Un muebel robótico que en el mismo espacio que ocupa una cama, incorpora un armario vestidor, una cama de 1'40 o de 1'60, un centro de entretenimiento con espacio de almacenamiento y televisión y dos oficinas (una mesa pequeña y una grande). Esa es la propuesta de Ori, una empresa que nació en el seno del MIT y cuyo fundador y CEO, el español Hasier Larra, acaba de lograr captar la atención de grandes multinacionales como Ikea y Google que, junto a otras empresas, han invertido 20 millones de dólares (algo más de 18 demillones de dólares) en una ronda de financiación serie B.
El objetivo de Ori es que esta financiación permita a la empresa ampliar su enfoque más allá de la creación de productos y sistemas para asociarse con arquitectos y constructores en el diseño de viviendas y espacios urbanos que sean flexibles, inteligentes, sostenibles y asequibles. "En Ori vemos el espacio interior de forma diferente; estamos desafiando la visión secular de que la funcionalidad está linealmente relacionada con la cantidad de espacio físico disponible", ha señalado en un comunicado el vasco Hasier Larrea, fundador y CEO de Ori.
"Es muy estimulante para nosotros tener la oportunidad de asociarnos y colaborar con inversores que de manera similar están reconsiderando la forma en que se deben construir los centros urbanos y que están trabajando a escala de edificio, vecindario y ciudad", asegura el CEO. Se refiere a los inversores Sidewalk Labs (la división de innovación urbana de Alphabet Inc., la matriz de Google), Ingka Group (la matriz de Ikea), Geolo Capital y Khosla Ventures.
Con un promedio de tres millones de personas que se trasladan a las ciudades cada semana y más de dos tercios de la población mundial proyectada para vivir en ciudades en el plazo de una generación, el diseño de viviendas urbanas habitables, asequibles y sostenibles se ha convertido en uno de los retos más urgentes, aseguran desde la compañía, y que requiere además de una perspectiva de diseño completamente nueva en la que el espacio (cada vez más reducido) se transforme y adapte dinámicamente a nuestras necesidades y usos.
"Para los desarrolladores y propietarios de bienes raíces, la tecnología y las soluciones de Ori crean una ventaja competitiva real. Pero lo que es más importante, ser capaz de transformar y configurar su espacio de una manera elegante y sin fricciones no sólo significa una experiencia mejorada para los residentes que viven en viviendas urbanas compactas, sino que también abre un nuevo camino hacia la asequibilidad y el acceso a las comunidades urbanas", asegura en el mismo comunicado el presidente de la compañía, Edwin Hendriksen .
En 2018 se lanzaron al mercado las primeras unidades de producción de Ori, cuyos muebles permiten la transformación del espacio con el toque de un botón o comando de voz, y que ya se pueden encontrar en más de 30 proyectos ubicados en las principales ciudades de Estados Unidos. Además, a partir de 2020 lanzaran a la venta una nueva colección de muebles de interior robóticos bajo la misma premisa.
"La tecnología de Ori y su nueva forma de concebir espacios interiores flexibles y receptivos libera el potencial para proporcionar a los residentes de la ciudad acceso a una experiencia de vida urbana de primera clase a un precio razonable", asegura en el mismo comunicado Dan Doctoroff, presidente y director ejecutivo de Sidewalk Labs, la compañía propiedad de Alphabet, la matriz de Google.
En la misma línea, Krister Mattsson, director general de Ingka Investments (Ikea) asegura que esta inversión se alinea estrechamente con la dirección del grupo para ofrecer soluciones asequibles, convenientes y más sostenibles en espacios pequeños, especialmente a medida que más y más personas se desplazan hacia las grandes ciudades. "Vemos oportunidades potenciales para explorar, junto con Ori, nuevas formas de construir espacios más flexibles y receptivos que nos permitan crear lugares de encuentro innovadores y experiencias de venta al por menor inspiradoras para nuestros clientes en el futuro", ha dicho.