Diego Guardamino, director general de Hafesa.

Diego Guardamino, director general de Hafesa.

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Diego Guardamino (Hafesa): "La tecnología es fundamental para nuestra ciberseguridad y mejorar el control operativo"

DISRUPTORES
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Hafesa está a punto de cumplir una década de vida en plena reinvención de ser operador de hidrocarburos a otro multienergético y que cubre todo el ciclo de vida de los carburantes. Un proceso de diversificación y modernización que refleja los cambios que atraviesa la industria y en el que la innovación tiene mucho que decir.

La visión de Diego Guardamino, su director general, apunta a consolidar su presencia en el sur de Europa y ampliar sus horizontes hacia mercados internacionales, como Portugal y el sur de Francia, desde sus nuevas terminales en Ferrol y Bilbao. En esta entrevista con DISRUPTORES - EL ESPAÑOL, el directivo también explora oportunidades en energías más limpias, ajustándose a una transición energética que aún genera dudas tanto en el mercado como entre los consumidores. 

Así es como esta firma española se está adaptando a los cambios de la industria y cuáles son sus planes a largo plazo en un entorno de creciente competencia y presión por la sostenibilidad.

Pregunta: Este año, Hafesa está a punto de cumplir una década de trayectoria. La compañía ha evolucionado significativamente desde sus comienzos como operador de hidrocarburos hasta convertirse en un actor con una visión más amplia y sostenible en el sector energético. ¿Cómo ha sido esa evolución durante estos diez años y cuál es la visión de futuro para la próxima década?

Diego Guardamino: La compañía comenzó con un contrato de suministro de una firma alemana de trading, que nos permitió obtener la financiación necesaria para adquirir nuestra primera planta de almacenamiento en Motril. Después, añadimos la planta de Bilbao. Desde el inicio, tuvimos claro el enfoque en el trading y la importancia de contar con capacidad de almacenamiento propia. Esa ha sido nuestra actividad principal en los primeros años.

Ahora, creemos que es el momento de ir más allá. Queremos seguir desarrollando nuestra capacidad de almacenamiento, pero también expandirnos en el mercado de estaciones de servicio, especialmente alrededor de nuestras terminales de almacenamiento. La idea es estar presentes a lo largo de toda la cadena de valor, desde la importación hasta el cliente final, y consolidarnos con una red destacable de estaciones de servicio.

P.: Entonces, el objetivo es ofrecer una propuesta "end-to-end", desde el trading hasta la venta directa al consumidor.

D.G.: Exacto. A día de hoy, hemos alcanzado una facturación de 1.400 millones de euros, con un equipo de 150 empleados y una capacidad de almacenamiento de 500.000 metros cúbicos. Además, estamos por dar un paso importante: vamos a comenzar a comercializar electricidad. Es algo que nos ilusiona, ya que aspiramos a convertirnos en un operador multi-energético. Aunque nuestra actividad principal sigue siendo los combustibles fósiles, esta incursión en la electricidad nos permitirá explorar nuevas oportunidades y adaptarnos a un sector en transformación.

P.: El trading y la distribución mayorista de combustibles son actividades sujetas a una gran volatilidad, influenciadas por factores geopolíticos, variaciones en la demanda y cambios en la innovación a nivel global y regional. ¿Cómo gestionáis hoy en día esta volatilidad, que es, en el fondo, una característica intrínseca de este negocio?

D.G.: Lo que realmente ayuda a minimizar el riesgo es hacer un "back-to-back" de condiciones, es decir, alinear las condiciones de compra con las de venta. Por ejemplo, si compras con un precio promedio mensual, procuras vender bajo la misma condición. Esto permite trasladar las mismas condiciones al cliente y reducir el impacto de la volatilidad. Claro, el mundo del trading está marcado por eventos macroeconómicos y situaciones específicas de mercado, como mencionabas. Además, también apoyamos nuestra estrategia con coberturas financieras, como los futuros de gasoil y coberturas de tipo de cambio, que ayudan a reducir aún más el riesgo. Aun así, como bien dices, el riesgo siempre está presente, pero nuestro objetivo es minimizarlo tanto como sea posible.

P.: Mencionabas antes las plantas de almacenamiento, que han sido un pilar en la expansión del grupo. Tenéis cinco plantas en total, una de ellas en proceso de ampliación. ¿Cuál es el objetivo de esta expansión? ¿Y hay planes de continuar invirtiendo en almacenamiento, o este área ya no es tan estratégica en vuestra apuesta hacia un modelo más diversificado?

