Los orígenes de la computación en la nube se remontan a los trabajos de John McCarthy y Joseph Carl Robnett Licklider en los años 60. El término de computación en la nube se popularizó en 2006 con el producto Elastic Compute Cloud de Amazon. La computación en la nube es la disponibilidad bajo demanda de servicios de computación sin una administración activa directa por parte del usuario.
Existen tres tipos, la nube privada, pública e híbrida. Incluye categorías como software como servicio (SaaS), plataforma como servicios (PaaS), infraestructura como servicio (IaaS). Los proveedores principales son Google Cloud Platform (GCP), Amazon Web Services (AWS) y Microsoft Azure.
El negocio de la computación en la nube superará los 200.000 millones de dólares en 2019, un crecimiento del 20% respecto al año anterior. Según Forbes para el año 2020 el 83% de la carga de trabajo en las empresas será por medio de la computación en la nube.
La consultora Forrester estima que el 60% de las empresas norteamericanas dependen en la actualidad de plataformas de nube pública.
La consultora Gartner predice que más del 20% de las organizaciones a nivel mundial habrán implementado tecnologías de computación sin servidor para el año 2020. Finalmente, la consultora estima que para el año 2025, el 80% de las organizaciones del mundo habrán migrado de los centros de datos locales a la computación en la nube.