Optimismo en la filial española de Oracle, en un momento clave para esta compañía en pleno proceso de transición de un modelo basado en las licencias de software y la venta de hardware hacia las sucripciones por servicios cloud. La firma, que a nivel mundial crece a un ritmo del 4% anual, se materializa también en nuestro país con una base instalada de 5.000 clientes, de los que 60 son ya usuarios del producto estrella de la empresa: su base de datos autónoma.
Para Leopoldo Boado, country manager de Oracle en la península, esta aceleración se debe al buen comportamiento de su propuesta cloud, aunque no está teniendo una adopción tan rápida como le gustaría. "Esperábamos una adopción más rápida al cloud, especialmente en España, pero el ritmo de los clientes está siendo más lento. Por eso incluso seguimos incrementando las ventas de licencias tradicionales", ha detallado en el día de hoy.
Según los datos depositados en el Registro Mercantil, datados en 2017 y obtenidos por INNOVADORES gracias a Infoempresa, Oracle Ibérica facturó ese curso 202,6 millones de euros, un 3,9% más respecto a los 195 millones de euros anotados en 2016. Si tenemos en cuenta una horquilla conservadora dentro de las previsiones de Boado, pongamos alrededor del 3,6%, ya se superaría la barrera psicológica de los 210 millones de euros en ingresos para el año fiscal 2018.
Aunque Oracle no desglosa sus cifras nacionales por áreas de negocio, sus cuentas reflejan que la inmensa mayoría de sus ingresos (179,8 millones de euros) responde a comisiones por la compra, licenciamiento o suscripción a servicios prestados por la corporación de Larry Ellison, mientras que solo 22,7 millones de euros corresponden a servicios de consultoría. Leopoldo Boado sí que ha arrojado algo de luz sobre estas cifras al señalar alguntos puntos destacados, como el crecimiento del 30% en la unidad de aplicaciones SaaS, el 6% de incremento en el cajón de sastre que aglutina las licencias, el soporte y las propuestas de nube o el hecho insólito de que la Administración Pública suponga ya el 22% de su base de clientes en nuestro país.
Más dudas hay acerca del rendimiento de la filial española en cuanto a sus beneficios se refiere. Y es que, si bien la facturación crece de manera constante año a año, los beneficios cayeron de manera sustancial entre 2016 y 2017, pasando de 8,7 millones de euros a 5,7 millones (datos antes de impuestos), promovido tanto por un aumento de los costes laborales entre ambos ejercicios y la transición del modelo de licencias clásicas a suscripciones cloud. De todos modos, como aclaran fuentes de Oracle, estas cuentas no reflejan la totalidad de los números de la compañía ya que existen operaciones internacionales atribuibles a la división española pero justificados fiscalmente en distintas geografías.
La alianza con Microsoft
Uno de los grandes hitos de este año para Oracle ha sido su alianza con Microsoft para faciitar la interoperabilidad entre sus distintas propuestas cloud y el software desplegado sobre ellas. Leopoldo Boado manifiesta que es una de las grandes apuestas para consolidar la posición de la firma en este segmento de negocio, aunque por el momento no ha tenido materialización en ningún cliente español.
En lo que Boado no ha querido introducirse es en el debate posicional acerca de la Open Data Iniciative. Este proyecto -comandado por Microsoft, Adobe y SAP- busca favorecer la comunicación y el desarrollo conjunto de proyectos de Big Data sobre un data lake común y perfectamente explotable. Una iniciativa que fue vista como un golpe de timón contra la hegemonía de los datos de que disfrutan empresas como Salesforce o la propia Oracle que, sin embargo, ahora es socia de los de Redmond. Y eso plantea preguntas claras sobre una posible incorporación al frente de trabajo de este trío de ases.