D.G.: Seguimos interesados en ampliar y optimizar las concesiones actuales. Aunque el mercado de almacenamiento pueda parecer saturado, la realidad es que existen pocas concesiones nuevas debido a factores medioambientales y otras restricciones, lo cual nos da una ventaja estratégica. Nuestra capacidad de almacenamiento  y la proximidad entre terminales nos permite, por ejemplo, recibir barcos de mayor tamaño y realizar un doble puerto, lo que optimiza considerablemente el transporte. Poder descargar un barco de 100.000 metros cúbicos, en lugar de dos de 40.000, reduce costes y hace más eficiente nuestra operativa.

P.: ¿Tenéis algún proyecto específico para hacer que las terminales sean más polivalentes o que permitan almacenar productos distintos a los hidrocarburos?

D.G.: Sí, estamos trabajando en ello. Queremos que nuestras terminales puedan almacenar una variedad de productos. Por ejemplo, en Motril, aprovechando la proximidad a varias plantas de producción de biodiésel, vamos a destinar parte de la concesión en la Autoridad Portuaria para instalar tanques especiales que permitan almacenar materias primas para biodiésel, como aceites usados y ácidos grasos. También estamos explorando el almacenamiento de metanol, que está ganando interés en el mercado. Queremos adaptar nuestras instalaciones para ser lo más versátiles posible y responder a las necesidades emergentes del sector.

Diego Guardamino, director general de Hafesa.

Diego Guardamino, director general de Hafesa.

P.: En relación con las terminales de almacenamiento, ha habido mucha discusión sobre el hidrógeno verde en los últimos años, especialmente con el impulso de los fondos europeos. Se habló de que las infraestructuras de almacenamiento existentes, como las vuestras, podrían adaptarse para este tipo de energía. ¿Cómo veis desde Hafesa esta transición?

D.G.: Es cierto que hubo un gran interés en el hidrógeno verde, pero también es verdad que la efervescencia ha disminuido. Nosotros creemos firmemente en la coexistencia de los combustibles fósiles con las nuevas energías, especialmente porque el sector del transporte sigue siendo un gran consumidor de gasóleo. Las concesiones que tenemos en almacenamiento pueden extenderse hasta 2050, por lo que nuestra intención es continuar con el almacenamiento de hidrocarburos y otros productos similares o complementarios a los combustibles tradicionales.

P.: Además de esta evolución en el almacenamiento, me gustaría saber cómo estáis mejorando la eficiencia operativa. También, a nivel de grupo, ¿qué estrategias estáis adoptando para incorporar la innovación en un sector que, a menudo, puede percibirse como menos dinámico en este aspecto?

D.G.: En el caso de nuestras plantas de almacenamiento, que son instalaciones de cierto riesgo, la seguridad es prioritaria. Actualmente, más que preocuparnos por el riesgo de intrusión física, nos enfrentamos a la amenaza de ciberataques. Por eso, vemos la tecnología como una herramienta fundamental no solo para la ciberseguridad, sino también para mejorar el control operativo. La integración de sensores en los tanques nos permite monitorear constantemente los niveles de stock y registrar las entradas y salidas en tiempo real. Esto transforma los datos en información crítica para la toma de decisiones, algo que antes solo podíamos obtener en informes al final del día.

P.: Entonces, ¿esta sensorización ya está en marcha? ¿Para cuándo esperáis tener finalizada esta fase de sensorización e inteligencia de datos?

D.G.: Estamos trabajando en ello. De hecho, estamos en conversaciones con una compañía australiana que tiene una solución muy interesante. Esta tecnología nos permitirá garantizar a nuestros clientes que ningún producto saldrá de nuestras terminales sin su conocimiento. Esto no solo aporta tranquilidad a nuestros clientes, sino que también es un diferenciador clave para nosotros en términos de transparencia y control. Esperamos tenerla completada para el primer trimestre del próximo año. La infraestructura ya está desarrollada; solo falta desplegarla completamente.

Apuesta multienergética y al pie del usuario

P.: Mencionabas al inicio la expansión en estaciones de servicio como uno de los objetivos principales de Hafesa, con un plan para desplegar alrededor de 80 estaciones en los próximos cinco años. Es una meta ambiciosa, sobre todo en un sector que está cambiando rápidamente con la entrada de operadores de bajo coste y la consolidación de otros grandes actores. ¿Cómo planeáis llevar a cabo esta expansión y cuáles son los principales retos?

D.G.: Sí, es un objetivo ambicioso, pero existen proyectos en el mercado que superan esa cifra, lo cual nos motiva aún más. Tenemos muy clara la estrategia: todas nuestras estaciones de servicio estarán ubicadas en un radio de unos 200-250 kilómetros alrededor de nuestras terminales. Este enfoque nos facilita el crecimiento y la logística. Además, apostamos por un modelo de alquiler, en lugar de construir o comprar. Contamos con un equipo de expansión que se encarga de contactar con propietarios de estaciones que, por diversos motivos, prefieren no seguir gestionándolas. Nosotros las alquilamos, mantenemos al personal y operamos las estaciones bajo nuestra gestión.

