La gallina ciega, de Goya, La rendición de Breda, de Velázquez y Jirafa en llamas, de Dalí son las tres obras con las que arranca el proyecto HÁPTIC, que incluye la recreación de estos cuadros en maquetas desarrolladas con impresoras 3D y el apoyo de audiovisuales con narración de contenido y guías táctiles (información sobre las pinturas, el autor y la técnica, fichas con metodología didáctica sobre la apreciación estética y rúbricas de evaluación del proceso de aprendizaje).
La idea de este proyecto surge de la responsabilidad de innovar y de transferir conocimiento: “Se ha aplicado a una necesidad social para que personas con dificultades de visión puedan acceder al conocimiento de la pintura y otras obras de arte, creando un material inclusivo con acceso de vista, oído y tacto para uso didáctico de profesores, así como de uso en museos, salas de exposición y entornos turísticos”, explica Carmen Carpio, profesora de la Facultad de Educación de Toledo.
En la actualidad, este proyecto ya se está aplicando en algunos colegios de la región en los que se han escolarizado alumnos con discapacidad visual. Además, también ha tenido “buena acogida” en el al Museo Tiflológico y en el Centro de Recursos de la ONCE de Madrid. “Se pretende reproducir el material y diseñar otros cuadros nuevos, para que sea aplicado en contextos educativos, artísticos y turísticos reales”.
El proyecto HÁPTIC, que está incluido en el Programa Europeo Horizon 2020 de investigación e innovación, “está dirigido a todo tipo de personas, independientemente de su especificidad, y en diferentes contextos sociales, tanto el escolar, como otros ámbitos de tipo artístico. Es aplicable a alumnado de la etapa de educativa básica o primaria, así como otros niveles si se adaptara a las diferentes edades”, apunta la docente manchega.
Además, este método ha sido seleccionado en primer lugar junto a otros cuatro proyectos de investigación que pasan al ámbito de la transferencia por la Fundación General CSIC y la Plataforma del Español. Las cinco iniciativas destacan, a juicio de los expertos, “por criterios de oportunidad, potencialidad aplicativa de la investigación, nivel de desarrollo y grado de innovación”.