En 1967, un grupo de investigadores y matemáticos crearon Logo, el primer lenguaje de programación diseñado como una herramienta de aprendizaje. Su objetivo era acercar a los estudiantes al mundo de la computación desde edades tempranas para que adquirieran nuevas capacidades.
Aprender Logo no era un fin en sí mismo, sino un medio para desarrollar lo que se conoce como pensamiento computacional: la habilidad para resolver problemas y comunicar ideas, aprovechando la potencia de los ordenadores y otros dispositivos, con aplicación en cualquier asignatura. En los años 70 y 80, muchas escuelas de Estados Unidos empezaron a incluir este tipo de contenidos en su currículo.
Sin embargo, su verdadera irrupción en el panorama educativo se produjo a principios de siglo, tras la publicación en 2006 del artículo “Computational thinking” de la ingeniera en ciencias de la computación por el MIT, Janette Wing. Al mismo tiempo, la aparición de nuevos lenguajes de programación y dispositivos robóticos hizo más accesible la adquisición de este conocimiento al alumnado y su implantación en todo tipo de materias por parte de profesorado no especializado.
Programando el mundo
Desde hace más de una década, en Europa ya se debate sobre la introducción del pensamiento computacional en las aulas con el mismo nivel de reconocimiento que asignaturas como matemáticas y lengua. En España, un real decreto de 2014 ya hace referencia al uso de las TIC en varias asignaturas de Primaria.
Justo un año antes, en 2013, nacía Code.org en Estados Unidos, una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo es aumentar el acceso a la educación en ciencias de la computación y que cualquier estudiante de cualquier parte del mundo aprenda programar. El proyecto se instaló en España hace dos años para impulsar esta formación en toda la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África).
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“[La programación] es una capacidad que se requiere en el siglo XXI para llegar a ser un ciudadano pleno. Y, sobre todo, para que todos tengan las mismas oportunidades laborales”, afirma la directora de Alianzas Estratégicas para EMEA de Code.org, Elena Gorostiza, en un encuentro que mantiene con D+I – EL ESPAÑOL, a pocos días de que se cumplan dos años de la llegada de esta institución a nuestro país.
“La vida cada día es más tecnológica y al igual que estudiamos biología, geografía y matemáticas para entender el mundo en el que vivimos, promovemos que los niños estudien tecnología para que puedan desenvolverse en él con dignidad”, defiende nada más comenzar la conversación.
Pensamiento computacional en el aula
El entusiasmo de la directiva por el objetivo de esta organización, a la que se incorporó desde su llegada a España, se percibe a lo largo de toda la entrevista. Un entusiasmo que no es nuevo y un propósito –el de formar en competencias digitales a los ciudadanos desde edades tempranas– que ya empezó perseguir hace diez años, cuando cofundó Generación Code para sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de las disciplinas STEM en el mundo actual.
Desde Code.org ya lo hacen en España, Portugal, Italia, Marruecos, Emiratos Árabes y Arabia Saudí a través de su plataforma de aprendizaje. Disponible en más de 70 idiomas, ya la usan más de 70 millones de estudiantes y más de dos millones de docentes. Estos últimos, clave en cualquier proceso de enseñanza – aprendizaje y que, a su vez, también precisan de formación.
"La tecnología ayuda a los niños a entender el mundo y a desenvolverse en él con dignidad"
“Es importante enseñarles cómo aplicar estas herramientas, que entiendan qué es el pensamiento computacional y cómo llevarlo al aula”, apunta Gorostiza. En nuestro país ya han formado a más de 1.600 docentes de colegios públicos y concertados gracias a empresas que se han adscrito a este proyecto, como Amazon, Redeia, Clicars, Deloitte o EY, y que financian esta parte del proyecto.
“El profesor tiene que entender que lo que está enseñando en su aula es una nueva forma de pensar, que ayuda a los estudiantes a resolver problemas, a ser más creativos para ser más eficientes, y esto sirve para cualquier asignatura”, asevera. “Lo más obvio es aplicarla en materias más técnicas, como las matemáticas, pero también se puede llevar a las clases de lengua o de música”.
La Hora del Código
Junto a sus labores de sensibilización de la sociedad y formación del profesorado, Code.org también hace un exhaustivo trabajo de recopilación de datos para conocer cómo se percibe esta cuestión entre la sociedad española. En su informe Observatorio de la informática en España, elaborado junto a Deloitte en 2022, recoge que existe un amplio consenso en incorporar el estudio de informática como asignatura obligatoria en Secundaria (90%), descendiendo al 67% en referencia a Primaria.
Además, el 77% están totalmente o bastante de acuerdo en que es necesario incluir esta formación en edades tempranas. “En los últimos seis meses el número de cuentas activas de estudiantes en España se ha incrementado un 47% y el de profesores un 36%, además de haberse hecho 1.690.000 horas de código este último año”, añade la directiva en referencia a la iniciativa La Hora del Código, a través de la cual organizan actividades de programación en colegios y universidades.
"Lo que el profesor está enseñando en su aula es una nueva forma de pensar, de ser más creativo para ser más eficiente"
Un proyecto que ha resultado ser “un gancho importantísimo” con el que los niños “entran en contacto con la tecnología a través de sus tres estados: conocimiento, comprensión y creación”, enumera Gorostiza. “Aprenden creatividad lógica para la resolución de problemas”.
En la conversación es inevitable la mención a la pandemia y cómo esta obligó a echar mano de herramientas digitales para continuar con la actividad, también en los centros educativos durante el curso 2020-2021. Una circunstancia que, reconoce, “nos ayudó a conseguir el éxito que ahora tiene nuestra plataforma”.
El papel de la Administración
Con el proyecto ya consolidado en la región EMEA, su objetivo es seguir creciendo y hacerlo en los países en los que ya tienen presencia, pero también llegar a nuevos mercados. Entre sus aspiraciones figura hacerlo pronto en Alemania y continuar con lo logrado en Marruecos (“que se vio interrumpido por el terremoto del pasado mes de septiembre”).
"Hay miles de puestos de trabajo sin cubrir por falta de talento tecnológico y el problema se acrecentará en los próximos años"
También menciona el trabajo realizado en Kosovo en este último año, donde han colaborado casi mano a mano con socios locales y su Ministerio de Educación, “que ha realizado una gran inversión para que la programación sea una asignatura troncal en todas las etapas educativas”. Porque el compromiso de las administraciones es fundamental en iniciativas como la de Code.org.
En España, ya trabajan con el Gobierno de Aragón y con Innobasque, la agencia vasca de innovación; tienen algunos proyectos en marcha con la Junta de Andalucía y acuerdos con la Fundación Princesa de Girona, entre otros. “Somos expertos en trabajar mucho a demanda, en escuchar a quien llame a nuestra puerta”.
Para terminar lanza una petición: “Nos gustaría que los políticos hablaran más de las competencias en programación, del pensamiento computacional, que lo lleven en sus agendas. Hay miles de puestos de trabajo que siguen sin cubrirse por falta de talento tecnológico y es un problema que se acrecentará en los próximos años, será entonces cuando se lo tomen mucho más en serio”.