“El sistema de I+D ya no está en caída libre, pero el aterrizaje forzoso ha dañado muchas capacidades”, ha sentenciado la presidenta de la Fundación Cotec, Cristina Garmendia, en la presentación de su informe anual, en un evento al que no ha podido asistir en esta ocasión el Rey Felipe VI, debido a sus compromisos con los líderes parlamentarios.
La Fundación Cotec se conforma con que, al menos, el gasto en I+D haya roto su tendencia descendente en 2018 y haya crecido un 0,1%, pese a que la media europea multiplica por tres ese porcentaje. “Hay poco que celebrar en los datos macro”, ha reconocido Garmendia.
Lo más preocupante, si se analiza ese pobre crecimiento, es que se ha basado fundamentalmente en el “destacable por insólito” incremento del gasto por parte del sector privado, que alcanzó e 8,2%. Porque la parte del sistema público arroja un balance desolador: el Estado apenas ha ejecutado el 47% de los fondos previstos para I+D, en su mayoría créditos, mientras que las comunidades autónomas no han superado el 67%.
La presidenta de la Fundación Cotec ha instado a “poner fin a la precariedad” que representan estas cifras, antes de abordar la situación del sistema educativo. El panorama, también aquí, sigue siendo preocupante. La tasa de abandono escolar es la segunda más alta de la UE; y un tercio de los trabajadores tiene un nivel educativo bajo, el doble que la media europea, en un contexto de “déficit de perfiles educativos medios”. Se trata de un “cuello de botella” que, según Garmendia, “impacta en nuestra capacidad de implementar inversión”.
Menos crítica se ha mostrado con el sistema universitario, que califica como “uno de los grandes logros de la democracia” y sigue arrojando hitos innovadores “incluso bajo las actuales dificultades presupuestarias y regulatorias”. El problema es que aun ofreciendo una de las mayores tasas de egresados de carreras STEM del entorno europeo “el mercado no aprovecha las capacidades de estas personas”.
Garmendia ha instado a los actores del ecosistema innovador a implicarse en la campaña #Mieemprelomifuturo, que alcanza ya cerca de 100.000 adhesiones en change.org, y se ha comprometido a llevarla al Congreso de los Diputados. Su presidenta, Meritxell Batet, ha recogido el guante y ha mostrado su satisfacción por la puesta en marcha de la nueva oficina científica del Parlamento.