El grupo leridano Sorigué ha desarrollado una tecnología que permite transformar residuos de neumáticos en filtros para el tratamiento de aguas. El proyecto, que está en fase piloto, evita el uso del carbón fósil, el material que se usa habitualmente para producir estos filtros de agua.
El sistema desarrollado por Sorigué consiste en aplicar un tratamiento químico y térmico a los neumáticos para obtener el carbón activo, el material que se usa para filtrar agua. Este proyecto de economía circular, que ha recibido una ayuda de 82.000 euros de un programa de la Generalitat de Catuluña para promover este tipo de iniciativas, permite así dar una segunda vida a los neumáticos.
Se trata de una solución más sostenible porque ese material sale del caucho del neumático y no del carbón natural, y estos filtros de agua son capaces también de absorber metales pesados, contaminantes, materia orgánica y malos olores en las depuradoras de agua.
El objetivo de este proyecto es que este producto sea capaz de absorber malos olores, metales pesados, materia orgánica y contaminantes emergentes en el tratamiento de aguas y derivados y poder producir un producto de alto valor añadido para el sector de la gestión de aguas enmarcado en la economía circular.
Además, también apuesta por reducir la cantidad de residuos que acaban en el vertedero, dando una salida a residuos que hasta la fecha no se han podido valorar material ni energéticamente.
El director de innovación de Sorigué, Joan Pons, ha asegurado que este proyecto pretende "encontrar una alternativa a los actuales tratamientos de este tipo de residuos y, de otra, obtener un producto de elevado valor añadido para la gestión de agua, cerrando así el ciclo de los materiales y dando un paso más allá en el campo de la economía circular".
Fundado en 1954, Sorigué es un grupo empresarial que desarrolla soluciones innovadoras para sectores como la construcción, los servicios, los materiales y la tecnología y la ingeniería del agua.