Los datos se han convertido en el eje central sobre el que giran la mayoría de innovaciones tecnológicas y transformaciones empresariales en la era de la inteligencia artificial (IA). Captar, almacenar, procesar y explotar esta información de manera eficiente y efectiva es crucial para cualquier organización que aspire a mantenerse competitiva en el mercado actual.
De hecho, según un informe de McKinsey, las compañías que utilizan IA pueden aumentar su productividad en un 40%, demostrando el impacto significativo de los datos en la eficiencia operativa y la innovación. A pesar de ello y del reconocimiento de su importancia, muchas luchan todavía con la gestión eficaz de los mismos.
Con el objetivo de explorar los desafíos y oportunidades que enfrentan las firmas en su camino hacia una gestión óptima de estos datos, DISRUPTORES-EL ESPAÑOL ha organizado, en colaboración con NetApp, una mesa redonda en la que se han dado cita los responsables de estos elementos en algunas de las principales empresas que operan en España.
En concreto, han participado Antonio López, CDO en Decathlon; Diego Bodas, director de Inteligencia Artificial en Mapfre; Natalia Mayoral, CDO Corporativa de Naturgy; Jaime Balañá, director técnico para Iberia y Latam en NetApp; Julia Díaz, Head of Data Science de Repsol; Tomás Trenor, Data and Analytics Director de Sanitas; y Elena Gil, directora de IA y data en Telefónica Tech para España y América.
López ha sido el encargado de romper el hielo en la conversación, donde ha destacado que los datos forman parte de la parte fundacional de la inteligencia artificial y, sin una buena gestión de los mismos, no se puede aplicar esta tecnología para desplegar la eficiencia operacional ni dar lugar a nuevas oportunidades de negocio. Según ha explicado, si una firma no asegura la confianza de sus datos o no tiene procesos de analítica u ordenación de ellos de forma efectiva, "probablemente, no está preparada para la IA".
En la misma línea, Mayoral ha afirmado que "en la era de la IA el dato es esencial" y, en este binomio, la información de calidad se posiciona como el combustible para que los sistemas sean viables. Por ello, ha apuntado, es imprescindible contar con una cultura del dato dentro de la organización que genere la confianza necesaria para trabajar con ellos.
De igual forma, Trenor se ha mostrado tajante y ha afirmado que "no hay estrategia de IA sin estrategia de datos". Así, ha señalado que si una empresa se quiere separar de la competencia debe invertir en infraestructuras para el buen gobierno de esta información, ya que los despliegues sí que son algo común entre firmas. También, ha puesto el foco en las personas, otro aspecto a tener en cuenta "para tener éxito en este camino".
Díaz ha coincidido en que la información es la base de la inteligencia artificial y ha puntualizado que, si esta tiene ruido, las aplicaciones desplegadas a raíz de esta tecnología también lo tendrán. De ahí, ha precisado, la importancia de trabajar sobre estos elementos para poder obtener el mayor valor de los mismos en el día a día.
Bodas se ha mostrado de acuerdo con la idea de sus compañeros, pero ha puesto el foco en el contexto. El director de IA de Mapfre ha recordado que hay empresas que no han nacido digitalmente, lo que implica "un pasado y una herencia" que llevan adherida para abordar ese cambio de paradigma. La receta para afrontar este camino, en su opinión, es apostar por la formación, la confianza y adoptar una actitud "paciente".
Mientras, Gil ha precisado que el 'boom' que ha ocurrido en el último año con la vertiente generativa de la IA ha expuesto vulnerabilidades que las firmas u organizaciones tenían pero no lo sabían. Ante esto, muchas compañías han visto que "hay que dar un paso atrás y reflexionar sobre el modelo que poseen", por lo que se está viendo "un renacimiento" de modelos, así como revisiones sobre los datos, la calidad, el acceso…
Balañá ha cerrado la primera ronda de intervenciones precisando que, para su firma, los datos "son el alma de la IA" y que, en este nuevo paradigma, su intención es acompañar a las empresas para que aborden de la forma más sencilla y fluida posible la gobernanza de los mismos.
Del riesgo a la ciberseguridad
En este proceso de integración tecnológica, López ha explicado que es importante no dejarse llevar por el "todo o nada", sino que hay que ser pragmático para alinear las innovaciones que se aplican con el sentido de la empresa y la dirección hacia la que se quiere avanzar. Esta idea la ha compartido Trenor, que ha insistido en la necesidad de encontrar el valor detrás de las inversiones, teniendo en cuenta que la "tecnología debe ser un medio y no un fin".
Mayoral ha precisado que las empresas llevan años preparándose para abordar un escenario que se ha adelantado con la proliferación de la IA. Y, en este camino, dicha tecnología se ha posicionado como un apoyo en el desarrollo de la cultura del dato.
También, Gil ha reconocido que la inteligencia artificial es una parte importante del proceso de evolución que se está abordando, pero ha puntualizado que, en él, el cambio cultural se esgrime como una parte mucho más importante.
Bodas, por ejemplo, ha contado que, en su firma, la IA es un aliado importante para gestionar la incertidumbre. "Es tremendamente complejo gestionar el riesgo si no utilizamos nuevas herramientas", ha añadido.
Mientras, Díaz se ha referido a la recién aprobada ley europea de inteligencia artificial. En su opinión, esta norma, a pesar de que tiene margen de mejora, es, en general, positiva para la industria tecnológica porque ayudará a sentar las normas del juego tal y como lo hizo el Reglamento General de Protección de Datos en su momento. Así, ha añadido que la legislación implementa controles y filtros que, seguramente, muchas empresas u organizaciones ni se habían planteado hasta el momento.
En su turno, Balañá ha apuntado que desde NetApp su intención es ayudar a las compañías a abordar la gobernanza de esta información y, en este campo de acción, ha insistido en que la ciberseguridad es una de sus prioridades. Según ha contado, la protección de la información aparece desde el principio en sus procesos como respuesta al incremento de los ciberataques que se han experimentado en la actualidad.
De igual forma, todos se han mostrado de acuerdo en señalar la concienciación como un aspecto de extrema relevancia. A pesar de que operan en sectores diferentes, los ponentes han coincidido en resaltar que las personas son parte central en la protección de sus activos, por lo que desplegar procedimientos o reglamentos que les ayuden a mejorar la seguridad es imprescindible.