La Paloma Cerámicas

La Paloma Cerámicas

Empresas

Giro de 180 grados a la construcción sostenible: el ladrillo que reduce hasta en un 32% las emisiones de CO2

Publicada

La industria de la construcción es responsable de más del 36% de los residuos generados en la Unión Europea y de casi el 40% de las emisiones globales de CO2. De las 92 gigatoneladas de recursos extraídos a nivel mundial, más de la mitad (55%) corresponde a minerales como piedra, arena y arcilla, materiales esenciales en la construcción residencial y no residencial. Un modelo insostenible a largo plazo

Con estos datos, es innegable que la transformación de este sector comienza a ser urgente para reducir su impacto ambiental y adaptarse a nuevas normativas, pero también empieza a ser una necesidad económica, ya que los edificios con características sostenibles generan más demanda y reducen los costes operativos. 

En este contexto, las empresas que participan en cada uno de los procesos de esta industria juegan un papel fundamental. Su capacidad para innovar y adoptar estrategias en este sentido no solo garantiza la preservación de los recursos naturales y la biodiversidad, sino que también ofrece nuevas oportunidades de negocio en un mundo donde la sostenibilidad es una prioridad y una exigencia. 

Una de las compañías que quiere liderar este cambio en España es La Paloma Cerámicas, una empresa familiar con más de 45 años de trayectoria que desde su fundación, en el pequeño pueblo toledano de Pantoja, siempre ha querido combinar tradición y tecnología para posicionarse como referente de la construcción sostenible.

"Desde hace más de 25 años, nuestro motor ha sido la innovación. Estamos constantemente pensando cómo hacer algo diferente”, afirma Julio Pascual, director general de la empresa, que recibe a DISRUPTORES - EL ESPAÑOL en el espacio que, desde hace un año, tienen en Madrid. Aquí los promotores y arquitectos (y también esta periodista) pueden comprobar de primera mano cómo son sus productos. 

Ladrillo ecológico

En sus inicios, en 1979, La Paloma Cerámicas comenzó fabricando ladrillos. Hoy cuenta con nueve fábricas en Toledo, Segovia, Jaén y Portugal, donde emplean a más de 300 personas, se han convertido en uno de los mayores fabricantes de ladrillos cara vista en España y ya exportan el 30% de su producción a más de 50 países

El compromiso de la compañía con la sostenibilidad se refleja en su más reciente innovación: un ladrillo ecológico con el que quieren redefinir los estándares de la construcción sostenible. Un producto que, según la propia compañía, reduce las emisiones de CO2 hasta en un 32% por metro cuadrado.

Interior de una de las fábricas de La Paloma Cerámicas.

Interior de una de las fábricas de La Paloma Cerámicas.

"Hemos reducido el grosor y rediseñado el formato, ahora con una altura que duplica a la del ladrillo tradicional. De esta forma conseguimos que en el momento de colocar cada pieza se use mucho menos mortero (conglomerado que se usa para unir elementos constructivos y rellenar huecos), que es seis veces más contaminante que el ladrillo", explica Pascual. 

Además, para su fabricación utilizan desechos de otras industrias, incorporando ese enfoque circular que beneficia tanto al medioambiente como a los costes de producción. Otro de los puntos fuertes de este ladrillo ecológico es su durabilidad. Mientras que otros materiales de fachada tienen una vida útil de entre 30 y 50 años, este puede resistir más de 150 años.

Producción sostenible

Pascual resalta que la sostenibilidad de este producto comienza desde el momento en que se extraen las materias primas. "La mayoría de las arcillas que utilizamos provienen de nuestras propias canteras, situadas cerca de las fábricas, lo que reduce las emisiones asociadas al transporte", detalla. 

Además, durante la producción, todos los desechos se reincorporan al proceso y el agua que utilizan proviene de sistemas de recogida de lluvia. Pero no se han detenido aquí. Sus fábricas cuentan con plantas fotovoltaicas, que generan el 50% de la electricidad que consumen durante el día; y sistemas de cogeneración, que reutilizan el calor del horno para los procesos de secado. "Gracias a estas medidas, hemos conseguido reducir el consumo energético en torno al 10% en comparación con fábricas tradicionales", asegura el directivo.

Además del ladrillo ecológico, en estos años han desarrollado otros productos que responden a las necesidades actuales del sector. Uno de ellos es el sistema de celosías Iris, diseñado para reducir el calor interior de los edificios y mejorar la eficiencia energética; o los paneles aislantes con acabado cerámico, pensados para rehabilitaciones energéticas.

"Queremos facilitar la vida a los arquitectos y constructores porque la innovación también tiene que ver con la facilidad de instalación y la estética. Por eso, trabajamos mano a mano con arquitectos desde las primeras fases de los proyectos", comenta Pascual. “Nuestro objetivo es demostrar que la sostenibilidad no está reñida con la rentabilidad ni con la tradición. Estamos modernizando un oficio milenario para adaptarlo a las necesidades del mundo actual", concluye Pascual.

Proyectos emblemáticos

La calidad de los productos de La Paloma Cerámicas se ha plasmado en proyectos emblemáticos como la ampliación del Museo del Prado, el Auditorio Nacional y la Universidad Loyola en Sevilla, donde utilizaron ladrillos autoventilados que reducen la temperatura exterior en hasta ocho grados.

A nivel internacional, destaca la restauración del Santo Sepulcro en Jerusalén y la instalación de paneles aislantes en un hospital en Panamá, donde solucionaron problemas de mantenimiento de fachadas expuestas a condiciones extremas.

“En Panamá, instalamos nuestros paneles aislantes en un hospital cercano al mar, donde antes necesitaban un equipo de pintores trabajando 365 días al año para mantener la fachada. Desde que instalamos nuestras soluciones, no han vuelto a tocarla”, cuenta Pascual con orgullo.