María Carmen García García, galardonada con el Premio Nacional de Investigación 2024 en la modalidad de Ciencias Físicas Blas Cabrera.

María Carmen García García, galardonada con el Premio Nacional de Investigación 2024 en la modalidad de Ciencias Físicas Blas Cabrera.

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Referentes reales y financiación estable: las reivindicaciones de Carmen García, Premio de Investigación 2024

La investigadora destaca la formación de los profesionales españoles, pero señala que el país tiene deberes pendientes como la reducción de la burocracia o garantizar la continuidad en la financiación de los proyectos. 

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La vocación de la investigadora María Carmen García García por la física, su rama de especialización, empezó en su etapa escolar, cuando uno de sus profesores le trasladó su motivación por la misma. Muchos años después de esto, como un signo de la circularidad de la vida, ella es la que da charlas a jóvenes y profesores de los institutos con el objetivo de transmitirles su entusiasmo por dicha área. 

Su pasión, su experiencia, su extenso conocimiento y, sobre todo, los avances en los que ha sido partícipe dentro de este campo de la ciencia se han materializado en su distinción con el Premio Nacional de Investigación 2024 en la modalidad de Ciencias Físicas Blas Cabrera, un reconocimiento otorgado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y que supone una de las más altas distinciones que se conceden en el país a la investigación. En concreto, el galardón subraya su aportación a la búsqueda de partículas de vida media larga, desarrollo de detectores de trazas y su participación en el experimento ATLAS del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN), que fue clave para el descubrimiento del bosón de Higgs. 

En una entrevista con DISRUPTORES-EL ESPAÑOL, García cuenta que su paso por el CERN fue, de hecho, el que le confirmó su interés por la experimentación. Allí, explica, se dio cuenta de que los efectos o las medidas que le explicaban en clase no eran algo tan cerrado, sino que evolucionaba día a día con la experimentación. "Esa fue mi motivación", afirma. 

Y es que, a pesar de que a lo largo de su extensa carrera la investigadora ha participado en proyectos en regiones como Inglaterra o Estados Unidos -donde hizo la tesis trabajando en un experimento en una mina en la frontera con Canadá-, para ella su época más interesante ha sido la relativa a la organización europea, especialmente en su participación en la construcción del detector que está operando en el LHC. “Fue una época muy emocionante porque estábamos casi aprendiendo, éramos un grupo que no teníamos mucha experiencia y entre todos íbamos aprendiendo y contribuyendo al experimento”, rememora. "Desde entonces siento lo importante que es tener un grupo con el que poder trabajar y colaborar, que vayas codo con codo". 

María Carmen García García, Premio Nacional de Investigación 2024 en la modalidad de Ciencias Físicas Blas Cabrera.

María Carmen García García, Premio Nacional de Investigación 2024 en la modalidad de Ciencias Físicas Blas Cabrera.

Esta filosofía la ha acompañado hasta el día de hoy cuando, preguntada por el galardón que ha recibido por parte del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades no duda en acordarse de su equipo, sin el cual "no se hubiese llegado a ningún puerto". "Este reconocimiento es también para ellos porque entre todos hemos llegado a las conclusiones por las que se me ha dado el premio, es un trabajo muy en equipo", precisa. 

García explica que la física experimental es una disciplina que está muy poco reconocida porque, normalmente, lo que más destaca es llegar al resultado del experimento y se suele pasar por alto la teoría que lo ha propiciado. Por eso, celebra este premio como una gratificación no solo a título personal, sino al trabajo instrumental en general. 

Hacer equipo, además, no es solo una cosa relativa al ámbito laboral, sino que la investigadora también destaca entre sus agradecimientos el tándem que ha hecho con su familia y, especialmente, con su marido. "He sacrificado muchas cosas, me han ayudado mucho y esto (el galardón) es como una especie de reconocimiento total", precisa. 

