Palanca de innovación, herramienta de productividad, aliado para ser más ágiles… Las bondades que muchos ven en el cloud computing ha hecho de esta tecnología una de las grandes tendencias que marcan la agenda de los responsables de TI de cualquier organización.
Esencial en la estrategia de digitalización de las compañías, la nube no deja de ganar adeptos y todo apunta a que seguirá haciéndolo. Concretamente, según un reciente informe de PwC, seis de cada diez ejecutivos españoles (el 58%) aseguran que aumentarán el presupuesto que sus compañías destinan a la tecnología cloud durante este año.
Una adopción que ofrece nuevas oportunidades, pero también desafíos, como quedaba patente en el encuentro organizado por D+I con representantes de Canon, ING, NTT Data, Synology y SoftwareOne con un claro objetivo: compartir experiencias y estrategias para explotar el verdadero potencial que el cloud computing ofrece.
Democratización de la innovación
“Hasta ahora, había mucha experimentación en este terreno, pero hoy la adopción de cloud ya es profunda, algo consolidado y eso es gracias también a que actualmente hay muchos más drivers que únicamente el coste; hoy las compañías adoptan cloud para realmente afrontar la digitalización de su negocio, lograr un menor time to market, ser más eficientes, más sostenibles… El listado de las razones para ir a la nube es muy extenso”, afirmaba en ese sentido Roberto García Godoy, socio responsable de Cloud en NTT Data.
Una lista de razones para adoptar la nube a la que Mario Molina, sales director de SoftwareOne en España, añadía la “democratización de la tecnología”. En su opinión, “en cloud hay que estar sí o sí porque permite a las compañías crecer, ya que hace posible que empresas de cualquier tamaño y sector accedan a tecnologías e innovaciones a las que de otro modo no podrían llegar”.
Y una razón más e igualmente valiosa la aportaba Tomás Saiz, business manager de Synology en España y Portugal que afirmaba que “tal vez una de las mayores ventajas que ofrece cloud computing es que te permite equivocarte. Puedes experimentar sin hacer enormes inversiones económicas, de tiempo y personal y, por lo tanto, puedes cometer errores”.
La apuesta por el cloud también es una realidad en las entidades financieras, como explicaba Rocío López, CIO de ING para España y Portugal: “La nube nos permite reaccionar de forma más ágil, ser más elásticos a la hora de afrontar cualquier pico de actividad o, incluso, para ofrecer mejores productos y servicios a nuestros clientes de forma más rápida”.
Seguridad y cultura, retos a salvar
Eso sí, López también ponía sobre la mesa que es necesario no perder de vista la seguridad para que esa adopción sea la más conveniente y así, por ejemplo, señalaba cómo en ING han apostado por una nube privada para todo lo que es la operativa del banco y, poco a poco, iremos adoptando la nube hibrida”.
En opinión de Eva Sánchez-Caballero, head of solutions en Canon España, a la hora de elegir entre cloud pública y privada lo que debe imperar no es sino el sentido común. “Cada empresa sabe cuáles son las peculiaridades de su negocio y, como no, las demandas que tiene en el día a día. En la estrategia de cloud que establezca verá que hay cosas que sí puede llevar a la nube pública, otras que no o que ahora no… En definitiva, es una estrategia en evolución”.
Para Molina, de SoftwareOne, en cloud computing “la hibridación es fundamental, ya que ese modelo es el que realmente te permite responder a tus necesidades concretas, a tus procesos de negocio”, una aproximación a la nube en la que hay que tener en cuenta múltiples factores como los costes, la definición de los servicios y, cómo no, la seguridad.
En ese sentido, García Godoy, de NTT Data, destacaba cómo la seguridad del cloud está dejando de ser un freno, ya que los proveedores hacen unas inversiones en ciberseguridad a las que difícilmente podrían acceder la mayor parte de las empresas. En mi opinión, es casi más crítico preocuparnos por la soberanía del dato, quién accede a qué y para qué”.
Formación y aptitud
Por su parte, Sánchez-Caballero, la portavoz de Canon España, quiso poner de manifiesto otro de los desafíos que presenta la adopción de cloud computing y que no es sino el cambio cultural que supone. “Es necesario explicar y mostrar las ventajas que supone trabajar en la nube para que su adopción sea un éxito”, afirmaba al tiempo que aseguraba que cloud es una tecnología clave para la digitalización real de cualquier compañía y advertía que “aquellas empresas que no se digitalicen van a sufrir más la fuga de talento que otras”.
Precisamente el talento es uno de los principales desafíos que supone adoptar cualquier nueva tecnología como cloud computing y por eso desde ING, Rocío López defendía la obligación de las propias empresas en “ayudar a los profesionales a evolucionar, formándoles para que la tecnología no sea un freno, sino una oportunidad”.
Algo que compartía Saiz, de Synology quien además apuntaba cómo en esa generación de talento “muchas veces no es cuestión de conocimiento sino de capacidades. Necesitamos personas con capacidad de adaptación constante a los cambios, porque el ámbito tecnológico está en continuo cambio y es verdad que es fácil encontrar perfiles así”.
Lo que no es difícil es encontrar motivos para seguir apostando por la nube, tal y como señalaron todos los participantes en el encuentro; en definitiva, cloud computing sigue suponiendo una disrupción y no sólo tecnológica para las empresas, que les ayuda a ser más ágiles y competitivas.