Pocos avances están generando tantas expectativas como el 5G. Sus características exponenciales han despertado el interés de todas las industrias, sin embargo, aún son pocos los casos de uso reales. Excepto para Altran. La ingeniería lleva tiempo experimentando en España con la última generación de redes en aplicaciones para la industria, la sanidad o el transporte.
“El 5G presenta una doble oportunidad”, señala el director de la División de Telecomunicaciones y Servicios en Altran España, Luis Manuel Díaz de Terán, a INNOVADORES. “Por un lado, para el negocio, por toda la transformación de la red de telecomunicaciones y, por otro, porque democratiza el acceso a una serie de tecnologías y permite proyectos de transformación industrial más asumibles”.
Díaz de Terán recuerda las ventajas de la quinta generación de redes móviles, como el mayor ancho de banda, la baja latencia y las conexiones masivas de máquinas. “Lo que provocan estas características es que el hardware desaparezca”, afirma.
Y es que este nuevo nivel de conectividad permite la virtualización en el extremo de la red (edge). “Una vez implantado, por ejemplo, permitirá tener un móvil de alta gama a un coste de uno de gama media porque mucha computación se producirá en el borde la red”.
Servirá también para mejorar las prestaciones de las gafas de realidad virtual que, actualmente, son muy pesadas porque tienen que alojar mucha electrónica. “Crecerá su rendimiento al mismo tiempo que se reduce su coste y aumenta su autonomía”, apunta.
Se trata de un cambio de modelo total. La idea de que la electrónica no será necesaria porque estará en el borde de la red implica que la empresa que preste el servicio en el ‘edge’ será quien lo cobre. “No lo cobrará el fabricante de móviles, sino el operador”.
Y todo esto, ¿para cuándo? Según Díaz de Terán, este tipo de aplicaciones orientadas al consumidor final (B2C) aún necesitarán entre dos o tres años para desplegarse masivamente. Aunque Altran ya trabaja en “multitud” de casos de uso. La compañía participa en el proyecto piloto de tecnología 5G en Andalucía, promovido por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital a través de Red.es, cofinanciado por el Feder, y que desarrollan la UTE Vodafone-Huawei.
Esta iniciativa lleva en marcha 32 aplicaciones que Altran gestiona por completo, además de desarrollar ocho de ellas. Por ejemplo, están desarrollando un piloto para el coche conectado, llamado Remotis, que aprovecha ese concepto de “evaporación de la electrónica” con el 5G. “En un coche de alta gama hoy tiene unas 20 unidades de computación de media, nuestro prototipo solo cuenta con dos y mantiene las mismas funcionalidades de infoentretenimiento y seguridad”, explica. El resto, estaría virtualizado en el extremo de la red, algo que es “imposible sin 5G”.
También están diseñando y desarrollando el dirigible solar Ecosat que, en la estratosfera y con 5G, podría dar cobertura a la ‘España vaciada’. Para ello es capaz de corregir su posición. “La clave es que esté quieto, para que dar cobertura a una zona fija y que no pierda el enlace”.
El avance del B2B
Aunque las aplicaciones para el consumidor están creciendo, el directivo de Altran España no tiene dudas: el 5G está llegando antes a la industria y los negocios (B2B). Con Airbus, por ejemplo, la firma trabaja en mantenimiento predictivo. El 5G permite una virtualización más eficiente de toda la interconexión que se produce en la fábrica, ya que permite obtener más datos, con mayor velocidad y una toma de decisiones más rápida.
En refinerías, Altran colabora con Cepsa aplicando realidad aumentada a sus plantas. En concreto, están probando esta tecnología en sus instalaciones de Huelva. Gracias al 5G, el personal más experto puede asesor a otros sin necesidad de desplazarse físicamente.
También operan en sanidad y proyectos sociales. En este caso, junto a Cruz Roja están aumentando la autonomía de los drones para localizar a personas que se pierden en la montaña. “Con 5G puedes tener una cámara con mucha resolución gracias al ancho de banda”. Otro proyecto está centrado en personas mayores. En este caso, están creando un “avatar afectivo”.