La importancia de los referentes reales

Más allá de esta gratificación a su esfuerzo y dedicación, García cree que no ha cambiado prácticamente nada su vida cotidiana desde que recibió el Premio Nacional de Investigación 2024. Salvo en una cosa: ha retomado su pasión por la divulgación. 

Según cuenta, a ella le encanta dar charlas para trasmitir su entusiasmo por esta disciplina, pero desde 2022 había paralizado esta actividad. Ahora, este reconocimiento ha servido como un empujón para recuperar su entusiasmo por la divulgación y volver, en sus propias palabras, "al pie del cañón". "En ese sentido sí que me ha cambiado un poquitín la vida", reconoce. 

Junto a las charlas, la investigadora también señala que se está planteando retomar las clases que daba a los profesores de instituto, en las que les explicaba la base de su trabajo con el objetivo de que pudiesen transmitírselo en mejor medida a sus alumnos. Esta, precisa, es otra de sus grandes pasiones: estar en contacto con los estudiantes e intentar contagiarles su pasión por esta rama de la ciencia. 

En este sentido, reivindica la necesidad de apostar por referentes más humanos para las nuevas generaciones. "No puedes plantearles, por ejemplo, a Marie Curie porque nadie se va a sentir identificado con ella", explica. "Hay que enseñar otros referentes, hay que enseñar a gente que está trabajando en investigación y que tienen una vida normal, que no hace falta ser un friki para estar en investigación", insiste. 

Ser mujer en el ecosistema investigador 

Y no solo de referentes en general, García también subraya la necesidad de tener modelos femeninos en este ámbito, algo que ella ha echado de menos en toda su carrera, a lo largo de la cual ha tenido que lidiar en multitud de ocasiones con ser la única de su género en la sala. "Cuando hacía la tesis, en el laboratorio… era la única mujer y lo vivía como algo normal", rememora.

Según explica, todo cambió cuando un día la invitaron a dar una ponencia sobre género y se puso a reflexionar sobre este aspecto, dándose cuenta que en su trayectoria profesional había experimentado en sí misma todos los tópicos de la discriminación por género. Entre ellos, menciona el hecho que a las mujeres les cuesta mucho más presentarse a un premio o autopromocionarse porque piensan que no se lo merecen. "Eso, para mi, es una constante en mi vida", confiesa.

También, señala el hecho de que ellas dudan más a la hora de tomar responsabilidades o se ven más cuestionadas a la hora de llegar a áreas de decisión. "Me ha pasado muchas veces que me han dicho: 'Como eres mujer no lo vas a poder hacer' o, al revés: 'Claro, como eres mujer te lo han dado'", denuncia.

Así, agradece que este galardón no solo sirva para destacar su trayectoria en particular, sino como un reconocimiento a todas las mujeres que trabajan en este campo, "que las hay", insiste. "Estamos aquí", afirma.

Cabe destacar que la edición de 2024 de los Premios Nacionales de Investigación ha sido la primera en su historia en la que dos mujeres han sido distinguidas en la categoría de Ciencias Físicas (donde ha sido reconocida Carmen García) y Medicina, otorgada a María del Carmen Tomasa Ayuso García. 

La investigadora reconoce que este hecho es especialmente llamativo en el caso del área de ciencias de la salud, ya que es un ámbito en el que hay muchas más mujeres que hombres, tanto en la parte formativa como en el ámbito laboral. "En medicina, que no se hubiese dado antes este reconocimiento con tantas mujeres como hay, me parece muy grave", afirma. "Se ignora muchísimo nuestra labor".

Los deberes de España 

Preguntada por la situación del ecosistema investigador en España, García precisa que, por un lado, desde el año 2000 se ha notado un incremento de los presupuestos en esta materia que se reflejan en el día, una tendencia que espera "que siga así" en los próximos. La investigadora señala que es primordial mantener la financiación de forma estable e ir aumentándola porque "sin ciencia no hay nada", algo que "ya demostró la pandemia". 

