Crear un sistema documental "veraz e incorruptible" para controlar de forma eficiente el transporte de las mercancias peligrosas. Este es el objetivo del proyecto Gestablock que están desarrollando los institutos tecnológicos Aidimme e ITI para integrar distintas tecnologías con las que crear un sistema de gestión de los procesos de transporte de estas mercancías para mejorar, por un lado, la trazabilidad, y por otro, reducir el riesgo de incidencias durante el aprovisionamiento, el tránsito y la descarga final del producto en destino.
Gestablock, cofinanciado por el IVACE y el fondo FEDER de la Unión Europea, pretende involucrar a todos los agentes de la cadena de suministro porque en la actualidad no existe una solución que aúne la gestión de la extensa documentación legal para este tipo de transporte y referencie las incidencias del proceso de carga, descarga y tránsito, "con una monitorización en vivo que impediría ocultar los siniestros que son de obligada notificación por parte de la empresa y el Consejero de Seguridad", explican fuentes de estos centros tecnológicos.
Con este sistema podrían obtenerse sin "dificultades" estadísticas "ágiles" gracias a una serie de herramientas que con la gestión de la trazabilidad permitirían completar la documentación legal, en forma de smart contracts, APIs y aplicaciones externas, y otros datos computados por un dispositivo inteligente acoplado al transporte o sus cargas.
De esta forma, la preservación de la información quedaría garantizada mediante redes como Alastria o Ethereum Quorum, basadas en plataformas con arquitectura distribuida y descentralizadas de código abierto, que permiten "formalizar un sistema de nodos blockchain o de tecnología de registro distribuido (Distributed Ledger Technology, DLT, por sus siglas en inglés) dando un acceso permisionado (autorizados) a los actores participantes".
Ojo de halcón
Además, Gestablock dispondrá de otra herramienta fundamental que completará este sistema único de control de mercancías peligrosas, inicialmente previsto para el transporte por carretera, pero ampliable al resto de modalidades, ferroviario, aeronaves y buques.
Se trata de un dispositivo inteligente autónomo incorporado a las unidades de carga o al propio transporte que registrará todos los parámetros físicos que sucedan en el trayecto mediante algoritmos de machine learning, como movimientos de carga, impactos, caídas, o posición GPS, entre otros, y que alertará de incidencias graves a los diferentes actores de la cadena de suministro.
Este servicio permitirá además evaluar en laboratorio la adecuación de los contenedores, envases, y embalajes, para sus ajustes y rediseños, y minimizar en caso de accidente las roturas y los consecuentes derramamientos que pueden originar combustiones espontáneas o en contacto con el agua, entre otros factores de riesgo.
Un consorcio de empresas del sector procederá a la validación final del proyecto mediante diferentes pruebas en un entorno controlado que aplicará las condiciones exigidas según la normativa del Acuerdo Europeo sobre el Transporte Internacional de Mercancías Peligrosas por Carretera conocido como ADR.