La Cámara de Representantes de Estados Unidos acaba de dar luz verde a la OPEN Government Data Act, que codifica tanto las políticas gubernamentales, como las prácticas y los sitios web de datos de la Administración. El desafío es trabajar en la gestión pública de los datos que genera el Gobierno, con el compromiso de que estos estén accesibles en un formato abierto y electrónico.
Esta nueva normativa, aprobada estas Navidades, codifica dos principios para la democracia alineados con la revolución digital. En primer lugar, incide en que la información pública debe estar abierta por defecto al público en un formato legible por las máquinas, sin dañar la privacidad ni la seguridad.
En segundo lugar, se recoge que las agencias federales deben basarse en evidencias cuando actúan y hacen públicas sus políticas. Esto supone que tendrán que contar con una evaluación oficial para maximizar el impacto de las inversiones públicas de dichas agencias.