Investigadores del Imperial College de Londres han desarrollado un prototipo de ‘pez volador’ robótico, con el objetivo de ayudar a recoger muestras de agua tras inundaciones o en lugares donde se han producido derrames peligrosos. Es autónomo y no necesita de electricidad para impulsarse. Le basta aprovechar el agua del entorno y una pequeña cantidad un producto químico que cuando se combina con el agua produce una reacción de combustión.
La reacción que se produce en su interior puede llegar a impulsar a este particular robot hasta 26 metros en el aire. En realidad no vuela, sólo se desliza en el aire como los fly board que vemos en la playa, según los detalles de la investigación que se han publicado en la revista Science Robotics.
El robot tiene una bomba que aspira el agua. En la cámara de combustión, el polvo de carburo de calcio (CaC2) se convierte entonces en gas acetileno que, al expandirse empuja con fuerza el agua hacia afuera en forma de chorro. La “explosión” en su interior genera una fuerza 25 veces mayor que el peso del robot, lo que le da una mayor posibilidad de superar las olas. De esta forma consigue impulsarse.
Mirko Kovac, el director de la investigación, asegura que este nuevo robot puede ser un aliado importante para tomar muestras de agua en lugares peligrosos o de difícil acceso, por ejemplo, después de una inundaciones o ante el caso de derrames de petróleo en los océanos.
De momento los investigadores ya han podido probar este pez robot volador en un laboratorio, también en un lago y en un tanque con olas artificiales. Ahora quieren comenzar sus pruebas en un entorno más realista para saber si puede recoger de manera eficiente muestras de agua en el fondo del océano, cerca de plataformas de energía en altamar y en arrecifes de coral.
El robot, que pesa solo 160 gramos, puede "saltar" varias veces después de rellenar su tanque de agua. Esto podría permitirle flotar en el agua y tomar muestras en múltiples puntos sin necesidad de recarga.
Tras las primeras pruebas en espacios controlados, el equipo ahora está trabajando con socios en Suiza para comenzar sus pruebas en plataformas de energía en alta mar y alrededor de arrecifes de coral.