Primero fue Twitter anunciando el bloqueo de 936 cuentas originarias de la República Popular de China, con el argumento de que formaban parte de "una operación coordinada respaldada por el Estado" dirigida a "sembrar la discordia política en Hong Kong". Después, Facebook siguió sus pasos cerrando cinco cuentas, siete páginas y tres grupos con miles de seguidores que cumplían el mismo fin.
De este modo, las redes sociales toman partido en las protestas que se están sucediendo en esta ciudad desde hace tres meses contra el proyecto de ley de extradición, que permitía la entrega a China de personas acusadas de cualquier tipo de delito. Estas manifestaciones han generado la mayor crisis política y social en el territorio, con protestas y disturbios.
A pesar de que este jueves la presidenta del Gobierno autónomo de Hong Kong, Carrie Lam, anunciara el abandono definitivo de esta normativa, los manifestantes persisten en sus protestas porque temen que Lam retome este proyecto más adelante. De hecho, ya hay nuevas convocatorias de concetraciones para este fin de semana en las que se exigen reivindicaciones prodemocráticas.
Las justificaciones de estos bloqueos se sostienen en que son perfiles que han "violado los principios fundamentales sobre los que se construye nuestra empresa" y que se recogen en las
En este mismo sentido, se pronuncian desde Facebook para alegar los motivos de los cierres de diferentes perfiles. Detras de estas estrategias se esconden "una serie de tácticas engañosas, incluido el uso de cuentas falsas, algunas de las cuales ya habían sido desactivadas por nuestros sistemas automatizados, para administrar páginas que se hacen pasar por organizaciones de noticias, publicar en grupos, difundir su contenido", entre otras prácticas.
Así, las cinco cuentas, siete páginas y tres grupos cerrados consiguieron que "a
intentaron ocultar sus identidades, nuestra investigación encontró vínculos con personas asociadas con el Gobierno chino".
"Continuaremos vigilantes", advierten desde Twitter para alentar a sus seguidores.