P.: En cuanto a los avances de este plan, ¿cuántas estaciones tenéis operativas actualmente y cuántas esperáis sumar a corto plazo?

D.G.: Actualmente, tenemos ocho estaciones de servicio en funcionamiento. Hemos tenido un ligero parón recientemente, pero contamos con seis nuevas estaciones que podrían concretarse pronto. Inicialmente, el objetivo era cerrar el año con unas 20 estaciones, aunque parece que no llegaremos a esa cifra este año. Sin embargo, esperamos alcanzarla en abril o mayo del próximo año. El trabajo sigue muy activo, especialmente en torno a nuestras plantas de Bilbao, Ferrol, que estamos construyendo, y Motril. Estas son las zonas prioritarias, y nuestro equipo está en constante contacto con los propietarios. Confiamos en que estos contratos se cerrarán en breve.

P.: Otro tema clave es la apuesta de Hafesa por diversificar su actividad hacia una propuesta multienergética, algo que se ha vuelto prácticamente imprescindible en el sector. Recientemente anunciásteis el inicio de operaciones en el ámbito de la electricidad. ¿Cuál es vuestra estrategia y qué distingue vuestra propuesta en un mercado donde todos parecen estar adoptando la multienergía?

D.G.: Es cierto que no somos pioneros en este campo, pero estamos observando de cerca las fórmulas que están funcionando. Nos ha interesado mucho el modelo de otras enseñas, que ofrecen descuentos adicionales a sus clientes de estaciones de servicio al vender electricidad. Nosotros queremos aprovechar nuestro canal de ventas, orientado principalmente hacia las estaciones de servicio y sus alrededores, para comercializar electricidad a pequeños negocios en esas zonas. No nos centramos en el mercado residencial, aunque no lo descartamos, pero vemos el mayor potencial en pymes.

P.: Entonces, las estaciones de servicio, tanto propias como alquiladas, actuarán como una especie de red comercializadora para la electricidad...

D.G.: Exactamente, serán como nuestros socios comerciales. Además, aunque el mercado eléctrico no será nuestro negocio principal, representa una vía importante de diversificación. Hemos contratado un par de expertos en el sector para desarrollar productos competitivos en este ámbito. Aunque el precio sigue siendo un factor determinante, buscamos ofrecer soluciones atractivas para nuestros futuros clientes. Tenemos un objetivo inicial en cuanto a clientes, ya que necesitamos un volumen mínimo que permita alcanzar economías de escala.

P.: Si bien la electricidad no será el eje central de vuestros ingresos, ¿cómo ves que podría evolucionar la distribución de ingresos en el futuro, considerando también el peso de las estaciones de servicio?

D.G.: Nuestra expectativa es que la estructura de ingresos no varíe drásticamente en los próximos diez años. El trading y almacenamiento de combustibles seguirán representando entre el 60% y el 70% de nuestros ingresos, el almacenamiento un 25%, y el resto se repartirá entre estaciones de servicio y electricidad. Todos los sectores crecerán, pero no vemos una transformación radical en la composición de nuestros ingresos.

Diego Guardamino, director general de Hafesa.

Diego Guardamino, director general de Hafesa.

P.: Hablando de crecimiento, la planta de Ferrol es una de vuestras últimas inversiones importantes en infraestructura. ¿Cuál es el rol de esta planta en vuestra estrategia de internacionalización, particularmente en el mercado portugués?

D.G.: La planta de Ferrol nos ofrece una excelente oportunidad para penetrar el mercado portugués, y Bilbao podría hacer lo mismo con el sur de Francia. Estamos en proceso de obtener las licencias de operación en ambos países, pero no creemos que sea viable iniciar operaciones internacionales hasta finales de 2025. También tenemos interés en el norte de África desde nuestra planta de Motril, aunque eso es aún un proyecto a largo plazo.

P.: Por último, en cuanto a la electrificación y la descarbonización de la movilidad, ambos aspectos clave en la transición energética, ¿cuál es la visión de Hafesa sobre estas tendencias? ¿Creéis que la sociedad está preparada para este cambio?

Diego Guardamino: Recientemente realizamos un estudio con Metroscopia para entender cómo percibe la sociedad la descarbonización, y el resultado es que la mayoría aún no se siente preparada. La falta de infraestructura de recarga rápida y las limitadas ayudas para la compra de vehículos eléctricos son grandes barreras. Además, Europa, especialmente en países como Alemania, está empezando a cuestionarse el ritmo de esta transición debido a la competencia china en vehículos eléctricos. El mercado de coches eléctricos en China ha crecido de manera impresionante, lo que está generando inquietud en la industria europea. Parece que la sociedad y el sector necesitan más tiempo y apoyo para adaptarse a esta transformación.