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No es sencillo ponerse (o intentarlo, al menos) en la piel de un CIO. En este perfil directivo recae todo el peso de la transformación tecnológica que si antaño era vista como un tema secundario, ahora figura en todas y cada una de las agendas y estrategias de cualesquiera empresa que se precie. Y, como reflejo de ello, la presión y las prioridades que deben afrontar estos ejecutivos están variando de forma notable.

Así lo refleja un reciente estudio de la firma de análisis Gartner a escala global. Según este documento, crear y ejecutar una estrategia de TI es una de las mayores prioridades para los CIO, con el 59% de estos directivos centrados en establecer una hoja de ruta clara para sus organizaciones. Y es que la alineación de la tecnología con los objetivos estratégicos de la empresa es considerada crucial por los analistas para mantener la competitividad en un entorno cada vez más digitalizado.

Empero, la mayor preocupación de los Chief Information Officer es mucho más terrenal e inmediata. Hablamos de la gestión de ciberseguridad y otros riesgos tecnológicos que se antojan como la prioridad absoluta, con un 69% de los encuestados por Gartner mencionándola. ¿La razón? La creciente sofisticación de las amenazas digitales y la criticidad de proteger los datos y la integridad de las operaciones empresariales.

Pero volviendo a la creciente presión de los equipos de dirección sobre la parcela de tecnología, no es de extrañar que los CIO también destacan la necesidad de demostrar el valor empresarial de TI (50%) y de integrar y modernizar aplicaciones y sistemas (50%). En otras palabras, las TIC están pasando de una función de soporte a ser un socio estratégico en la creación de valor. 

Sin olvidarnos de la transformación del modelo operativo de TI, con un 43% de los CIO comprometidos en hacer sus departamentos más ágiles y eficientes, mediante la adopción de nuevas metodologías y estructuras organizativas que faciliten una respuesta rápida a los cambios del mercado y promuevan la innovación continua.

Más importante si cabe es la gestión de las finanzas a la hora de equilibrar costes, valor y riesgo. El 43% de los CIO remarcan esta idea. O, en otras palabras, cada vez enfrentan más el reto de asegurar que los recursos se utilicen de manera óptima, evitando gastos excesivos y asegurando un retorno sólido para la organización. 

Cambios en la inversión

Si estas son las prioridades actualizadas de la agenda de los CIO, es obvio que las inversiones que planean de cara a 2025 variarán en sintonía. Y así es, a tenor siempre de los datos recopilados por Gartner y de que nos hacemos eco en DISRUPTORES - EL ESPAÑOL.

Así pues, la ciberseguridad y la inteligencia artificial (incluyendo la IA generativa) lideran las áreas de inversión, con un 87% de los CIO planeando aumentar los fondos destinados a estas tecnologías. Por debajo quedan la analítica de datos y el 'business intelligence' con un 82% de los encuestados esperando incrementar su inversión en estos menesteres.

Otra área destacada en términos de financiación es la modernización de aplicaciones y plataformas en la nube, con un 79% y 74% de las empresas afirmando que crecerán sus partidas en estas lides. Por el contrario, un 43% de los CIO planea reducir el dinero dirigido a infraestructuras tradicionales y centros de datos.

No es algo extraño ni que no fuera previsible: es el mero reflejo -así lo dicen los analistas- de la transición hacia soluciones en la nube, que ofrecen mayor flexibilidad y eficiencia en coste. Con todo ello, un 33% de los directivos todavía prevé aumentar su gasto en este tipo de infraestructuras, lo que se entendería por aquellos que optan por una estrategia híbrida o siguen dependiendo de infraestructuras locales para casos específicos o cargas críticas de la organización.

Cuesta cumplir con las expectativas

Este mismo informe destaca que apenas el 48% de las iniciativas digitales en las empresas logran o superan sus objetivos de negocio. Una disonancia demasiado grande entre la apuesta destacada por la transformación tecnológica y los resultados que -al menos, ante los ojos de las parcelas alejadas de las TI- tienen en el día a día.