Robótica submarina para salvar la posidonia
La ecología marina y la innovación robótica unen esfuerzos para estudiar y combatir una especie de alga invasora (Halimeda incrassata) que pone en riesgo las praderas de posidonia
11 septiembre, 2020 10:00En la costa del Archipiélago Balear, bajo las aguas del Mediterraneo, se disputa una silenciosa batalla entre la posidonia y las algas invasoras que, año tras año, quieren adueñarse de los fondos que han ocupado las praderas del principal generador de oxígeno de los mares. Algas invasoras, como la Halimeda incrassata, que colonizan los fondos de arena y modifican el ecosistema expulsando incluso a colonias de peces que se entierran en esos fondos.
Una de las mejores armas para combatir esta invasión es conseguir una detección precoz y precisa que permita erradicar la plaga con éxito. El empleo de nuevas tecnologías en esta batalla por la defensa del ecosistema se convierte en indispensable para conseguir la información necesaria que permita adoptar las medidas oportunas de prevención, detección y erradicación.
Ahora el grupo de investigación de ecología marina de IMEDEA-CSIC, junto a grupo de investigación en Sistemas, Robótica y Visión (SRV) de la Universitat de les Illes Balears han puesto en marcha el proyecto de investigación INVHALI. El objetivo principal del proyecto es estudiar, detectar y erradicar esta especie invasora mediante el uso de un submarino y un catamarán teledirigidos. Ecología marina y robótica aúnan así esfuerzos para comprender, estudiar y combatir el estado de invasibilidad de Halimeda incrassata. Si los resultados son positivos, el protocolo podría reproducirse en cualquier lugar donde pudiera aparecer el alga en el Mediterráneo.
Durante el mes de julio y agosto el grupo ha desarrollado una serie de campañas de campo en diversas zonas de Mallorca para comprender cuáles han sido los factores que han facilitado la introducción de esta especie invasora y como se puede eliminar.
Este mes de septiembre empezará el estudio en el Parque Nacional del Archipiélago de Cabrera. En este caso se apoyarán en el uso de vehículos autónomos subacuáticos (AUV) o los vehículos autónomos de superficie (ASV) equipados con potentes cámaras para conseguir de forma automática y precisa datos de esta especie invasora con altas resoluciones temporales y espaciales.
El trabajo consistirá en realizar varias campañas de muestreo utilizando el SPARUS II AUV y el vehículo de superficie XIROI para obtener imágenes submarinas de cuáles han sido las áreas colonizadas por estas algas invasoras. Con estos datos podrán evaluar los cambios que produce en el ecosistema la Halimeda incrassata y la efectividad de las acciones de erradicación que se lleven a cabo.
Un alga “caribeña” que ha llegado al Mediterráneo
La Halimeda Incrassata viene de muy lejos. Procede del Caribe y por el momento el único lugar del Mediterráneo donde ha sido localizada ha sido en aguas baleares. Aunque no se sabe bien cómo ni cuándo entró por primera vez en el Mediterráneo, los investigadores apuntan dos teorías: el alga pudo llegar enganchada al ancla de algún barco, ya que muchas embarcaciones realizan la ruta entre el Caribe y el Mediterráneo, o a causa de la acuarofilia, ya que es una especie muy bonita que se emplea en los acuarios.
rnFiona Tomas, investigadora del IMEDEA y responsable del estudio asegura que los cambios en el ecosistema pueden ser irreversibles si no se adoptan soluciones a tiempo. “Estamos viendo que coloniza los fondos marinos arenosos y que algunos peces, como la pastinaca (Dasyatis pastinaca) o el pedaç (Bothus podas), que se entierran en la arena, están siendo desplazados y son menos abundantes debido a la presencia de este alga”