Esta semana, la agencia espacial europea (ESA, por sus siglas en inglés) ha acometido un nuevo hito en la exploración espacial. Lo ha hecho con el lanzamiento desde la base en Kourou (Guayana francesa) de un telescopio de última generación, llamado Cheops, cuya misión es fácilmente descriptible pero increíblemente compleja de ejecutar: caracterizar los exoplanetas que la Humanidad ya hemos ido descubierto.
¿En qué consiste caracterizar exoplanetas? Básicamente en observar minúsculos cambios de brillo en las estrellas para analizar la densidad y composición de exoplanetas que orbiten alrededor de ellas, lo que resulta esencial para entender su estructura y composición. Por ejemplo, nos informa de si son predominantemente gaseosos o rocosos o, quizás, si contienen océanos.
La gran precisión con la que el telescopio podrá medir la profundidad de los tránsitos, permitirá a los astrónomos determinar los tamaños de los planetas con exactitud. Además, identificará objetos para su estudio por el telescopio espacial James Webb, capaz de detectar la presencia de agua y metano -elementos importantes en la búsqueda de signos de habitabilidad- y cuyo lanzamiento está previsto para 2021.
Con Cheops podremos medir los tránsitos de exoplanetas que no somos capaces de detectar desde los observatorios terrestres, al estar limitados por la turbulencia de nuestra atmósfera. También se obtendrán los parámetros físicos con más precisión de planetas gigantes gaseosos, lo que ayudará a seleccionar aquellos que queramos observar con más detalle”, comenta Roi Alonso, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
Y es que, este proyecto tiene un importante acento español. En total, participan en Cheops 21 instituciones científicas de diez países diferentes, entre los que se encuentran dos investigadores del mencionado centro canario. “Desde aquí hemos liderado un grupo de trabajo destinado a planificar una serie de medidas para monitorizar el instrumento. Estos cálculos se realizarán poco después del lanzamiento para evaluar el estado de Cheops una vez llegue a su órbita”, explica Enric Pallé, investigador del IAC y miembro del comité para el seguimiento del satélite.
Este satélite es el primero que se lanza por parte de la ESA, dentro de un grupo de tres misiones programadas para la próxima década con el fin de abordar la investigación en el campo de exoplanetas desde múltiples aspectos. Estas misiones (Cheops hoy, Plato a partir de 2026, y Ariel a partir de 2028) mantendrán a la comunidad científica europea a la vanguardia de estas investigaciones.
El lanzamiento se ha seguido desde dos centros de operaciones: el primero de ellos, en Ginebra (Suiza), para planificar las observaciones, el procesamiento y el archivo de datos. El segundo de ellos, situado en Torrejón (España), encargado de la operación de la misión, mediante la transmisión de comandos al satélite y la recepción de los datos.