La inteligencia artificial no es una ciencia lejana que vive solo en laboratorios y fábricas, sino que se cuela ya en nuestro día a día para mejorar (en mucho) aspectos tan cotidianos como los trayectos en metro. Esa es una de las conclusiones que se puede extraer de la primera edición de Innovar para vivir, el nuevo espacio mensual en La Brújula de Onda Cero organizado por Accenture e INNOVADORES.
Con el objetivo de mostrar que la inteligencia artificial se puede aplicar para resolver problemas complejos, Isabel Fernández, managing director de IA en Accenture, explicó el reciente caso de éxito y colaboración que la compañía ha llevado a cabo con Metro de Madrid: el desarrollo de un sistema de gestión inteligente de la temperatura en vagones y estaciones.
Con 300 kilómetros de red, 297 estaciones y más de 600 millones de pasajeros, controlar la temperatura de confort puede parecer un aspecto intrascendente. Sin embargo, tal como expuso Isaac Centellas, responsable de la División de Ingeniería de Metro de Madrid, "la mitad de la energía que necesitamos para alimentar todos los sistemas de la estación se los lleva la ventilación".
"La inteligencia artificial es capaz de controlar la temperatura de una manera más eficiente, porque es capaz de balancearla de tal forma que, manteniendo los parámetros de lo que consideramos temperatura de confort, puede gestionar mejor la ventilación y reducir el consumo energético, además de mejorar la compra de esa electricidad".
¿Cómo? El sistema es capaz de predecir las necesidades térmicas de los vagones y estaciones, lo que permite evitar los picos de refrigeración o calentamiento fruto de la improvisación y, teniendo en la mano estas predicciones, Metro Madrid puede decidir mejor cuándo acudir al mercado energético para comprar lo que necesita.
El resultado de la implantación en este sistema en 2017 fue un ahorro de un 20% del consumo energético en este proceso, lo que se traduce en 750.000 euros de ahorro económico y la emisión de 1.800 toneladas menos de dióxido de carbono a la atmósfera. Los protagonistas de este proyecto han sido "los ingenieros de Metro Madrid y el expertise de Accenture", explicó Centellas, que han trabajado codo con codo para ventilar estaciones y túneles mientras se perseguía tanto la renovación del aire como la evacuación de carga térmica que generan personas y trenes a su paso por las estaciones.
Con todo ello, los algoritmos de Accenture, explicó la responsable de la compañía, anticipan las necesidades de las estaciones a partir del cruce de estimaciones de los pasajeros que llegarán a las estaciones a según qué horas y la predicción meteorológica para "modelar cómo el movimiento del aire dentro de la red influirá en la temperatura". "Cuando sabes lo que va a suceder en el futuro tomas mejores decisiones", sentenció Fernández. Y así es cómo Metro Madrid espera reducir este 2018 entre un 3 y un 5% su factura su global.