El espacio, poco a poco, se privatiza. Junto a grandes nombres como Elon Musk, startups de base tecnológica trabajan para ganarse su propio hueco ahí arriba. Y entre las españolas, figura un nuevo nombre: Pangea Aerospace. Una startup que quiere cambiar las reglas del sector aeroespacial con una nueva tecnología de microcohetes basados en la reutilización y la eficiencia a partir de un sistema de recuperación de diseño propio.
"Llevar satélites al espacio es una logística compleja… pero no deja de ser una operación basada en llevar cosas de un punto A a un punto B", explica Adrià Argemí, el CEO y fundador de Pangea. En este contexto de complejidad y de atención creciente por el sector, el espacio ha dejado de ser "una última frontera" para considerarse «un sitio donde se puede hacer negocio". Y de ahí surge su proyecto: un mecanismo más barato y eficiente para dar respuesta a la división entre la escasa oferta de lanzamientos y la pujante demanda de satélites.
Su apuesta (todavía en desarrollo) es la de fabricar lanzaderas espaciales para el envío de nano satélites de una forma más económica y sostenible aprovechando que los satélites son cada vez más pequeños. Según explica Argemí, ahora pueden ser como un cubo de 10 cm de arista. Sin embargo, antes pesaban entre 3 y 4 toneladas. "Hoy podemos hacer satélites que ocupan el mismo espacio de zapatos y que pesando solo tres kilos son capaces de desarrollar múltiples tareas", cuenta.
Este cambio en la morfología modifica por completo el negocio de los lanzamientos satélites. Antes, debido a ese gran peso, se realizaba un único lanzamiento para un único cliente. "Sin embargo, ahora las empresas de estos microsatélites lanzan constelaciones completas: ponen en órbita muchos satélites para dar servicio a muchos clientes". ¿Un ejemplo? Una constelación enviada para sacar fotografías cada hora puede servir para el control de fronteras, de activos, de producciones agrícolas y un largo etcétera. Y, además, con la eclosión del internet de las cosas, este tipo de sistemas va a ser cada vez más necesario.
Lanzador para pequeñas cargas
Ante este panorama, la propuesta de Pangea se basa en la construcción de un lanzador especializado en estas pequeñas cargas. "Ya hay algunos, pero no están optimizados porque están hechos para grandes pesos. Los nuestros serán pequeños, pero además reutilizables", cuenta el CEO, gracias a un proceso de recuperación controlada que está en proceso de patente.
Esta última característica es ,precisamente, la que permitirá abaratar el coste de las operaciones para ofrecer un precio de acceso al espacio mucho más bajo. "Hoy un cohete es de usar y tirar, y estamos hablando de cosas que valen millones y funcionan solo media hora. Es como coger un avión, llegar a Nueva York y tirarlo para volver con otro nuevo", dice el responsable de la empresa para ejemplificar la ineficiencia del sistema actual.
El mensaje ha calado en el mercado y están a punto de cerrar una ronda de financiación que ya ha superado el millón de euros en inversión. Con todo, la hoja de ruta es todavía larga: a finales de 2025 esperan realizar el primer lanzamiento, y en 2022 cuentan con hacer las primeras pruebas. El tiempo dirá si los cohetes de Pangea Aerospace consiguen subir al cielo, pero de momento el interés del mercado ya lo han captado.