se forman salen colocados", así se refiere José Luis Bosch, director del máster de Dirección de RRHH en OBS Business School a los perfiles para el ámbito de la biotecnología y la robótica cognitiva, unos de los más demandados del sector en la actualidad.
Bosch explica a D+I que estos profesionales siguen unos "círculos muy concretos" de formación y de búsqueda de empleo, ya que tienen una alta demanda por parte de las "organizaciones más punteras". Por eso, señala, suelen pasar "algo desapercibidos".
Junto a ellos, el experto apunta que hay otra serie de trabajos "populares" que también se encuentran entre los más solicitados en el mercado tecnológico hoy en día. Se trata de los relativos al ámbito de las TIC, que cubren desde la robótica industrial a la ciberseguridad.
De hecho, un informe reciente elaborado por Randstad Technologies en el que analiza las previsiones de las principales tendencias de las profesiones en este sector de cara a 2022 destaca estos perfiles entre los más demandados durante el presente ejercicio.
En concreto, el documento subraya algunas ocupaciones como los analistas de datos, los desarrolladores de tecnología devops, los arquitectos o administradores de tecnología en la nube, los desarrolladores fullstack, los expertos en seguridad online o los especializados en IoT (Internet de las Cosas).
Bosch precisa que los dos últimos son "la cabeza de lanza del sector" debido a que cuentan con personas "con una formación tecnológica muy amplia y concreta".
100.000 vacantes sin cubrir en España
Para desarrollar dichas posiciones, gran parte de ellos suman estudios que van desde los ciclos formativos de grado medio hasta la carrera en ingeniería informática junto a certificaciones adicionales en el caso de algunos puestos más concretos.
Aún así, el director del máster de Dirección de RRHH en OBS Business School precisa que las firmas tecnológicas también valoran personas que tengan otras capacidades como el pensamiento abstracto, que puede ser central en sectores como la ciberseguridad, o la creatividad, fundamental en el caso de los videojuegos o el diseño web.
"La dificultad está en encontrar unos perfiles mixtos que tengan unas competencias creativas amplias y, al mismo tiempo, manejen lenguajes y protocolos muy estandarizados", apunta Bosch.
Desde Randstad Technologies destacan que todas estas posiciones están caracterizadas por su alta transversalidad, ya que pueden ser demandadas por empresas de cualquier sector y de lugar, debido a la alta implantación del teletrabajo que experimentan.
Además, también tienen en común una alta empleabilidad debido a la escasez de talento existente. "Los empleadores no logran encontrar con facilidad profesionales capacitados para estas posiciones, lo que supone que sean cargos con bandas salariales por encima del mercado", explican.
Por un lado, los expertos en ciberseguridad se mueven en un rango entre 50.000 y 100.000 euros brutos anuales. Según Randstad, estos perfiles ya eran muy demandados antes de la crisis sanitaria y la imposición del trabajo en remoto terminó por acelerar la dependencia de las compañías de ellos.
Mientras, los desarrolladores de tecnología devops se sitúan entre los 45.000 y los 65.000 euros anuales; los arquitectos y administradores de tecnología en la nube entre 40.000 y 60.000 euros y los desarrolladores fullstack entre 30.000 y 60.000 euros.
A pesar de estos números y de acuerdo con los datos de la patronal tecnológica DigitalES, el sector TIC cuenta en la actualidad con un déficit de profesionales en España que se sitúa en torno a las 100.000 vacantes.
No obstante, Bosch apunta que es necesario relativizar estas cifras, ya que dependen, en gran parte, de las características definitorias del sector.
Otras prioridades más allá del salario
Por un lado, explica que se trata de un mercado con una movilidad muy elevada en la que se suele trabajar por proyectos, por lo que, al finalizarse, se produce un cambio en el que se puedan requerir otras competencias.
A esto se suma que los candidatos suelen contar, normalmente, con un segundo o tercer idioma, lo que les posibilita estar abiertos a ofertas en otros lugares del mundo que pueden resultarles bastante atractivas.
El experto precisa que hay una gran cantidad de perfiles júnior pertenecientes a la generación milenial en la que se valora en gran medida la vida personal o la experiencia y el salario queda en un tercer lugar, por lo que están aún más dispuestos a irse a otros lugares que les permitan relacionarse con profesionales de otros entornos organizativos.
En este sentido, Jorge González, director nacional de Randstad Technologies, explica que la importancia de este tipo de empleados para la cuenta de resultados de las empresas "va en aumento cada año" y, para conseguirlos, las compañías "tienen que esforzarse en ser atractivas".
"No vale solo con tener una buena retribución y beneficios, sino que los profesionales tienen que ver un reto tecnológico y compartir afinidad en los valores que el proyecto profesional en el que participan", precisa.
Y es que, más allá del sueldo, entre las condiciones más valoradas por los empleados de dicho sector, cobran protagonismo otras como la flexibilidad, el ambiente de trabajo o la posibilidad de conciliar.
Así, por ejemplo, según un estudio realizado por Qlik y The Future Labs, el 35% de los empleados encuestados afirma haber cambiado de trabajo en los últimos 12 meses porque su empresa "no le ofrecía suficientes oportunidades de mejora en sus competencias profesionales".
Se necesitan políticas públicas orientadas a traer empleo
En este contexto, Bosch explica que las iniciativas necesarias para retener y promover el talento TIC pasa por abordar conceptos como el salario emocional y la creación de ambientes de trabajo más amables que permitan el desarrollo emocional de los empleados, aunque precisa que esto "es difícil de conciliar" en el entorno empresarial español.
El experto precisa que las iniciativas sectoriales tienen "un alcance muy limitado" ya que el verdadero gap entre la oferta y la demanda requiere una formación básica y una reconsideración de muchos puestos de trabajo.
"Sin unas políticas públicas orientadas a traer un empleo de estas características es difícil que se logre desarrollar verdaderos clusters organizativos que sean dos polos de atracción del talento local", apunta.
El problema, según Bosch es que estas iniciativas ofrecen unos resultados "solo a largo plazo que no suelen interesar a los políticos", ya que estos contemplan planes "a un tiempo relativamente corto".
El director del máster de OBS Business School reconoce que las reformas de la formación profesional que se han llevado a cabo hasta ahora han resuelto parte del problema, pero también han encarecido algunos salarios que eran más básicos.
"Solo se puede innovar con políticas públicas si se espera un alto rendimiento económico y social en la inversión", precisa.
Bosch precisa que es difícil avanzar la evolución futura de este tipo de perfiles, pero cree que seguirá creciendo "en unas direcciones difíciles de predecir".
"Un estancamiento en este sector no es equivalente al de otras áreas de la ingeniería, de manera que siempre abre nuevas oportunidades", concluye.