La energia solar es la gran promesa, junto con la eólica, para la descarbonización energética. Pero el sol no siempre brilla con la misma intensidad. Por eso el gran reto de la energía solar es encontrar el mejor sistema para almacenarla y, sobre todo, emplearla (liberarla) cuando y donde sea preciso (de manera controlada). El secreto parece estar en una molécula diseñada en los laboratorios de la Universidad de Chalmers, en Suecia.
Esta molécula, hecha de carbono, hidrógeno y nitrógeno, a la que llaman MOST (Molecular Solar Thermal Energy Storage System), está especialmente diseñada para transformarse, cuando reciben luz (cuando recibe los fotones), en un isómero -una molécula formada por los mismos átomos, pero dispuestos de una manera diferente- rico en energía. Este isómero es capaz de almacenar la energía hasta un máximo de 18 años y puede ser transportado sin pérdidas.
El proyecto MOST, iniciado en Suecia y en el que participa la Universidad de la Rioja (UR), ha desarrollado ahora un prototipo para almacenamiento de energía basado en esta molécula y un sistema con capacidades únicas para capturar y almacenar esta energía. Desde hace cinco años el departamento de Fotoquímica Orgánica de la Universidad de La Rioja ha trabajado en "el estudio de la liberación controlada de energía, explica Diego Sampedro profesor titular de Química Orgánica.
Un paso clave para poder aplicar esta tecnología es que la energía almacenada pueda ser liberada de forma controlada, es decir, que podamos usar esa energía exactamente en el momento y lugar precisos". Una energía que puede servir de calefacción para zonas residenciales o industriales.
Así han conseguido desarrollar un catalizador que, sólo cuando es necesario, libera la energía en forma de calor, “al tiempo que devuelve la molécula a su forma original, por lo que puede ser reutilizada en el sistema de calefacción, sin ningún tipo de emisión ni generación de productos de desecho”, señalan desde la UR.
Con este sistema, los investigadores han demostrado el potencial del sistema MOST para solucionar el gran desafío de la energía solar (cómo almacenarla, transportarla y liberarla). Una técnica que puede convertirse en una herramienta fundamental para conseguir la transición a energías verdes, libres de combustibles fósiles. Los resultados obtenidos en laboratorio no dejan lugar a dudas, pero es preciso ampliar la investigación para su uso en aplicaciones reales a mayor escala.
La UE, a través del proyecto HORIZONTE 2020, ha concedido una ayuda de 4,3 millones de euros para este proyecto, en el que van a colaborar durante los próximos tres años y medio la Universidad Tecnológica de Chalmers (Suecia), la Universidad de Copenhague (Dinamarca), el Fraunhofer-Gesellschaft de Múnich y el centro de investigación ZAE Bayern (Alemania), la empresa Johnson Matthey (Reino Unido) y el Grupo de Fotoquímica Orgánica de la Universidad de la Rioja (UR).