Aunque en los municipios ya hay estaciones estáticas que monitorizan el nivel de contaminación del aire, "los datos rara vez se miden y llegan con retraso". Por ello, los ingenieros del equipo de Airalab Rus han apostado por instalar un sensor automático proporcionado por la española Libelium en diferentes parques infantiles de la zona residencial de la ciudad rusa de Togliattia través del proyecto Smart yard. Safe environment, explican fuentes de la empresa zaragozana.
Se trata de un sistema de sensores que monitorizan la calidad del aire en los parques. Una información que se almacena en una red descentralizada a través de tecnología blockchain, lo que permite a la administración y a los ciudadanos "obtener datos fiables y utilizarlos junto con la información de los puestos fijos" ya existentes.
Las mediciones se realizan cada 10 minutos, día y noche. A partir de los resultados se pueden tomar decisiones, como por ejemplo establecer el uso más activo de transporte en torno a estas zonas para aconsejar no hacer ejercicio al aire libre en esta franja horaria en esa zona. Durante el día, la batería de los cinco sensores es suficiente para enviar resultados de mediciones a través de 4G una vez al minuto o más, señalan. Así, durante la noche, "la batería se recarga desde las linternas, donde está instalado el sensor".
El objetivo de Airalab es establecer las bases para la implantación de una red de vigilancia de la calidad del aire en zonas de especial vulnerabilidad: escuelas, parques infantiles, residencias de ancianos, hospitales... "Estos sensores proporcionarán información para que los gobiernos locales tomen medidas que protejan a sus ciudadanos".