Barcelona tendrá uno de los tres nuevos supercomputadores europeos
La potencia del nuevo superordenador será de 200.000 petaflops por segundo (200.000 billones de operaciones), 17 veces superior a la del actual superordenador MareNostrum 4
7 junio, 2019 17:00Barcelona tendrá uno de los primeros superordenadores incluidos en la nueva hoja de ruta europea de la supercomputación. La Comisión Europea ha anunciado esta misma mañana que el Barcelona Supercomputing Center (BSC) será la sede de uno de los tres centros de computación de alto rendimiento de Europa, junto con el centro Cineca, en Italia, y el CSC, en Finlandia. Esta es una muy buena noticia para la ciencia, los investigadores y la economía española y europea.
La Iniciativa Europea de Computación de Altas Prestaciones (EuroHPC, en sus siglas en inglés), que cuenta con un presupuesto de 840 millones de euros, ha seleccionado ocho países para instalar centros de supercomputación, los tres señalados anteriormente y cinco más que acogerán instalaciones menores: Bulgaria, Chequia, Luxemburgo, Portugal y Eslovenia. Los ocho centros darán apoyo al desarrollo de grandes aplicaciones en ámbitos como la medicina personalizada, el diseño de materiales, la bioingeniería, la predicción meteorológica o el cambio climático. El EuroHPC y los tres centros de excelencia seleccionados tienen previsto adquirir supercomputadores que, con una capacidad para realizar 200.000 millones de cálculos por segundo, estarán entre los diez más potentes del mundo. La financiación destinada al centro de Barcelona, una inversión europea que permitirá duplicar los recursos actuales de supercomputación, supone la mayor inversión en investigación de la UE en España.
Está previsto que los supercomputadores estén operativos durante la segunda mitad del 2020 para los usuarios europeos, principalmente el sector académico, industrial y público, proporcionando entre 4 y 5 veces más de potencia que los actuales sistemas de supercomputación. El futuro superordenador MareNostrum 5 supondrá un salto de escala respecto de las infraestructuras actuales del BSC. La potencia del nuevo superordenador será de 200.000 petaflops por segundo (200.000 billones de operaciones), 17 veces superior a la del actual superordenador MareNostrum 4 -actualmente la joya de la corona del BSC, que tiene un rendimiento de 13,7 petaflops- y 10.000 veces mayor que la del superordenador que inició la saga en 2004, el MareNoustrum 1. “El anuncio también es para nosotros un reconocimiento a nuestra experiencia de más de 15 años investigando y dando servicio de alto nivel, así como a nuestras propuestas y ambiciones de futuro en el terreno de la supercomputación. Esta decisión garantiza a Barcelona un puesto de liderazgo en el futuro mapa de la supercomputación en Europa”, afirmó al conocerse la adjudicación Mateo Valero, director del BSC, que aseguró que “siempre hemos pensado que Europa debía trabajar unida en un área tecnológica en la que competimos con países tan potentes como Estados Unidos, la China y Japón”.
Autonomía estratégica y innovación
Desde la CE se considera crucial la computación de alto rendimiento pera generar crecimiento económico y ocupación, pero también para la autonomía estratégica y para la innovación. A través de la supercomputación, por ejemplo, se da servicio a todas las áreas de la ciencia y el conocimiento que piden procesar grandes cantidades de datos. Se pueden predecir patrones climáticos regionales o el tamaño y los recorridos de los temporales o de las inundaciones, de manera que sea posible activar con anterioridad los sistemas de emergencia pertinentes. También se utilizan para diseñar nuevos medicamentos, para resolver ecuaciones físicas complejas que modelen los procesos moleculares o para observar la interacción de nuevos medicamentos con los tejidos humanos. La aviación y la automoción también utilizan la supercomputación en los test de seguridad que realizan.
La candidatura del Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Computación ha recibido el apoyo del gobierno español, la Generalitat de Catalunya, Portugal, Croacia, Turquía e Irlanda. Todos ellos se han comprometido a formar parte del consorcio que gestionará la infraestructura, excepto Irlanda, país que no descarta formar parte de próximas candidaturas a albergar supercomputadores europeos. “Buena parte de nuestro triunfo de hoy se lo debemos al hecho de haber tenido el apoyo del Gobierno de España, de la Generalitat de Catalunya, del Ayuntamiento de Barcelona y de la UPC de manera continuada”, destacó Josep Maria Martorell, director asociado del BSC.
Los supercomputadores son un paso al frente en la hoja de ruta por la computación de alto rendimiento. Esta nueva inversión tiene como objetivo competir en esta área con Estados Unidos, China y Japón que son, junto con Europa, los grandes actores internacionales en supercomputación. El plan europeo prevé empezar de manera inmediata la construcción de al menos dos supercomputadores, que estarán operativos a finales de 2020, y más adelante, en 2023, ya tendrían que entrar en funcionamiento al menos dos supercomputadores más, pero estos ya medirán su potencia en exaflops, es decir que serán capaces de llegar al trillón de operaciones por segundo.