Con un año de retraso, el próximo 23 de julio darán inicio los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. Una cita internacional que entonces, y ahora, prometía ser uno de los eventos deportivos con más innovaciones hasta la fecha. Y campo de pruebas para su aplicación en otros ámbitos, como el de la movilidad y la salud.
El papel de Intel, socio tecnológico del Comité Olímpico Internacional (COI), anunciado en septiembre de 2019, ha sido el de integrar tecnologías capaces de ofrecer experiencias innovadoras a atletas, asistentes y personal. Lo que incluye desde plataformas 5G hasta soluciones de inteligencia artificial (IA), pasando por medios inmersivos. Algo que ya hicieron en los Juegos de Invierno de PyeongChang 2018, en Corea del Sur, pero ahora con una envergadura mayor.
"La escala es tres veces más grande [respecto al despliegue realizado en PyeongChang], no sólo porque el número de disciplinas en competición es superior, también porque tanto la ciudad de Tokio como el COI van a emplear la tecnología de una manera que no se ha visto nunca antes en unas olimpiadas», afirma Rick Echevarría, director general del Programa Olímpico de Intel y vicepresidente de la compañía, en una entrevista que mantuvo con este medio poco antes de la cancelación de la cita mundial el año pasado.
La relación de esta firma con Japón se remonta a 1973, de ahí que Echevarría quiera destacar durante la conversación el vínculo emocional que les une: "Las personas que han trabajado para Intel en este país han sido una parte relevante de nuestro pasado, de nuestro presente y de nuestro futuro. Así que estos Juegos no solamente son importantes para nosotros en cuanto al aspecto tecnológico y de negocio, también existe una conexión especial".
El director general del Programa Olímpico de Intel explica que mucha de la tecnología que van a implementar en Tokio no se va a usar únicamente durante la celebración de los Juegos, también constituye parte del "legado que dejamos en el país y en la ciudad". Y no únicamente.
3D Athlete Tracking es una solución basada en inteligencia artificial, que la tecnológica ha desarrollado para recoger información en tiempo real del rendimiento de los deportistas. Durante la celebración de los JJ. OO., esos datos serán utilizados por los comentaristas de las competiciones para ofrecer un análisis más preciso de los resultados casi al instante.
"Con ello no solamente estamos contribuyendo a ofrecer una experiencia nueva a los aficionados, que contarán con más información sobre el desempeño de los deportistas que participan en la competiciones; el desarrollo de esta tecnología irá más allá de los Juegos y la usaremos más adelante para otros campos, como el análisis de tráfico o en el sector de la salud", asevera Echevarría.
En una línea similar han trabajado en el sistema de reconocimiento facial NeoFace, que se utilizará para la identificación de más de 300.000 personas, incluidos atletas, voluntarios, medios de comunicación y resto del personal. "Tokyo 2020 va a ser la primera Olimpiada donde se usará esta tecnología, tanto orientada a cuestiones de identidad para preservar la seguridad, como para facilitar la movilidad de las personas. Saber donde está cada uno ayuda a gestionar mejor los recursos". Una iniciativa que ya están empezando a poner en funcionamiento en algunos aeropuertos, confirma Echevarría.
La mejora en la gestión del gasto energético también está en la mente de los responsables del COI. En Tokyo 2020 se realizarán las primeras mediciones para analizar cuál es su impacto para, posteriormente, aplicar las conclusiones en los juegos de Beijing 2022 y París 2024. "En Japón vamos a implementar varios proyectos dirigidos a tomar datos sobre el uso del transporte y los estacionamientos, entre otros. Tras su análisis se podrán mejorar las convocatorias futuras [en términos de sostenibilidad y movilidad]".
En la parte orientada al espectáculo, algunos de los asistentes podrán vivir una experiencia diferente gracias al uso de la tecnología de realidad virtual True VR y, como hecho llamativo, han usado técnicas de IA para generar el ritmo #2020beat que sonará al comienzo de las competiciones. Es difícil olvidar el espectáculo de más de 1.200 drones volando en la ceremonia de apertura los Juegos de Invierno de PyeongChang 2018. Sobre lo que tienen preparado para Tokio, Echevarría prefiere apelar al factor sorpresa.
"Nuestro trabajo con el COI no se limita a realizar demostraciones sobre la capacidad de nuestra tecnología para ofrecer soluciones, su integración es real. Su uso no se limita a estos Juegos Olímpicos, también a su implantación en eventos sucesivos, en las ciudades y otros ámbitos", concluye Echevarría.