Gradiant aplica tecnología de minería de textos e imágenes para detectar la radicalización

Movilizar, conectar y crear una red de ciudades y personas expertas en distintos campos con el objetivo común de entender mejor las raíces de la radicalización violenta en las ciudades europeas es el objetivo de la iniciativa PRACTICIES ( por las siglas en inglés de Alianza contra la Radicalización Violenta en las Ciudades), un proyecto financiado por la Unión Europea, en el que Gradiant participa junto a otras entidades.

A raíz de los acontecimientos producidos en los últimos años relacionados con el terrorismo, se ha empezado trabajar en el diseño de herramientas para detectar la radicalización. “Nuestra misión en el proyecto es la de desarrollar y proporcionar tecnologías que ayuden a identificar indicios de radicalización en los medios sociales, como Twitter, Facebook o foros de conversación, para que otros expertos en seguridad determinen qué hacer y cómo actuar”, apunta David Chaves, codirector del área de Sistemas Inteligentes de Gradiant.

Para ello, el instituto gallego aplica tecnología de minería de textos, basada en procesado de lenguaje natural (PLN).  "Nos centramos en darle estructura al discurso humano que se vierte en internet, para que un ordenador pueda entenderlo, procesarlo e identificar agresividad en los textos publicados".

Con esta información, que se etiqueta y clasifica, la herramienta ofrece una serie de indicadores de radicalización que sirven de apoyo a los responsables de otras áreas especializados en supervisión del contenido. Precisamente en el etiquetado y la clasificación de contenido es dónde más atención se está poniendo, ya que es la parte más delicada del software y la que resultará indispensable para su uso.

Además, Gradiant aportará tecnologías de visión por computador para analizar automáticamente imágenes, que permitirán complementar las herramientas de identificación temprana o monitorización de situaciones, con el fin de presentar una solución útil y completa que realmente aporte en materia de prevención.

Esta primera fase de diseño y organización del sistema está prevista que concluya a finales del año 2019 para que, a continuación, sea implementado en las políticas dirigidas a prevenir la radicalización violenta en ciudades de toda Europa, como mecanismo de prevención en materia de seguridad en terrorismo.