La contaminación es un problema global: según la OMS nueve de cada 10 personas respiran aire contaminado, que puede llegar a causar ocho millones de muertes al año. Ante estas cifras, los investigadores de Ikea han diseñado una cortina “purificadora” para ayudar a las personas a reducir la polución en sus casas.
¿Cómo consigue ‘purificar’ el aire? De forma similar al proceso de la fotosíntesis, explican desde la compañía en un comunicado. En este desarrollo, señalan, han trabajado diferentes universidades europeas, así como proveedores de innovación de la marca sueca, para conseguir un tratamiento del tejido a base de minerales que le permite “romper” las partículas contaminantes al entrar en contacto con luz. “El proceso se activa tanto con luz interior como con luz exterior”.
Gunrid, como la casa sueca ha bautizado a este modelo de cortinas que está disposible en las tiendas el próximo año, será el primer producto en utilizar esta tecnología, pero desde la compañía avanzan que este desarrollo inicial se abrirá a futuras aplicaciones en otros textiles de la marca.
Los textiles se utilizan en todos los hogares y este es uno de los motivos por los que la firma ha decidido crear una cortina “asequible” que puede purificar el aire, “que ahorra espacio y también hace que el hogar sea más hermoso”. “Es importante trabajar en productos que resuelvan problemas reales y sean relevantes para las personas”, apunta Mauricio Affonso, desarrollador de productos de Ikea Range & Supply.
“Además de permitir que las personas respiren mejor aire en casa, esperamos que Gunrid aumente la conciencia de la gente sobre la contaminación del aire interior, inspirando cambios de comportamiento que contribuyan a tener en el mundo un aire limpio”, subraya Lena Pripp-Kovac, directora de sostenibilidad de Ikea.
Better Air Now!
Es una iniciativa que Ikea lanzó en 2018 con el objetivo de convertir la paja de arroz, es decir un residuo de la cosecha de este cereal, que tradicionalmente se quema y contribuye en gran medida a la contaminación del aire, en una nueva fuente de material renovable para los productos de Ikea. Además, la compañía también se ha comprometido a reducir su huella climática en un 70% de media por producto para 2030 (en comparación con 2016).