Sólo en España, 120.000 personas sufren un ictus cada año. Una incidencia que se ha duplicado en los últimos años y para la que se estima un incremento en el número de casos del 34% en Europa en 2035, llegando a afectar a más de cuatro millones y medio de personas.
Estos datos de la Fundación Ictus también señalan que en nuestro país una de cada cuatro personas sufrirá un ictus a la largo de su vida, de los que entre el 33 y el 35 por ciento quedará con secuelas que necesitan rehabilitación. Esto nos da la dimensión de la necesidad de luchar contra una enfermedad que ya es la primera causa de discapacidad en España. Y es que, como revela la Sociedad Española de Neurología (SEN), actualmente en nuestro país más de 360.000 personas tienen reconocida una discapacidad por haber padecido un ictus.
Cifras que esconden nombres y apellidos y que son la razón de ser de Time is Brain, la spin off que crearon en 2020 Alicia Martínez, Antoni Dávalos y Jaume Coll, tres neurólogos del hospital Germans Trias y Pujol de Barcelona con un único objetivo: cambiar el impacto devastador del ictus agudo.
Para ello han desarrollado BraiN20, un dispositivo médico que ellos mismos denominan "el electrocardiograma del ictus", ya que "monitoriza en tiempo real el estado del cerebro desde el inicio de los síntomas del ictus hasta después de que el paciente reciba el tratamiento, permitiendo que la toma de decisiones sea precisa y rápida, impactando positivamente en el pronóstico del paciente", explican.
Aseguran que, pese a los avances en el diagnóstico y tratamiento del ictus que se han ido dando en las últimas décadas, un 50% de los pacientes permanecen con una discapacidad a largo plazo.
Según los fundadores de Time is Brain ello se debe a la "falta de tecnologías que proporcionen información en tiempo real del estado del cerebro durante todo el proceso asistencial, llevando a la toma de decisiones erróneas e induciendo retrasos en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes".
Y esto tiene unas implicaciones negativas su pronóstico: "Cada minuto después de un derrame cerebral mueren 1,9 millones de células cerebrales por lo que cada hora de retraso reduce en un 20% las probabilidades de recuperación satisfactoria".
Rapidez en la toma de decisiones
Así, BraiN20 está dirigido especialmente a cualquier persona que sufre un ictus isquémico agudo (85% del total) y, potencialmente, a cualquier tipo de ictus. "La monitorización que ofrece el dispositivo permite una toma de decisiones más eficaz y rápida, basada en datos objetivos y a tiempo real de la viabilidad del cerebro", afirma Alicia Martínez Piñeiro, CEO y fundadora de Time is Brain.
Incluso podría utilizarse en personas de las que ya se sabe que tienen una mayor predisposición a sufrir un ictus. "Se ha demostrado que ciertos factores favorecen la aparición de un ictus, como la hipertensión arterial, la diabetes Mellitus, dislipemia, un tipo de arritmia como la fibrilación auricular y, de manera más minoritaria, factores genéticos", explica.
Actualmente, BraiN20 está utilizándose en investigaciones clínicas en seis hospitales españoles y aunque aún habrá que esperar a que finalicen dichos estudios para disponer de datos sobre la satisfacción del usuario o la comodidad del paciente, Martínez Piñeiro apunta que "en el momento de la presentación de éste a los diferentes centros, todos los profesionales han mostrado un gran interés en disponer de este tipo de herramienta y tecnología, ya que ofrece información a tiempo real y continua de la viabilidad cerebral del paciente, y es accesible a diferentes perfiles (médico, enfermería, técnico sanitario), sin requerir una formación especializada".
BraiN20 es un dispositivo en formato tablet diseñado teniendo en cuenta los requerimientos de los usuarios finales del producto aseguran. Por tanto, es easy-to-use, con un botón de encendido, una pantalla táctil, y entradas donde se conectan los sensores de un solo uso que se colocan en la cabeza y en las manos del paciente.
Algoritmos e inteligencia artificial
"El dispositivo fundamentalmente lo que registra son señales neurofisiológicas, en particular, señales eléctricas cerebrales, que se procesan y analizan mediante dos algoritmos, diagnóstico y predictivo", explica Alicia Martínez Piñeiro que añade cómo en ese análisis la inteligencia artificial ya juega un papel esencial para el análisis predictivo de dichos datos.
Información de la que se garantiza la privacidad en todo momento, ya que BraiN20 no incorpora datos personales del paciente y las variables clínicas que recoge están pseudoanonimizadas.
"Disponemos de asesores especializados de referencia en materia de protección de datos que nos permiten estar completamente alineado con la normativa vigente actual a nivel de España, Europa y global. Por otro lado, nuestras investigaciones clínicas han sido aprobadas por los Delegados de Protección de Datos de los Comités de Ética correspondientes", apunta la CEO de Time is Brain.
Con la mirada puesta en 2025, año en el que afirma que obtendrán el marcado CE de la Unión Europea para el dispositivo, Alicia Martínez Piñeiro no esconde su deseo de lograr que BraiN20 forme parte de las tecnologías que se utilizan como standard of care del ictus.
"Me gustaría ver cómo BraiN20 se usa con la misma naturalidad que un TAC o una resonancia magnética a nivel global, estableciendo un antes y un después en el manejo del ictus, como en su día lo fueron dichas técnicas de imagen. BraiN20 está llamado a cambiar el status quo actual, no sólo en el ámbito del ictus, sino también en otras enfermedades neurológicas: el potencial de diversificación de la tecnología abarca otras condiciones neurológicas y en diferentes ámbitos hospitalarios", afirma.