"Errar es humano, perdonar es divino, rectificar es de sabios". Eso decía el poeta y traductor británico Alexander Pope y algo así puede aplicarse a la historia que nos concierne. Colin Angle es el conocido fundador y CEO de iRobot, la casa detrás de los populares Roomba que desde hace años invaden nuestras casas para hacernos olvidar la escoba, el aspirador e incluso la fregona. Pero como ya nos contó en una entrevista el pasado año, su propósito siempre ha sido y es llevar la inteligencia y la robótica allá donde sea útil: ya sea en la exploración de pirámides como en los inicios de la firma o en la limpieza de hogares como lleva haciendo los últimos 18 años.
Para Angle, el principio que mueve la innovación en el campo de la robótica siempre ha sido la capacidad de que estos dispositivos funcionen correctamente. "Los primeros 16 años, la gente era escéptica con que el robot tan siquiera funcionara, pero eso ha cambiado en el último año: ahora la gente está impaciente para descubrir qué más cosas puede hacer el robot y ser considerado un verdadero sustituto en las labores domésticas", reconoce el emprendedor. Para ello, la inteligencia artificial es la clave, y durante mucho tiempo Colin Angle ha defendido las bondades de automatizar más y más las funciones de sus robots. Al fin y al cabo, se trata de que el humano se desentienda por completo de estos tediosos quehaceres, ¿no?
Pues bien, como decimos rectificar es de sabios. "Yo he defendido y creído con fuerza que la idea de autónomo era igual que la de inteligente, pero ahora ya no lo creo. Ahora creo que un robot doméstico debe ser el mejor escuchando lo que desea la persona, entendiendo cuándo, dónde y cómo debe limpiar", explica Angle.
En este nuevo contexto que iRobot quiere marcar, surge el Genius Home Intelligence: una nueva capa de inteligencia artificial que busca dar mayor control al usuario sobre las funcionalidades del robot. Todo lo contrario a la automatización y más cercano a la personalización consciente de una tarea de la que nos desligamos. El sistema en cuestión, que estará integrado en una app disponible para todos sus dispositivos con WiFi (aunque su verdadero partido no se le saca hasta la serie 7) y también mediante comandos a Google Home y Alexa, combinará los mapas recordados de la vivienda, los patrones de uso de los clientes, la información de otros dispositivos conectados e incluso la información meteorológica para ajustar al máximo la operativa del Roomba. "El objetivo es que nadie tenga que cancelar una limpieza programada porque no le sea conveniente en ese momento, que es como matar al robot, o que tenga que limpiar toda la casa cuando solo necesitamos una zona concreta", añade el CEO de la firma.
Precisamente uno de los aspectos clave de la nueva IA de iRobot son las zonas de limpieza de precisión. En base a los mapas de la vivienda que genera el dispositivo, ahora se le une la funcionalidad de reconocimiento visual de objetos como mesas o sofás, que requieren un aspirado más frecuente que otras áreas de la casa. Estas delimitaciones son procesadas y, tras consentir el cliente, quedan almacenadas para poder pedir o programar limpiezas más frecuentes sólo de esa zona. Antes, lo máximo que se podía delimitar era una habitación completa, y ni tan siquiera el sistema era muy fiable en eso.
Otro punto fundamental es la reinvención de las tareas programadas. Hasta ahora, los Roomba se pueden programar para que realicen una determinada limpieza a una hora específica en días concretos de la semana. Pero muchas de estas tareas eran canceladas por coincidir con que la persona seguía en el domicilio o porque interrumpía alguna actividad dentro del hogar. Por ello, la nueva IA se basa en tres modos diferentes de aproximarse al factor tiempo en la limpieza.
El primero de ellos es el que se basa en la automatización por eventos: mediante una conexión a otros dispositivos IoT del hogar (es compatible con IFFT y tiene una integración más profunda con 10 dispositivos más, desde cerraduras hasta luces inteligentes) puede determinar cuándo nos hemos ido de casa o en que piso estamos, para ponerse en marcha apropiadamente. El segundo mecanismo pasa por los patrones de limpieza recomendados: en lugar de que seamos nosotros los que asignemos un horario al uso, normalmente poco original, será el robot el que nos analice y determine las mejores horas para hacer su trabajo. Y, por último, ahora también podremos crear rutinas para ordenar con un solo click al robot que limpie la cocina tras haber cenado o el dormitorio al despertar.
Además, ahora los Roomba también entenderán mejor cómo queremos que limpie. "Todas las casas tienen retos a la hora de limpiar", reconoce Colin Angle. Un ejemplo típico son las zonas donde hay enchufes o cargadores, con los que fácilmente un dispositivo de esta índole puede atascarse. Con la nueva inteligencia artificial, el robot analizará esas zonas conflictivas y pedirá permiso al usuario para evitarlas en un futuro. Asimismo, mediante el conocimiento de la estación del año en que estemos y si tenemos o no mascota, el robot podrá limpiar con más ahínco en épocas de polen o cuando al perro le toque cambiar de pelo.
PRIMERA VERSIÓN
La primera versión del iRobot Genius Home Intelligence se lanza este 25 de agosto. En tres meses, Angle anticipa profundas mejoras y, en seis meses, la versión 2.0 de la herramienta. En una evolución exponencial de la tecnología, dentro de un año veríamos ya la edición 3.0, según ha confirmado el fundador de la compañía.
MERCADO EN AUGE
El parón provocado por la COVID-19 no ha frenado el crecimiento exponencial de los robots aspiradores ni de iRobot, el líder de este particular mercado. Así pues, Colin Angle prevé un resultado "plano con un pequeño ascenso" para el año 2020, después de haber incrementado su negocio un 14% en tasa anual compuesta en los últimos cursos. Por su parte, el mercado global de robots de limpieza doméstica, del que iRobot controla en torno al 67,1%, creció a un ritmo del 22% entre 2012 y 2019.