Pocos negocios le quedan a Amazon por explorar. El espacial es uno de ellos. Las comunicaciones, otro. En realidad, no ‘son’, sino ‘eran’ porque, literalmente, acaba de matar dos pájaros de un tiro. El gigante tecnológico, a través de Amazon Web Services (AWS), su empresa especializada en ‘cloud computing’, ha anunciado un nuevo producto (AWS Ground Station) que abre una nueva conquista en su haber y que, como mínimo, debería poner sobre aviso a las telco.
El lanzamiento venía envuelto por un halo de misterio. El evento estaba programado en la agenda de los periodistas invitados a Reinvent 2018, el gran evento anual de AWS celebrado en Las Vegas; pero el secreto era absoluto. El CEO de AWS, Andy Jassy, se presentaba sobre el escenario un día antes de su conferencia de apertura del congreso. Todas las señales apuntaban a un anuncio inaudito. Sube al atril y empieza a hablar del espacio. Que si ya tienen clientes operando y usando datos de satélites… que si ya trabajan con agencias espaciales como la ESA o la NASA… ¿Se va a sumar Amazon a la carrera espacial? No exactamente (al menos, de momento).
Un poco de contexto: las comunicaciones por satélite están ganando más peso que nunca. Pero “no es tan simple”, explica Jassy. El problema es que hacen falta muchas antenas o estaciones base por todo el planeta para recibir los datos de los satélites. También se necesitan servidores para procesar los datos cerca de las antenas. “Es muy caro”, apostilla.
“Nos preguntamos qué podíamos hacer para facilitar este trabajo”, comenta el CEO de AWS. Resulta que la empresa tiene infraestructura (centros de datos) en 19 regiones de todo el mundo, ¿por qué no aprovechar este despliegue global para ‘hablar’ directamente con los satélites sin tener que ir reenviando los datos de un sitio a otro? Así ha surgido AWS Ground Station, que inaugura una "era disruptiva sobre cómo la gente puede interactuar con los satélites”.
El servicio hace fácil y asequible descargar los datos de los satélites utilizando una red de 12 estaciones terrestres. Una vez que los clientes reciben esa información en la base, pueden inmediatamente procesarla en la nube de AWS, almacenarlas, aplicarle analítica avanzada y machine learning y moverla a otras regiones. En total, la solución puede reducir un 80% los costes.
Para muestra, un botón. DigitalGlobe, de Maxar Technologies, es el proveedor líder de imágenes terrestres de alta resolución. Su objetivo, obtener el mayor detalle posible para poder “construir un mundo mejor”, señala su cofundador y CTO, Walter Scott. La precisión es la clave. En aplicaciones críticas, como la navegación autónoma, estos mapas minuciosos pueden ser la clave cuando los sensores fallan. En Fukushima, por ejemplo, sus mapas sirvieron para determinar las zonas más dañadas. Sus imágenes también han sido determinantes para localizar a refugiados en el mar Mediterráneo y enviar equipos de rescate.
“El espacio es duro, eso es cierto; pero lo más duro es tener que centrarnos en la infraestructura de tierra y no en los satélites”, comenta Scott. Como ya hizo con la nube, AWS cubre ahora una necesidad que a sus clientes no les aportaba valor para ofrecerles una solución ‘as a service’ que les permite centrarse en su negocio. Con AWS Ground Station, ahora DigitalGlobe puede “expandir su red de forma elástica cuando lo necesitamos”. Con más rapidez: en menos de un minuto, 10 veces menos que hasta ahora.
Pero hay más. AWS ha multiplicado el alcance de su anuncio aliándose con Lockheed Martin Space. Esta empresa ha aplicado el concepto de miniaturización de los satélites a las antenas. Así, está creando un ejército de antenas ‘low cost’ tan pequeñas como una caja de zapatos que pueden comunicarse con múltiples satélites al mismo tiempo y así disparar su potencial.
“7.600 millones de personas dependen de los satélites para servicios críticos”, dice el vicepresidente ejecutivo de Lockheed Martin Space, Rick Ambrose. El problema es que las antenas parabólicas solo pueden hablar con un satélite al mismo tiempo. Con la nueva solución, Verge, sus antenas ‘low cost’ trabajan en la nube de AWS. “Gracias a la capacidad computacional de la nube de AWS, ahora podemos hacerlo”.