La rápida inclusión de las nuevas tecnologías han obligado a las empresas (a veces forzosamente) ha adaptarse digitalmente ante la irrupción de herramientas como la inteligencia artificial.
Por ello nos preguntamos cuáles son ahora los retos a los que se enfrentan los directivos en materia tecnológica. Y la respuesta nos la da Lee Newman, decano de IE Business School, en entrevista con D+I - EL ESPAÑOL.
"Existen muchos desafíos prácticos: desde cómo enseñar rápidamente a los empleados el uso de estas herramientas inteligentes para aumentar su propia productividad, hasta cómo ellos mismos pueden rediseñar los procesos comerciales... teniendo en cuenta la posibilidad de que implique la reducción de puestos de trabajo. Dicho esto, el desafío que más me preocupa, se encuentra en la capacidad de previsión y visión del directivo", detalla.
Dado el inmenso alcance de la disrupción que se avecina, "no todos poseen las habilidades cognitivas y creativas necesarias para comprender lo que está sucediendo y visualizar el alcance completo de cómo estas nuevas tecnologías cambiarán radicalmente la forma de trabajar y hacer negocio", detalla Newman.
P. En este nuevo escenario digital todo cambia a un ritmo vertiginoso, desde la formación y captación de talento hasta la manera de analizar los datos de la empresa. ¿De qué manera se pueden beneficiar las empresas y sus directivos de las ventajas que aportan estas tecnologías como la mencionada inteligencia artificial?
L.N. Los beneficios de estas tecnologías son tan amplios que resulta difícil enumerarlos todos: cada proceso empresarial y función deben ser revisados con miras a cambios fundamentales en el enfoque. Lo que considero más crítico ahora es lo que podríamos llamar "inundación".
Creo que las empresas deben establecer procesos que permitan a sus empleados familiarizarse con estas nuevas tecnologías lo más rápido posible y así fomentar la innovación de abajo hacia arriba. Si los empleados comprenden cómo aplicar estas nuevas tecnologías y se sienten incentivados para participar en el rediseño de los procesos comerciales se creará una poderosa base complementaria para la formulación de estrategias de arriba hacia abajo.
P. La irrupción de las nuevas tecnologías no ha sido lo único. Tras la pandemia se ha instaurado el trabajo en remoto y el trabajo híbrido y han irrumpido nuevas herramientas como Zoom, Teams) que han puesto de manifiesto otras necesidades (ciberseguridad, formación en remoto, etc.). ¿Cuáles son las habilidades necesarias del directivo digital ante este cambio de paradigma empresarial?
L.N. Ya sea con plataformas de trabajo remoto 2D (Zoom, Teams) los actuales entornos inmersivos 3D o los entornos digitales aumentados que están por venir (como hemos visto con el nuevo VisionPro de Apple), está claro que el nuevo mundo laboral va a ser muy diferente y potencialmente mucho menos "humano" y mucho más transaccional. Por lo tanto, creo que los líderes y gerentes en el nuevo mundo laboral necesitarán desarrollar habilidades y métodos para fomentar los elementos sociales del trabajo, fundamentales para mantener equipos sólidos y empleados felices.
El salario y los logros son importantes impulsores del compromiso y la productividad. Sin embargo, hoy sabemos por la ciencia del comportamiento que tener relaciones sociales positivas y un sentido de significado y propósito en el trabajo desempeñan un papel significativo como poderosos impulsores.
P. ¿Cómo se lidera desde el humanismo, el liderazgo, la innovación y la transformación digital?
L.N. El liderazgo consiste en inspirar a otros y garantizar que tengan la capacitación, el apoyo y los recursos necesarios para lograr resultados. Sabemos, gracias a la evidencia científica, que cuando las personas experimentan una mayor cantidad de emociones positivas en comparación con las negativas en un día determinado ocurren cosas maravillosas: por ejemplo, son más creativas, más innovadoras y manejan mejor los conflictos y el estrés. Los grandes líderes dedican mucho tiempo a crear entornos positivos.
P. Con este escenario, otro de los puntos de interés lo encontramos en la brecha tecnológica y generacional. Existen multitud de empresas, cuyos empleados pertenecen a muy diversas franjas de edad. Babyboomers, generación X, millenials, generación Z… ¿Cómo puede gestionarse dicha diversidad y controlar los intereses, expectativas, frustraciones y ambiciones de cada empleado?
