Inteligencia artificial se dice en árabe "al-dhakaa al-astanai" (más o menos transcripción fonética). En Riad, capital de Arabia Saudí, la IA quiere hablar su propio idioma y, además, tiene un plan gubernamental propio, a poco más de cinco años vista. Es lo que la autoridad saudí para los datos y la IA (SDAIA) define como su "Visión para 2030".
"La visión de Arabia Saudí 2023 abarca todas las estrategias dentro del Reino, e incluso a nivel internacional, de lo que quiere lograr en los próximos siete o seis años", explica Majid Ali Abdullah Alshehry, jefe de estudios y portavoz de SDAIA, en conversación con Disruptores-EL ESPAÑOL durante la tercera edición del GAIN Summit, celebrado esta semana en Riad.
"Son muchos proyectos e iniciativas para transformar no sólo un sector, sino todos los sectores. Revisarlo todo para dar un salto hacia el futuro. En nuestro caso, en la autoridad saudí de datos e inteligencia artificial, nos centramos más en la IA y los datos. Y en si impactan o se corresponden con la visión. Identificamos más de 66 objetivos en la región que realmente pueden ser influidos o basarse en la tecnología", añade.
"La visión, la estrategia de IA para el Reino, se anunció en 2020 y es reconocida internacionalmente como uno de los planes mejor diseñados. Hemos trabajado en ello durante al menos cuatro años", detalla Alshehry.
"Queremos ser no sólo usuarios, sino también productores y ser uno de los principales países en inteligencia artificial. Así que el Reino está haciendo una gran inversión, que se aplica en cascada a muchas áreas de nuestra visión".
Le planteamos que para desarrollar IA hacen falta tres cosas, dinero, habilidades (conocimientos) y tecnología.
"En mi opinión se necesitan tres cosas diferentes", replica. "¿Cuál es la diferencia entre la IA y otras tecnologías? Cuando compras un producto que ya está funcionando, estás listo para usar el programa. Pero con la IA ese no es el caso. A la IA le suministras datos y esos datos se convierten en el programa. Ellos escriben el programa por ti. Por lo tanto, los tres elementos principales son la computación de datos, los recursos computacionales y los recursos humanos".
Datos sin sesgo
Para Alshehry, "si se desea construir una IA, o usarla muy bien, es necesario tener datos buenos, sin sesgo, que sean representativos y seguros de usar. También necesitarás tener el talento para entender cómo tomar esos datos de cualquier formato en el que estén, y pasarlos al formato que se requiere para construir el sistema. Y luego vas a necesitar potencia computacional. Lo que generalmente requiere diferentes recursos, por lo que has de llevar esos recursos a donde proviene el dinero. Y se pueden hacer muchas cosas increíbles con las tecnologías actuales".
Todo ello, por supuesto, implica disponer de tecnologías como los chips de Nvidia, cuya exportación a Arabia Saudí estaba prohibida por Estados Unidos al producirse esta conversación, aunque algunas voces sugerían una inminente autorización.
"Es cierto. La sanción con las GPU de Nvidia es real", admite. "Pero muchos países sufren falta de disponibilidad de hardware para poder competir. Y eso está cambiando. Hoy en día se fabrican otros chips. Los proveedores están cambiando, aunque Nvidia es uno de los mejores".
Pero lo que Alshehry pone por delante es que "hay una curva de aprendizaje que necesita hacerlo sobre los datos. Aprender sobre los proyectos que va a ejecutar. La potencia computacional, va después. Podría ser un obstáculo, pero sólo después de tener los talentos adecuados".
"Si preparas los datos correctamente podrás estar en la competición. Y si tienes ambas cosas [datos y saber cómo tratarlos], entonces podrás superar la tercera cuestión", remata sobre sus tres factores esenciales.
Digamos "nunca"
La cumbre GAIN, organizada por las autoridades saudíes, es un evento cuyo logo presenta tres ‘enes’ superpuestas al final. Las siglas significan Global AI, Now, Next, Never. Algo así como la inteligencia artificial mundial de hoy, el futuro y nunca.
"Ese never es en realidad una representación de los desafíos éticos. Si no se actúa sobre la base de una IA responsable y se piensa simplemente en adoptarla, construirla sólo por aprovechar la tecnología, habrá muchas consecuencias. Hay muchas cosas que podemos decir sobre los prejuicios", aclara Alshehry.
