La Universidad Metropolitana de Manchester ha puesto en marcha un proyecto de casi 10 millones de euros para transformar los desechos plásticos de un solo uso en materia prima para la fabricación aditiva, así como para el moldeo por intrusión, una combinación de extrusión y moldeo por inyección, explican los investigadores de este proyecto.
Los artículos de plástico duro, como las botellas de bebidas, se convertirán en filamentos de impresión 3D, mientras que el plástico de menor valor, como las láminas delgadas, que actualmente no se pueden reciclar fácilmente, se utilizará para fabricar productos como mesas, sillas e incluso farolas, mediante moldeo por intrusión.
Con el objetivo de proporcionar a los desechos una segunda vida sostenible y conseguir encontrar una solución para los materiales plásticos reciclados, el proyecto utilizará estos plásticos como materia prima para producir nuevos artículos como mesas, sillas y productos impresos en 3D a medida.
Apoyado por el Programa Interreg del Noroeste de Europa como parte del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), el proyecto, denominado TRANSFORM-CE, no solo tiene como objetivo desviar miles de toneladas de desechos del vertedero en el noroeste de Europa, sino también crear una nueva demanda económica para la absorción de materiales plásticos reciclados por las empresas, tanto a nivel local como más allá.
La ciudad de Manchester acoge el PrintCity, un centro de fabricación aditiva que trabaja con empresas locales para incorporar estos nuevos materiales reciclados en su proceso de diseño de productos.