Saber cómo dormimos para mejorar la calidad de nuestro sueño, estar al tanto de lo que hacen nuestros mayores para cerciorarnos de que se encuentran bien, o conocer cuáles son los hábitos de los empleados de una oficina para gestionar mejor los recursos son solo parte de las aplicaciones del internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés).
En Geeskme trabajan para otorgar a cualquier objeto esa capacidad de interconexión. El empeño de los fundadores de esta startup era crear una solución completa. Hace dos años empezaron a trabajar en un proyecto que se ha materializado bajo el nombre de Universall, una plataforma de hardware y software IoT pensada para supervisar y monitorizar cualquier objeto. Una denominación que da una idea de cuáles son sus pretensiones.
“La diferencia de Geeksme con otras startups tecnológicas del ámbito IoT es que diseñamos y fabricamos los dispositivos, además de desarrollar todo el ecosistema software que está a su alrededor”, explica a INNOVADORES Ángel Sánchez, cofundador y director general de la compañía.
El potencial de su propuesta ha convencido a Securitas Seguridad España, con la que acaba de anunciar un acuerdo de colaboración para integrar su tecnología IoT en sus soluciones de seguridad. Su aplicación permitirá la gestión de espacios en empresas e instituciones mediante la sensorización de objetos y la obtención de datos. Con la información recopilada, y tras su análisis, la plataforma de Geeksme es capaz de generar estadísticas e informes para que esta compañía de seguridad privada utilice de forma más adecuada los recursos y mejore su servicio.
Objetos sensorizados
El acuerdo recién anunciado con Securitas Seguridad España no será el último del que oigamos en los próximos meses. Tampoco ha sido el primero. En 2017 empezaron a comercializar junto a Pikolín un colchón que recopila datos sobre el tiempo de sueño y su calidad. Los usuarios reciben recomendaciones para mejorar ese descanso, mientras que el fabricante obtiene información relevante para su negocio, como en qué tipo de colchón se duerme mejor según variables como edad, género o región. Como resultado, se han vendido más de 100.000 colchones sensorizados en España, Francia y Portugal.
Geeksme también ha llegado a acuerdos Vodafone, para integrar la tecnología NB-IoT (Narrowband-IoT) en sus dispositivos y facilitar una comunicación más fluida entre ellos; y con el fabricante de chipsets Nordic Semiconductor. Entre las empresas que ya están empezando a usar su plataforma IoT también está Ilunion.
Un equipo de 20 personas, entre los que se cuentan ingenieros, diseñadores, mecánicos, desarrolladores y expertos en marketing, entre otros, se encargan de idear los prototipos en las oficinas que la compañía tiene en Madrid. Con una impresora 3D les dan forma para poder testearlos antes de pasar a la producción en masa, algo que a día de hoy hacen en China.
La particularidad de Universall es que se trata de una solución IoT modular, por lo que se puede aplicar a cualquier sector. La plataforma se compone de dos tipos de dispositivos: los Quarks, que son pequeños elementos con sensores de movimiento, temperatura y una batería de alta capacidad que se colocan con un adhesivo en los objetos que se quieren monitorizar; y Omega, el hub de comunicación que recibe vía bluetooth los datos que recopilan los Quarks y los envía, utilizando el protocolo NB-IoT, a los servidores de Geeksme para interpretarlos.
La aplicación de estos dispositivos depende del módulo de software que se utilice para su gestión. Los que ahora mismo están a punto de comercializar y los acuerdos a los que Geeksme ha llegado con algunas compañías están bajo el paraguas de dos soluciones: Univesall Care y Univesall Space.
La primera está pensada para monitorizar a las personas mayores que viven solas, pero que no son dependientes, y sus familiares quieren saber si lo que ocurre en su hogar entra dentro de la normalidad. Mientras que Universal Space está enfocada a las empresas, para “entender lo que ocurre en sus espacios”.
Llegados a este punto, es inevitable pensar en la gestión que se hace de esos datos. Ángel Sánchez deja claro desde el principio que es una de sus prioridades. “Mi socio y yo venimos de una empresa de seguridad y privacidad llamada Blackphone, que fabricaba teléfonos seguros y privados, por lo que tenemos siempre muy presente ambos conceptos. Nosotros custodiamos toda esa información protegida, y es el usuario o la empresa el que tiene el derecho a usarla, consumirla y que sean solo ellos los que lo vean”.
Si las previsiones se cumplen, Geeksme, cuya facturación en 2019 rondará los 2,5 millones de euros, será una de las empresas que formará parte de un mundo al que ya han llegado los objetos conectados.