El TDAH, o trastorno por déficit de atención e hiperactividad, es una afección del neurodesarrollo con una prevalencia estimada del 7,2% en niños y adolescentes, según las últimas revisiones. Para su diagnóstico los profesionales de la salud utilizan la historia clínica apoyada, habitualmente, por escalas que rellenan sus cuidadores y/o profesores. Hasta el momento no se ha desarrollado ninguna prueba diagnóstica del TDAH.
En un trabajo publicado recientemente en la revista ‘Brain Sciences’, un equipo de investigadores plantea utilizar un videojuego, con el que los niños ya están familiarizados, para identificar síntomas de este trastorno y evaluar la gravedad de la falta de atención. “La dinámica consiste en que el jugador tiene que hacer que un avatar –en este caso, un mapache– evite diferentes obstáculos que se interponen en su camino mientras corre”, explica el autor principal del estudio, David Delgado Gómez, profesor del Departamento de Estadística de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M).
En el juego, el mapache tiene que saltar 180 huecos que se agrupan en 18 bloques. “Cada bloque se identifica por la velocidad del mapache, la longitud del tronco y la longitud del hueco. La longitud del tronco y la velocidad del avatar definen el tiempo entre estímulos, que es aproximadamente de 1,5, 2,5 y 3,5 segundos; mientras que la anchura de la brecha define la dificultad del salto”, señala una de las autoras del estudio, Inmaculada Peñuelas, psiquiatra del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y profesora del Departamento de Personalidad, Evaluación y Psicología Clínica de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
“Nuestra hipótesis es que los niños diagnosticados con TDAH de subtipo inatento cometerán más errores por omisión y realizarán un mayor número de saltos cerca del hueco como resultado de los síntomas de inatención”, explica Peñuelas.
El principal beneficio de este videojuego es que permite identificar síntomas de déficit de atención de una manera directa y objetiva. Actualmente, el diagnóstico del TDAH depende principalmente de la experiencia de los profesionales de la salud y de las habilidades de observación del cuidador o del maestro. Varios estudios han determinado que estas apreciaciones pueden verse alteradas, por ejemplo, por factores afectivos.
Pero no es la única ventaja. Cada prueba tardaría solamente siete minutos en hacerse y sin necesidad de usar un hardware específico, lo que reduce considerablemente su coste. De hecho, se pueden utilizar ordenadores personales, tabletas o dispositivos móviles convencionales, permitiendo realizar evaluaciones remotas. “Nuestros resultados indican que una prueba de menor duración podría ser suficiente para evaluar con precisión los síntomas clínicos del TDAH. Esta característica la hace especialmente atractiva en entornos clínicos donde el tiempo es escaso”, indican los investigadores.
El estudio se llevó a cabo con la colaboración de un grupo de 32 niños diagnosticados con TDAH de entre 8 y 16 años de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente del Departamento de Psiquiatría del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. Además de la UC3M y la UCM, en la investigación han participado investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos, la Universidad Autónoma de Madrid, el CIBER de Salud Mental y el Hospital Universitario Puerta de Hierro.