Siguen las idas y venidas del Gobierno socialista con la 'tasa Google', el nuevo impuesto de entre el 3% y el 5% de la facturación que podría imponerse sobre compañías tecnológicas como el propio buscador, Facebook o Amazon. Este afán recaudatorio, calificado por la patronal del sector como un "tremendo error", fue insinuado por el propio Pedro Sánchez en su discurso de investidura y ha sido auspiciado en numerosas ocasiones por varios miembros del Ejecutivo, pero nunca ha sido concretada o confirmada su próxima entrada en vigor.
En una aparición ante los medios en el 32º Encuentro de Economía Digital de Ametic, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha vuelto a hacer gala de sutiles indirectas y pocas especificaciones al respecto. El ánimo del actual gobierno, en sus palabras, es "hacer una revisión de la fiscalidad para adaptarla al siglo XXI", lo cual implica necesariamente "cubrir las muchas lagunas que tiene la actual regulación" en el ámbito digital.
Sin mencionar directamente a la 'tasa Google', la ministra Maroto sí que ha defendido la necesidad de "promover un modelo económico que, junto a la productividad y la competitividad, contemple su sostenibilidad". Igualmente, la titular de Industria ha criticado los potenciales efectos negativos que "la economía colaborativa puede tener en forma de competencia desleal" de no regularse correctamente su operativa, especialmente en lo relativo a tributos. "Es algo en lo que estamos trabajando de forma coordinada entre todos los departamentos del gobierno", se ha limitado a concretar Maroto.
"Hemos perdido mucho tiempo"
Más allá de la polémica por la política fiscal de las tecnológicas, Reyes Maroto ha aprovechado su intervención en el congreso de AMETIC para defender la apuesta decidida del Ejecutivo progresista por la economía digital: "En esta economía 4.0, los datos son un recurso estratégico y se han convertido en el activo de más valor de las organizaciones. En este nuevo entorno, donde se difuminan las fronteras entre lo físico y lo digital, la combinación de los datos con tecnologías que facilitan la conectividad, la robotización y el aprendizaje automático, como son el 5G, el Internet de las Cosas, la Inteligencia Artificial o la impresión 3D, conforman las palancas que determinarán el éxito o el fracaso de cualquier proyecto empresarial presente o futuro".
Tirando de mantras clásicos y en absoluto manidos, Maroto ha añadido que la economía digital "no se trata de una moda sino de una transformación de nuestra estructura socioeconómica y, por ello, aquellas empresas que no adapten sus procesos y productos quedarán abocadas a la desaparición". Tal y como ya anunció en el evento de la otra patronal, la díscola DigitalES, la ministra ha recordado el plan de ayudas para pymes de Industria Conectada 4.0 por valor de 100 millones de euros, además de reafirmarse en la falta de talento digital existente en nuestro país. Casi como un 'copia y pega' de su anterior intervención, Reyes Maroto ha criticado que "España ocupa el decimocuarto puesto de la Unión Europea en el ámbito de competencias digitales y se encuentra por debajo de la media de la Unión. Nos falta un modelo de formación que prepare a los trabajadores para los cambios que van a producirse".
La vuelta del verano también le ha servido a Maroto para sacar pecho de algunas iniciativas en pañales que comienzan a ilusionar a los miembros del actual Ejecutivo. Entre ellas, "la elaboración de una hoja de ruta para fomentar la digitalización de la industria y los servicios, un plan de modernización del comercio minorista que apoye a las pymes y el lanzamiento de una red de Destinos Turísticos Inteligentes". En torno a esta última propuesta, la ministra ha confirmado que este proyecto se constituirá el próximo octubre, con 24 municipios participantes.