L.N. La gestión empresarial es una tarea notoriamente difícil y a menudo subestimada. Una habilidad crítica de los buenos gerentes es la "individualización": la capacidad de comprender las fortalezas, el estilo de trabajo y las aspiraciones únicas de cada empleado, y adaptar su enfoque en consecuencia. Esto es difícil y requiere tiempo, pero dadas las importantes diferencias psicográficas que estamos observando entre las generaciones presentes en el lugar de trabajo, la individualización se vuelve primordial.
Desde el punto de vista del equipo, también es crucial que un gerente invierta en crear un entorno de mente abierta, tolerante y basado en la confianza. No existe una única forma "correcta" de trabajar, por lo que es importante que los empleados de cada generación estén abiertos a comprender sus diferencias y diseñar su trabajo de manera que encuentren el equilibrio.
P. Es más, aproximadamente, el 80% de los puestos de trabajo más demandados para el año 2030, ni siquiera se han creado aún. De esta manera, el modo de mercado obliga a una formación constante en todas las áreas, por tanto, ¿Qué nivel de importancia asumen bajo estas circunstancias las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, de cara a la creación y búsqueda de nuevos empleos?
L.N. Se ha desencadenado un tsunami de disrupción y cambio impulsado por la tecnología y se acerca rápidamente. Los profesionales deberán aprender a "surfear" este tsunami reconociendo que invertir en la actualización rápida y continua de sus conocimientos y habilidades no es opcional.
La automatización eliminará muchos empleos y requerirá una importante reconfiguración de otros. Me preocupa que podamos estar entrando en un período muy darwiniano, en donde la aptitud adaptativa se basará en la educación (formal y/o autodidacta). Los más aptos en este sentido sobrevivirán y prosperarán, pero me preocupa mucho desde el punto de vista social, lo que sucederá con el resto. ¿Estamos preparados en España y en el resto del mundo para afrontar esta masiva reestructuración de habilidades tan necesaria?
P. La llegada de ChatGPT ha revolucionado la mayoría de los sectores, pero especialmente el de la educación. Muchos países incluso se han llegado a plantear su prohibición, pero ¿Debemos censurarlo y acabar con ello o convertirlo en una herramienta de ayuda para alumnos y profesores?
L.N. La historia demuestra claramente que es imposible detener el avance de las nuevas tecnologías, solo podemos orientar su adopción a través de intervenciones tanto en el mercado como fuera de él. En el ámbito educativo, debemos integrar por completo la IA y ponerla al servicio de nuestros estudiantes.
Tenemos que repensar el proceso de aprendizaje y los fundamentos de nuestro enfoque para evaluar el desempeño de los estudiantes. Aún no tenemos todas las respuestas, pero estamos trabajando en ello. Espero que el aprendizaje basado en proyectos, con la evaluación de resultados prácticos, adquirirá cada vez más relevancia, mientras que la memorización de hechos y conocimientos y la habilidad de demostrar competencia sin el uso de herramientas, disminuirá o incluso desaparecerá.
P. En esta línea, ChatGPT ya ha demostrado su capacidad para resolver trabajos grupales e individuales, tareas y deberes, los exámenes, etc. Pero ¿Hasta qué punto podemos confiar en la fiabilidad de ChatGPT? Y, conociendo esta información ¿Podría suponer un paso atrás a la hora de aprender debido a la facilidad de conseguir todo gracias a esta tecnología?
L.N. Creo que debemos ir más allá del enfoque actual en los Modelos de Lenguaje (como ChatGPT) y su "precisión" actual. Estos modelos deben ser reconocidos por haber llevado la IA al público en general y demostrar a las personas que la inteligencia artificial es real y útil. Por supuesto, existen limitaciones actuales, pero estamos en los inicios de la revolución que se avecina.
Los Modelos de Lenguaje (LLMs) personalizados para dominios particulares de conocimiento, combinados con LLM más generales y otras formas de IA que no son LLM, están a la vuelta de la esquina. Las herramientas de IA tienen sesgos, esto es un problema real. Nosotros, los seres humanos, también tenemos sesgos significativos, y esto sigue siendo un problema también.
Lo que realmente debemos pensar es cómo lograr la mejor combinación entre el humano y la máquina, y como parte de esto, debemos replantearnos fundamentalmente qué es exactamente lo que los seres humanos necesitaremos aprender y ser capaces de hacer en el futuro.