Ilustración sobre computación en la nube (cloud computing)

Ilustración sobre computación en la nube (cloud computing) EP

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La nube en 2025: un mercado de 723.400 millones a expensas de las tensiones geopolíticas

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La nube hace tiempo que se convirtió en el modelo de despliegue por defecto de nuevos servicios digitales y en una opción más que atractiva para migrar muchas de las cargas antaño ejecutadas en los centros de datos de todas y cada una de las empresas del mundo. Es la nueva infraestructura tecnológica de nuestro siglo, el modelo de entrega de los grandes hiperescalares y que ha posibilitado el desarrollo de la inteligencia artificial, por ejemplo.

Por ello, y a pesar de algunas dudas y de la repatriación de algunas cargas de trabajo a sus antaño lugares de recreo y disfrute, estamos ante un mercado que no hace sino crecer en su multitud de capas y vertientes.

Así lo constatan las cifras para 2025 del mercado de servicios de nube pública de la firma de análisis Gartner: 723.400 millones de dólares, con un crecimiento del 21,4% respecto a 2024. Pero detrás de este aumento hay mucho más que números: un sector que evoluciona para satisfacer las necesidades de las organizaciones en un contexto de digitalización acelerada, competencia tecnológica global y desafíos presupuestarios.

De entre todas ellas, el Software como Servicio (SaaS) es, sin duda, el gigante consolidado de este mercado. Con una previsión de 299.100 millones de dólares en 2025, sigue representando la categoría más grande de la nube en términos absolutos. Sin embargo, su ritmo de crecimiento se ha estabilizado. La accesibilidad y la escalabilidad que convirtieron esta capa en la gran estrella está apagándose conforme el mercado comienza a saturarse y crece la preocupación por el uso de los datos.

Por debajo aparecen las capas de Infraestructura como Servicio (IaaS) y Plataforma como Servicio (PaaS), que son las que experimentan el mayor crecimiento relativo. Con previsiones de gasto de 211.900 y 208.600 millones de dólares respectivamente en 2025. En ambos casos tenemos que encontrar la razón de su auge en la llegada de la inteligencia artificial: los modelos de IA requieren capacidades avanzadas para el entrenamiento y la inferencia, lo que está impulsando inversiones significativas en servidores de última generación y plataformas diseñadas específicamente para estas tareas.

A diferencia del SaaS, en este caso el riesgo no está en una amplia dispersión de proveedores, sino en todo lo contrario: la creciente y marcada concentración del mercado en manos de tres grandes enseñas (AWS, Microsoft y Google), con sus disputas por prácticas anticompetitivas y políticas agresivas mediante.

Por último, el Escritorio como Servicio (DaaS, por sus siglas en inglés) permanece como una capa marginal, con apenas 3.850 millones de dólares de inversión proyectados para 2025. A pesar de los beneficios teóricos de los escritorios virtuales en términos de flexibilidad y coste, la adopción sigue siendo limitada por las preocupaciones sobre la experiencia del usuario o la resistencia cultural en organizaciones que prefieren infraestructuras locales.

Geopolítica: clave en este mercado

El dominio de Estados Unidos en el mercado de la nube, liderado por gigantes como AWS, Microsoft Azure y Google Cloud, continúa siendo una ventaja estratégica clave, representando más del 65% del mercado global. Sin embargo, esta concentración ha generado preocupaciones internacionales sobre la dependencia de infraestructuras críticas extranjeras, especialmente en Europa. Además, las restricciones estadounidenses sobre exportaciones tecnológicas a países como China están aumentando las tensiones globales.

Europa, por su parte, está luchando por su soberanía digital a través de iniciativas como Gaia-X y normativas estrictas como el RGPD. Aunque Gaia-X busca proporcionar una alternativa a los gigantes estadounidenses, su adopción ha sido lenta, lo que deja a las empresas europeas en una posición de dependencia a corto plazo. Al mismo tiempo, las regulaciones de privacidad han convertido a Europa en un entorno legal desafiante, pero necesario para operar.

China, mientras tanto, ha construido un ecosistema de nube cerrado, dominado por actores locales como Alibaba Cloud, Tencent Cloud y Huawei Cloud. Este enfoque proteccionista no solo refuerza su soberanía tecnológica, sino que también está impulsando un crecimiento acelerado en su mercado local, posicionándolo como un competidor cada vez más relevante en la escena global.