"La protección de datos, la privacidad y la seguridad, todo lo que está relacionado, cambiará con la IA. Hay muchos casos en todo el mundo. Creo que en The Nation Today hablaban sobre el caso de Taylor Swift, por el uso de sus fotos y vídeos. También hay muchos otros casos, con una gran cantidad de actores y actrices famosos. Puedes pensar que la IA es sólo para técnicos: Al contrario. Hoy no lo es. Todo el mundo lo usa, y en tantas áreas… por eso debe usarse de manera responsable, con comprensión y consideración ética", asegura.
Respecto a las regulaciones de la tecnología, el portavoz de SDAIA estima que "es beneficioso". Aunque, "tal vez obstaculice la innovación en ciertos casos, cuando es un tipo de regulación más pesada, como la que existe hoy en la UE. Creo que muchos países están pensando cómo podemos hacer un desarrollo responsable, pero sin esa regulación tan pesada".
"Si ha usado ChatGPT en los últimos meses, notará que las respuestas cambian", sugiere. "Ahora hay más preocupación, debido a muchos problemas que sucedieron a otros usuarios. Ahora entienden la implicación ética, la implementan en su sistema y brindan mejores respuestas, más sensibles a cuestiones culturales, o a algunos sesgos".
"Lenguaje árabe líder"
El King Abdulaziz International Convention Centre, donde se celebra el Gain Summit, es un inmenso complejo de edificios construidos en imitación del estilo neoclásico, con interiores llenos de bóvedas, techos artesonados y cámaras 360. Por su grandilocuencia podría evocar sensaciones de Las Vegas, aunque se percibe una excelente calidad de construcción. No sugiere un decorado de cartón piedra. Desconcierta un poco.
Tal vez por eso el evento resultó caótico en algunos aspectos. Pero respondió a un punto clave: anunciar la plena disponibilidad de ALLAM.
ALLAM es "el modelo de lenguaje masivo [LLM] árabe líder" en su idioma, según Mishari Almishari, director adjunto del Centro Nacional de InformaciónNIC-SDAIA, y a la vez CEO del proyecto ALLAM. Un nombre que, por cierto, la inteligencia artificial confunde frecuentemente con "Allah" al hacer su transcripción oral en inglés. Otras veces entiende "alarm".
Alshehry sonríe cuando le comentamos ese tropiezo de la inteligencia.
"Allam significa la persona que sabe de todo". O sea, un sabelotodo, que diríamos en español. "Allam es también la persona que a veces enseña, o que llega guiada por la palabra o el conocimiento. Es muy diferente del nombre de Dios. El motivo de ese nombre se refiere a que conoce y es capaz de facilitar [conocimiento]. Por eso es tan importante para Arabia Saudí y creo que también para muchos otros países árabes en la región, en Oriente Próximo y en África".
"Muchos otros construyen grandes modelos de lenguaje. Allam está hecho muy específicamente con el objetivo de preservar y comprender la cultura, conociendo muchísima información que es necesaria. Usted ha aludido a la religión. Los modelos generativos pueden saber sobre iglesias y mezquitas, pero hay que entender bien la cultura, la religión… incluso la política. Hay mucha más integración y mejor localización en este modelo".
"Si planteas una cuestión pequeña sobre tu país, los grandes modelos disponibles internacionalmente no atienden a eso, porque están construidos para las masas de ámbito internacional. Por eso debes construir algo para tu área, tu cultura, tu lengua. Mientras algunos modelos pueden soportar el árabe mejor que otros, Allam soporta no sólo dialectos saudíes, sino también de la región del Golfo [Pérsico] y norte de África", asevera Alshery, sin preocupación por la competencia con otros países, como Qatar o Dubai, que puedan desarrollar sus propios modelos localizados.
Autoridad específica para la IA
Alshehry puntualiza que "Arabia Saudí, que yo sepa, es el único país que tiene, ya desde 2019, una autoridad dedicada a esto [la IA]. Y desde el pasado año algunos están empezando a comprender la necesidad de tener más énfasis gubernamental. Si no tiene una oficina, y esta tecnología es multidisciplinaria, ¿con quién vamos a conversar? Reino Unido, Estados Unidos y otros están estableciendo instituciones o programas relacionados con alguna agencia gubernamental responsable de la IA".
Su aserto sobre la ventaja saudí en el terreno de la IA lo apoyan los datos comparativos presentados por el CEO de Allam, para afirmar que su modelo más grande es eficiente para estar en el top de rendimiento y competir "con los modelos más grandes". Su entrenamiento se inspira en 300.000 libros árabes, con la guía de 400 expertos y "rigurosamente evaluado" desde el punto de vista árabe.
