España es uno de los países que más horas de luz solar recibe y, por ende, uno de los que más potencial tiene en su uso como fuente renovable, sostenible y económica de energía. Sin embargo, su aprovechamiento en las dos vertientes principales -electricidad y calor- no resulta del todo eficiente, ya que los paneles existentes en la actualidad desaprovechan gran parte de la irradiación solar.
Esa fue la oportunidad que vio una empresa zaragozana, Abora Solar, que desde 2017 está produciendo paneles híbridos que explotan el máximo del potencial del sol, con una función mixta que maximiza su rendimiento al mismo coste que un panel térmico convencional.
“Trabajando en Francia y Austria, me di cuenta de que esta tecnología les funcionaba. Y si allí lo hacían, ¿por qué en España no? El coste es similar, pero la diferencia en rendimiento es muy alta. Con un ciclo de vida de 25 años, hemos estimado que el retorno de la inversión se consigue en cinco años, mientras que por ejemplo el ‘payback’ de la fotovoltaica -más económica- es de siete años debido a que no tiene la parte térmica”, detalla a INNOVADORES Alejandro del Amo, máximo responsable de la firma. “Los paneles híbridos son la mejor opción desde una visión a medio plazo, no mirando el corto plazo ni el céntimo inicial como sucede con las fotovoltaicas”.
Con el paso de los años, la tecnología de sus paneles ha ido evolucionando de forma notable: si en 2012, sus primeras investigaciones arrojaban un 65% de rendimiento, en 2018, Abora anunciaba que conseguía convertir el 75% de la irradiación solar en energía útil; ahora ese porcentaje es del 89%. “El 70% es en forma de calor, y el 19% es fotovoltaica. Las principales mejoras han venido por la evolución de la célula pero, especialmente, por reducir las pérdidas de conversión en calor”, detalla Del Amo. De hecho, la empresa sigue innovando tanto en los procesos industriales como en la tecnología ‘core’ con el doble propósito de seguir aumentando ese porcentaje y, al mismo tiempo, de seguir reduciendo el coste de estas instalaciones.
Con presencia ya en diez países, la startup está enfocada en aquellos edificios donde necesitan grandes volúmenes de agua caliente (hoteles, lavanderías, piscinas o industrias como la láctea o las conserveras) pero que quieren tener además producción de electricidad solar al mismo tiempo que consiguen ese preciado calor.
Es el caso, por ejemplo, de la cadena hotelera Iberostar, que implementó la primera de estas instalaciones en agosto del pasado año y que ya tiene cuatro más en cartera. O de las residencias Vitalia, con diez edificios equipados con estos paneles híbridos. Incluso ayuntamientos, como el de Sant Cugat, utilizan esta tecnología para alimentar sus piscinas y polideportivos. De ahí a colegios y facultades e incluso cárceles como la de San Sebastián en la que Abora Solar está trabajando actualmente. Y fuera de nuestras fronteras, la joya de la corona será la cubierta del edificio de la OCDE en París, que estará operativa en 2021. “Para un hotel de 100 camas, se necesitan unos 50 paneles que suponen unos 70.000 euros en inversión. Pero con esa cantidad conseguiría ahorros de 850.000 euros en 25 años”, ejemplifica el empresario. Números de peso que juegan a favor de esta opción combinada frente a las aproximaciones tradicionales.
En este camino por la democratización de los paneles solares híbridos, Abora Solar ha recibido el apoyo del CDTI -a través del programa Neotec-, de la iniciativa europea Horizonte 2020 y del paraguas comunitario de EIT. Todo desde Zaragoza y con un punto de partida y destino muy sencillo: hacer que el Sol siga marcando nuestro particular camino energético.