NetApp es ya más una compañía de software que de hardware", comenta a modo de resumen para INNOVADORES Francisco Torres-Brizuela, director de canal, alianzas y nube[s]. Cada pocos meses la compañía da una nueva vuelta de tuerca a su vocación por el cloud añadiendo o ampliando servicios. Hoy habla de "Cloud Volúmenes" para la plataforma Google, un servicio de almacenamiento de archivos que permite "mantener sincronizados los datos en cloud con el almacenamiento on premise [en servidores locales] y pagándolo como servicio".
Ese NetApp Cloud Volúmenes, presentado como "nativo en la nube y sin administración de almacenamiento" significa disponer de equipos físicos en data centers adyacentes de Google, "con latencias de un milisegundo, para hacer computación en la nube". El cliente lo controla desde su consola Google y paga por uso en su factura integrada de NetApp.
Hace cuatro años la compañía de Sunnyvale fue pionera en predicar la nube híbrida, cuando todavía se podía escribir que su negocio era «el suministro de hardware (discos) y servicios para que las empresas construyan nubes privadas». El hardware sigue siendo aún una parte de ese negocio, porque ahora predica la tecnología flash para mejorar el rendimiento de la nube y reducir las latencias hasta el extremo de permitir ese tipo de funcionamiento en el que datos y aplicaciones flotan y fluyen entre servidores locales y nubes. Dicho sea 'nubes' en plural, porque el software de gestión de ficheros de NetApp funciona con todas las superescalares, AWS, Azure, Google Cloud…
Lo de flotar y fluir parece una idea fija para NetApp, empeñada en imbuírsela a los periodistas con referencias prácticas. Hace poco más de un año nos subió a un globo, en una jornada de escasas nubes en el cielo azul segoviano, para sugerir analogías entre las estrategias digitales y la incertidumbre de dónde se acabará aterrizando. Esta vez nos ha hecho volar como pájaros en el túnel de viento de Madrid Fly, "el mayor de Europa".
Tal vez la analogía parezca forzada en este caso. La idea elemental y poética es que los pájaros vuelan gracias a su peso liviano, desparramado en la amplia superficie de sus ágiles alas, para aprovechar un juego de diferentes presiones, un efecto Bernoulli por instinto y dinámica de fluidos aplicada a los vientos. Nada que ver con un tipo de setenta y tantos kilos, braceando torpemente contra una corriente de aire.
Sin embargo, Jaime Balañá, manager de soluciones de ingeniería, acerca la imagen cuando habla de "una explosión diaria de datos", pero contrapone que "antes los analistas estaban todo el día trabajando en el PC con Excel y ahora pueden hacerlo con el móvil y hasta con un reloj...".
Así resulta más fácil captar la idea que su compañía trata de sugerir, ofreciendo las corrientes para hacer subir y bajar los datos con ligereza, aunque se hable de terabytes, a través de herramientas virtuales como cloud volumes, Sync, insights, SaaS Backup, Kubernetes Service… "El cloud es negocio cuando consigues la suficiente flexibilidad", sentencia el consultor de ingeniería Manel Picalló.
Es decir, también el torpe aprendiz de pájaro sube y baja como una pluma, cuando le aplican un huracán ascendente de más de 170 kilómetros por hora y cuenta con ayuda de un monitor experto. Una sensación indescriptible.
"NetApp se está transformando en una empresa que vende software y servicios para mover cosas al cloud», reafirma Balañá, para subrayar que «a través de nuestro market-place, con una tarjeta de crédito, cualquiera puede hacer pago por uso de lo que necesite. El movimiento de los datos es transparente".
No obstante, sigue predominando la idea de implicar a los partners con los clientes finales, para ofrecer consultoría, definir las soluciones para cada necesidad y montar los servicios. "Muchas empresas no tienen expertos y hay una cierta complejidad. Hace falta conocimiento. Un know how que aporta el partner para hacer un canal de valor añadido y que el salto de on premise a la nube híbrida no se note. Que sea una transición", dice Torres-Brizuela. El programa Cloud First ofrece a los advanced partners bonificaciones de hasta el 10% y a los premium, hasta el 15%.
Lo que por ahora no tiene respuesta, ya que la nube es tan transparente ya, cuándo se hará invisible. "Siempre harán falta profesionales para cumplir las políticas de seguridad, de cumplimiento… y al final siempre hay un disco donde se está guardando el dato". O sea, alguien tiene que explicarte cómo se ponen el casco y el mono para volar.