Mishari Almishari añade que, "para más entusiasmo", sus modelos más pequeños se codean con otros de mayor tamaño. "Nuestro modelo con 7.000 millones de parámetros supera a un modelo [no cita nombre] con 70.000 millones de parámetros. Diez veces más grande. De hecho, lideramos todas las clases. Somos los mejores en los 70.000 millones, en los 50.000, en 13.000… y esto no es el final del viaje, es solo la punta del iceberg de los logros que van a llegar".
Hay que considerar que el idioma árabe es un gran mercado. Unos 300 millones de personas lo hablan como su lengua materna, con sus tradiciones, cultura, creencias y puntos de vista. Es uno de los cinco idiomas más hablados en el mundo.
La IA Allam se ha entrenado y está accesible en la nube Azure de Microsoft y también se va a integrar en la plataforma Watson, de IBM.
Almishari promete "orgullosamente, una nueva era para la lengua árabe y la propia IA, en la que florecerá lo arábigo, prosperará la innovación impulsada por SDAIA y la IA para el bien de la humanidad".
IA para el bien
"IA para el bien" se llama, y seguramente no es casualidad que Almishari pronuncie esas palabras, la plataforma de Naciones Unidas, articulada por su agencia Unión Internacional de Telecomunicaciones, que trata de encauzar la inteligencia artificial en la misma dirección que sus objetivos de desarrollo sostenible.
En la cumbre GAIN, precisamente, se han firmado públicamente muchos acuerdos y compromisos. Incluyendo una iniciativa para el avance de investigación ética en inteligencia artificial, desarrollada con la UNESCO. Muchos de los acuerdos presentados están relacionados con la agencia de Naciones Unidas.
"Desde que me uní a SDAIA hace un par de años, empezamos a trabajar con la UNESCO en múltiples frentes", confirma Majid Ali Abdullah Alshehry.
"Formé parte del grupo experto que trabaja con la UNESCO en las recomendaciones éticas de la IA. También he supervisado regulaciones de la IA en el Reino. Trabajamos como expertos, no sólo yo, un grupo de colegas. Algunos, con nuestras organizaciones; otros están en el exterior. El Reino estaba muy bien representado en esa negociación sobre la ética".
"Trabajamos en varios programas, pero el que más me llega al corazón es el establecimiento por UNESCO del Centro Internacional de Investigación y Ética en Inteligencia Artificial", prosigue Alshehry.
"Se ha convertido en un centro de categoría dos, aprobado el pasado mes de noviembre por la conferencia. Aprendimos muchas cosas en Arabia Saudí cuando comenzamos a establecer la autoridad [SDAIA], y a construir nuestra estrategia. Y creemos que es hora de contribuir en muchas áreas. El centro será una de nuestras formas de hacerlo con la comunidad internacional compartiendo nuestra experiencia y dando a la región más apoyo".
Siguiendo con la cuestión de la ética de la IA, Alshehry precisa que Arabia Saudí publicó su planteamiento en 2022. "Tenemos mucho trabajo construido sobre la base del trabajo que hicimos con la UNESCO. El Centro proveerá para muchas cosas, apoyará la ética de la investigación en IA también".
Estándares éticos
El programa desarrollado por Arabia Saudí con la agencia cultural y científica de Naciones Unidas promueve compartir el conocimiento y las buenas prácticas, para integrar estándares éticos en el desarrollo de la IA. También busca crear un amplio marco de trabajo, promover una IA responsable a escala global y que esto influya y oriente a los legisladores, a través de un debate de impacto, hacia una armonización de las estrategias.
"Vamos a trabajar mucho en el desarrollo de capacidades y el talento. Brindaremos mucho apoyo para la evaluación de la UNESCO y los programas de ética y, por último, brindamos a los países cierto apoyo político relacionado con la IA en sus países. Creemos que hay un montón de cosas que podemos hacer", asevera Alshehry.
"Llevamos más de dos años y hemos establecido muchos programas. Daré un ejemplo: hoy celebramos la Olimpiada Internacional de IA. Se trata de una colaboración entre dos centros de la UNESCO: IRCAI, que es el dedicado a la Inteligencia Artificial, e ICAIRE, que es el nuestro en Arabia Saudí. Ambos centros ahora trabajan juntos para establecer esa primera olimpiada". Incide en que UNESCO ya organiza otras olimpiadas en campos como la física, las matemáticas y otros.
El valor de esa competición, con equipos de jóvenes de 25 países, "muestra la importancia del desarrollo de capacidades", dice Alshehry, convencido de que "esos estudiantes podrían ser los científicos del mañana, convertirse en alguno de los mejores, o tal vez crear grandes empresas como Open AI y otras similares".