Los robots ocupan una parte cada vez mayor de nuestra vida. Relojes, neveras, aspiradoras, móviles y un largo etcétera. Y si pensamos en la industria el porcentaje de implementación de los bots y los cobots es cada vez mayor. Ante este auge, una de las preguntas más repetidas es: ¿quién garantiza su seguridad? La startup española Alias Robotics está intentando darle respuesta con la creación del primer sistema inmunológico para robots.
Hablamos con David Mayoral, CEO de la empresa. “Actualmente, toda una nueva generación de robots está siendo concebida y diseñada para obtener una autonomía mucho mayor a la de los robots tradicionales”, explica. Y a medida que la robótica se entrelaza con otras áreas tecnológicas como la computación en la nube, el análisis de datos o el Internet de las Cosas, las preocupaciones crecen.
Robot Inmune System (RIS) quiere ser su respuesta para este mercado: un chip que se integra en los bots y garantiza su seguridad con un sistema de actualización constante. “Somos los únicos que estamos haciendo algo así”, cuenta mayoral, gracias a un equipo compuesto por ingenieros de ciberseguridad, robótica e informática. El proyecto se encuentra todavía en fase de desarrollo y a final de año esperan tener registradas cinco patentes de los procesos que están empleando para crear este sistema inmunológico.
“Las personas tenemos nuestro sistema inmunológico, compuesto por diversas capas que se adaptan a tu entorno. Eso es lo que queremos hacer con los robots. Que el sistema de seguridad se adapte y entienda toda la información sobre lo que ocurre en torno al robot para responder en consecuencia”, explica el CEO. Y además, lograr que el sistema sea capaz de “responder en tiempo real gracias a la inteligencia artificial, detectando anomalías y atacándolas con diferentes herramientas”.
Y precisamente por esta capacidad adaptativa, “esto va más allá de un antivirus para robots”, insiste Mayoral. “Un antivirus tiene una base de datos con cosas que califica como buenas o malas, mientras que un sistema inmunológico como el de las personas se adapta a un entorno cambiante. Está analizando nuevos datos constantemente y en base a eso se detecta si puede haber una anomalía o no en el sistema”.
La experiencia, es uno de los principales valores que avala el desarrollo de este proyecto. Y es que el CEO y parte del equipo vienen de una empresa más que exitosa en el sector. Los 3.000 euros que recaudaron David y su hermano en 2012 para montar su proyecto anterior, Erle Robotics, se convirtieron en cuatro millones de facturación en 2016. Y con esas cifras, la compañía suiza Acutronic adquirió la empresa a finales de ese año.
Además de esto, la compañía ofrece servicios de detección de vulnerabilidades a las empresas que operan con robots. Su equipo analiza los sistemas de las empresas que les contratan para detectar las vulnerabilidades que de otra forma “podrían ser explotadas por terceros”.
Con todo estos proyectos sobre la mesa, Alias Robotics, ha sido seleccionada como una de las 100 startups finalistas del South Summit que se celebrará el próximo mes de octubre.