Un único sistema de control para las tres fases de vuelo de los futuros taxis aéreos. Investigadores de la Universidad Técnica de Múnich (TUM) han desarrollado este sistema y sus algoritmos pensado no solo para el despegue y el aterrizaje de estas aeronaves, sino también para controlar la fase de transición, es decir el trayecto, o lo que se conoce como “vuelo de crucero”.
El controlador evalúa los datos suministrados por los sensores, como la posición y la velocidad de la aeronave, y a partir de los datos, un algoritmo calcula las acciones necesarias para lograr el comportamiento de vuelo deseado, explican desde el equipo de investigación.
Los efectos físicos también juegan un papel en el cálculo, pero difieren en cada fase de vuelo, por lo que el sistema “debe saber reaccionar ante estos cambios”, apuntan desde la TUM. “Podemos enseñar al sistema de vuelo cómo comportarse en las distintas fases”, explica Franz Sax responsable del proyecto Flight Systems Dynamics en la TUM. El equipo de investigación está probando esta tecnología de control con el prototipo V600 de AutoFlightX.
Matthias Bittner, director de operaciones de esta compañía, señala que el objetivo es construir un taxi aéreo que sea fácil de despegar y aterrizar verticalmente, pero también que sea “seguro” en el aire “en condiciones difíciles”.
En definitiva, el reto es aunar lo mejor de las dos partes: los helicópteros y los multicopteros pueden despegar y aterrizar verticalmente, pero no son muy eficientes en un vuelo de crucero, sin embargo, los aviones de crucero clásicos son eficientes en distancias más largas, pero requieren una larga pista de despegue y aterrizaje.
El V600 de AutoFlightX
Este prototipo tiene una envergadura de 8,50 metros y una longitud de 7,60 metros. Para permitir el despegue y aterrizaje vertical, cuenta con varias hélices que apuntan hacia abajo, como un multicoptero. El prototipo volará con un piloto desde el principio. “Los expertos suponen que la tecnología estará lista para el mercado en 2025”, destaca Bittner.