Por otro, aunque señala que aún hace falta desarrollar partes de la Ley de Ciencia, reconoce que esta tiene "muy buenos puntos" y tiende un "buen camino". También, menciona los programas de atracción y retención de talento que se están desplegando por todo el país y que suponen "una gran fortaleza", como las ayudas Ramón y Cajal a nivel estatal o las propias de las comunidades autónomas, por ejemplo, la convocatoria ICREA en Cataluña, las lanzadas por Ikerbasque en el País Vasco o el GenT de la Comunidad Valenciana. Aun así, precisa que estas están muy fragmentadas, ya que dependen de los esfuerzos de cada región, por lo que pide una mayor unificación. 

A pesar de estos buenos puntos, García explica que existen, asimismo, deberes pendientes como, por ejemplo, el salario de los investigadores, especialmente en la gente más joven que entra por primera vez en este campo, o la burocracia. 

Sobre esto último, cree que no solo no se ha avanzado, sino que se ha retrocedido. "Gestionar un proyecto es súper complicado, hay auditorias en las que el nivel es tal que tienes que explicar por qué has comprado un ratón para el ordenador", ejemplifica. "Es un poco surrealista y te hace perder muchísimo tiempo". Esto se refleja en los viajes para dar conferencias en los que siguen viviendo con dietas fijadas en el año 2008, lo que significa que tienen un máximo de 65 euros por noche para buscar un alojamiento.

"Parece que viajar sea un lujo y no, viajar en la investigación es algo muy importante, ya que tienes que tener contacto con otros grupos, ir a conferencias…", enumera. "Creo que aquí hay una asignatura pendiente: hacernos la vida un poco más cómoda a los investigadores y quitarnos burocracia". 

Además, cree que otra área de mejora es el reconocimiento social a los investigadores. García recuerda que la pandemia supuso un punto de inflexión en el que se apreciaron las aportaciones reales de estos profesionales.  "Se vio que, realmente, los investigadores solucionan problemas del día a día", afirma. Según apunta, ella creía que esto se mantendría en el tiempo, pero ha visto cómo ha ido decayendo poco a poco y la sociedad los vuelve a ver como que "viven del cuento, de las subvenciones", lamenta. 

El reconocimiento a este ámbito no solo pasa por los investigadores, precisa, sino también por el personal técnico (informáticos, ingenieros…). "Ese personal es súper importante y no existe una carrera específica para ellos, con lo cual es muy difícil mantenerlos", señala. "Es otro problema que hay que resolver". 

Comparándolo con el resto de regiones en las que ha trabajado, García echa en falta en España que haya continuidad en la financiación de los proyectos. Según cuenta, en este país la mayoría se extienden solo durante tres años, lo que es insuficiente para garantizar el buen desempeño de una investigación. También, señala que es esencial que la estrategia en este campo no dependa de los partidos políticos, algo que no ocurre en otras regiones, pero en esta sí. Mientras, en el lado positivo destaca la buena formación y consideración de los profesionales en el ámbito nacional. 

¿Y ahora, qué?

La conversación con Carmen García termina preguntándole cuál es el siguiente paso tras haber sido distinguida con el Premio Nacional de Investigación de 2024. ¿Ahora qué le queda?

Ella insiste en que este galardón no ha cambiado en absoluto su vida y que va a seguir dedicándose a lo que hacía hasta ahora: la divulgación y la investigación. Según cuenta, espera seguir avanzando en el proyecto en el que está inmersa. "Ahora viene una parte muy importante: el detector que hemos construido, que opera en el LHC, en 2025 tenemos que quitarle la parte central y poner una nueva", avanza. "Eso no se hace de la noche a la mañana". 

Así, cuenta que los próximos años estarán centrados su equipo y ella en este proceso de construcción, instalación y toma de datos con un horizonte que se establece en 2040, cuando la investigadora ya se habrá jubilado. "Vamos, que mi carrera está súper bien definida en ese sentido", bromea.