La historia de Guillermo Díaz Junior bien valdría como base para el guion de alguna de esas películas que encumbran el sueño americano como ideal de la sociedad occidental: de ascendencia latina, se enroló en su juventud en la Marina de EEUU para poder acceder a una beca militar que le permitiera estudiar la licenciatura de Administración de Empresas en la Universidad Regis en Colorado. Desde este particular y trabajoso punto de partida, Díaz ha ido encadenando una trayectoria profesional intachable en la gestión TIC, primero en pequeñas y medianas compañías del sector (Silicon Graphics, Ingram Micro o Alza Coporation) y, actualmente, en Cisco, donde desde junio de 2015 ocupa el cargo de vicepresidente senior, miembro de la junta directiva y CIO, tras 15 años en otros cargos directivos no menos desdeñables. Y todo ello sin olvidar sus orígenes, siendo mecenas de la red de empleados latinos y de la de veteranos en esta compañía.
Bajo su batuta se encuentran todas las capacidades tecnológicas que permiten operar a este coloso de las redes de comunicación de 48.000 millones de dólares. Él fue el responsable de predicar con el ejemplo al transformar las redes de la compañía hacia los nuevos conceptos propugnados por la firma (intend-based networks), de llevar las aplicaciones de esta corporación a la nube, la incorporación de la ciberseguridad en el seno de esta multinacional o, en el último estadio, de hacer que la propia Cisco sirva de banco de pruebas a las innovaciones que luego proponen a sus clientes.
"He visto los avances que hemos experimentado en Cisco en los últimos 19 años, muchas transiciones tecnológicas y ahora estamos inmersos en otra más, la que se ha venido a llamar 'transformación digital'", explica Guillermo Díaz a INNOVADORES. "Cuando le preguntas a 10 personas distintas qué significa ese término, obtienes 40 respuestas distintas. Para mí, significa simplificar no solo el ámbito tecnológico, sino también los procesos de negocio. Y aplicar el sentido común, porque a veces hay gente que te pide digitalizar o automatizarlo todo y no se paran a preguntarse si les gusta la forma en que se está haciendo hasta ahora. O, en otras ocasiones, se exige hacerlo todo más rápido cuando es mejor pararse, dar un paso atrás e intentar ver el conjunto de una manera distinta para que, cuando automaticemos tareas, sepamos que estamos automatizando las cosas correctas".
Su experiencia le lleva a hablar como si de una clase magistral se tratase, imprescindible ante la reinvención misma del rol del CIO en la actualidad: "¿Cómo nos aseguramos de que obtengamos el mejor conocimiento de los datos a través de esa automatización? Este marco, en el que primero establecemos la taxonomía y luego construimos sobre la idea principal, es realmente importante para nosotros".
Precisamente, uno de los terrenos donde Cisco ha aplicado la automatización con más ahínco es la ciberseguridad. En palabras de su CIO, "en este mismo momento, alguien estará tratando de entrar en nuestra red. Y, a través de la automatización, hemos podido mitigar hasta seis millones de amenazas por día. No hay otra forma de escalar lo suficiente sin contar con estas tecnologías". El otro campo, en orden inmediatamente siguiente de prioridad, es la capacidad transaccional de una multinacional de semejante calado.
"Internamente ejecutamos 100 millones de transacciones cada jornada, y eso solo en procesos ordinarios. Nuestra obligación es no solo posibilitar que puedan llevarse a cabo, sino ofrecer una mejor experiencia para los empleados a cargo de ellas y, en última instancia, para nuestros clientes", explica Guillermo Díaz.
Hacia la nube
Un camino con la lógica por bandera que llevó a Cisco a evolucionar desde la virtualización de sus recursos TIC a apostar decididamente por la nube. "Tenemos una estrategia muy ambiciosa en torno al cloud computing; somos un gran proveedor de servicios en la nube para nosotros mismos. La mayoría de nuestras aplicaciones corporativas, en torno a 1.500, se ejecutan en nuestra nube privada, que está soportada por cinco centros de datos: dos en Texas, otro de recuperación ante desastres en Raleigh, otro en Ámsterdam y otro más en Singapur", detalla Díaz.
"Pero nuestra apuesta es multicloud e híbrida, por lo que también usamos servicios públicos, por ejemplo cuando algún desarrollador quiere probar algo y lo quiere hacer de forma aislada al resto de sistemas de la compañía. También porque algunas de las empresas que hemos ido adquiriendo en los últimos años estaban sustentadas en estas plataformas. Ahora mismo, usamos activamente Google Cloud, también Microsoft Office 365 e incluso Amazon Web Services".
Blockchain y más
Guillermo Díaz tiene una sonrisa prácticamente perenne y un pragmatismo que lleva a todos los niveles de su discurso. Incluso a la hora de hablar de tendencias tan de moda en estos momentos como blockchain. "Lo primero es ver para qué podemos usar blockchain en la empresa, definir bien los flujos y conocer los problemas concretos que vas a solucionar con esta tecnología", dice el directivo, casi a modo de manual básico para ser un CIO de talla mundial.
"Nosotros, por ejemplo, vimos una potencial área de mejora en Cisco TV, el canal de televisión interno de la compañía. Cuando Chuck Robbins -presidente de Cisco- habla cada mes a través de él, se producen picos de hasta 28.000 empleados conectados al mismo tiempo. Y suelen producirse problemas de todo tipo: algunos no lo pueden ver en un determinado navegador y a otros no les funciona la conexión. Tenemos muchas quejas al respecto, pero era complicado dar seguimiento a todas ellas. Ahora, gracias a la monitorización y el registro en blockchain, podemos capturar todas las incidencias y prestar un mejor soporte a todos los empleados. Es un caso muy concreto, que sirve de fundamento para otros despliegues que vayamos haciendo".
Ir poco a poco, sin prisa pero sin pausa, con la misma calma de su discurso que permite analizar la estrategia antes de lanzarse a lo loco hacia la última tecnología, como el militar que estudia el terreno antes de hacer una incursión. Esa parece ser la filosofía vital de Guillermo Díaz, que la mantiene incluso cuando le pido que saque la bola de cristal para anticipar los futuros cambios que Cisco vivirá desde el punto de vista TIC. "Lo siguiente podría ser la automatización, siempre ligada a esa simplificación de los procesos de negocio que comentábamos y a algunos principios que hemos ido aprendiendo a lo largo del tiempo, como la seguridad. Por otro lado, seguimos trabajando en la modernización de nuestras aplicaciones, pensando y analizando cada una de ellas cuando es el momento de actualizarlas para ver si se adaptan al horizonte que tenemos, con esfuerzos mínimos de nuestros desarrolladores, o necesitamos rediseñar su arquitectura y apostar por nuevos modelos".
En casa de herrero... cuchillo de hierro
Guillermo Díaz se ha propuesto hacer malo el dicho popular de "en casa de herrero, cuchillo de palo". Así pues, la propia compañía sirve de laboratorio de pruebas para las innovaciones gestadas por Cisco, antes de presentarlas a los clientes. "He ido a más presentaciones comerciales que muchos de los vendedores", confiesa el directivo. "Trabajamos codo con codo con los equipos de I+D para perfilar los nuevos productos y ver las necesidades y barreras que se presentan en un entorno real".