La súper especialización tecnológica es una poderosa arma para crear startups innovadoras. Pero la pandemia de coronavirus está demostrando lo oportuno que es poseer flexibilidad para diversificar la aplicación de las tecnologías que se dominan hacía necesidades acuciantes. Valgan de ejemplo media docena de compañías israelíes en lucha contra el Covid-19.
Empezando por Pluristem Therapeutics, una empresa de base científica con sede en Haifa que acaba de cumplir 19 años. Su CEO y presidente, Yaki Yanay, explica que trabajan con células placentarias para desarrollar terapias regenerativas aplicadas contra diabetes e isquemias, en recuperación de daños por radiación y para regeneración muscular en astronautas de NASA. El Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas de la CE y el BEI, le concedieron la semana pasada una financiación de 50 millones para investigación específica sobre al Covid-19.
Está experimentando desde hace ocho semanas con pacientes en Israel y Estados Unidos. "En Nueva York la tasa de mortalidad para los ingresados en la UCI llega al 88%. Nuestro tratamiento tiene datos iniciales muy prometedores, con el 100% de supervivencia", señala Yanay. "Las células placentarias crean proteínas anti inflamatorias".
Espera empezar muy pronto a distribuir un fármaco. "De una simple placenta obtenemos tratamientos para más de 20.000 pacientes y tenemos nuestra propia fábrica", señala.
Kira Radinsky es jefa de tecnología de Diagnostic Robotics, compañía fundada en 2017 que hace diagnósticos médicos con inteligencia artificial. Su plataforma estaba desplegada en un 75% de los servicios médicos israelíes. Su Ministerio de Sanidad lo ha convertido en pieza estratégica.
"Hacemos triaje online y automatización de flujos sanitarios", explica Radinsky. "Hace dos meses nos pidieron extenderlo a toda la población. Esto ayuda a conocer la cobertura de recursos, pero también cómo se propaga [el virus], para lo que aplicamos algoritmos de machine learning", añade. "Se envía a toda la población una consulta sobre los síntomas y al final del proceso se puede informar a cada paciente sobre su nivel de riesgo, de manera anónima. Sin anonimato, se puede hacer seguimiento de quienes tienen síntomas o temen estarlos teniendo".
Ahorra un 30% de llamadas a las consultas y "puede desplegarse en un solo día. Soportamos múltiples idiomas: inglés, español, francés, portugués o cualquiera otro".
La misión contra el Covid-19 de Yariv Bash, CEO de Flytrex (creada en 2017), es logística, "ayudar a mantener el distanciamiento social mediante entregas a domicilio sin contacto" con drones. "Construimos drones certificados y podemos suministrar cualquier cosa en cuanto la pidan. Si necesitas tomates para la cena, o una botella de vino, lo tienes enseguida en la puerta de casa", explica Bash.
Kamada es una biofarmacéutica fundada en 1990, especializada en tratamientos derivados de plasma. Sus productos se venden en 30 países, destacando un tratamiento anti rábico. A partir de su plataforma IgG desarrolla un remedio contra el Covid-19 con inmunoglobulina.
Se elabora con plasma donado por pacientes convalecientes que han generado anticuerpos. "Purificamos el plasma en busca de proteínas y anticuerpos específicos", detalla Amir London, CEO de Kamada. Va a colaborar con la italio-americana Kedrion, que recolecta plasma, materia prima insustituible, según confirma London a INNOVADORES. "Estará disponible muy pronto".
Una aportación distinta es la de Legend Sports Tech, una plataforma de entrenamiento virtual inmersivo, para baloncesto, fútbol, balonvolea… deportes de equipo. Utiliza inteligencia artificial y machine learning para monitorizar y analizar los entrenamientos que se hacen en casa y genera planes personalizados.
"Mueves el cuerpo y lo mezclamos en una experiencia gamificada en tu móvil", explica el cofundador Yoav Naveh. El usuario recibe instrucciones para realizar movimientos y ejercicios que graba en vídeo. La IA los puntúa para competir con uno mismo o con amigos.
Y por último, según el orden de aparición en la presentación, Kaltura es una plataforma de vídeo que se ofrece como servicio en vivo o bajo demanda desde 2006. La usan "empresas, organizaciones educativas y medios de comunicación de todo el mundo", dice Noa Oron, su directora de desarrollo de negocio.
"Nuestra plataforma puede atender desde uno hasta millones de espectadores, crear vídeo o enviar mensajes". Su herramienta para webinars se ha utilizado para improvisar educación virtual, ante la emergencia que impide a los alumnos asistir a clase. "Es una solución basada al 100% en el navegador, así que puedes conectar directamente con un link. Aunque podemos ofrecer mejor calidad con nuestra plataforma", añade.
Al surgir el brote infeccioso, Kaltura ofreció gratis hasta junio su plataforma a instituciones educativas de todo el mundo. España y la India son países en los que, aparte de Israel y Estados Unidos, ha logrado gran penetración en colegios. En Israel y Austria los propios ministerios educativos han adoptado su tecnología para lanzar contenidos.