Si nos adentráramos en cualquier centro de datos, es muy probable que nos encontremos con algún servidor o unidad de almacenamiento marcada con un simple rectángulo verde. Es la seña de identidad de Hewlett Packard Enterprise, la compañía que surgió de la antigua HP para concentrar todo su negocio empresarial.
José María de la Torre lleva al frente de esta empresa en España desde su refundación. Un tiempo en el que HPE ha pasado de llevar a cabo profundas reestructuraciones a asentar su liderazgo en el 'hardware' profesional y reconstruir sus unidades de 'software' y servicios en la vanguardia de tecnologías como la inteligencia artificial, la ciberseguridad o el 'edge computing'.
De todo ello, hablamos en D+I con el directivo español en una extensa entrevista que sirve de continuación a una conversación latente desde hace cinco años.
La última vez que nos vimos fue en 2016, un año después de la separación de HP en dos entidades diferentes, HP Inc. y la que tú diriges, HPE. De aquella, estabais rediseñando todo el negocio y mirando hacia el futuro. Ahora, ¿cuál es tu balance de estos cinco años?
Parece mentira que hayan pasado ya cinco años y que estemos celebrando incluso los 50 años desde que HP se instalara en España. En este tiempo, creo que lo que hemos hecho ha sido consolidar nuestro mensaje y nuestra cultura de ser una compañía que no sólo tiene un portafolio de productos y servicios asociados al 'edge' y a la nube, sino que tiene una vertiente diferencial al comprometernos a llevarlos todos en una modalidad 'as-a-service' para el año 2022.
Estamos consolidando toda esa apuesta e implicarnos con más soluciones en ese sentido. Hemos sido capaces de observar, hace ya muchos años, que el mundo iba a ser híbrido, con la convivencia de múltiples nubes y múltiples extremos. Y que la clave sería cómo transformar y llevar el dato de un lugar a otro para crear nuevas oportunidades.
El mundo va a ser híbrido, con la convivencia de múltiples nubes y múltiples extremos
También creo que hemos conseguido que cale que somos una compañía con propósito, en la forma en que las personas trabajan y los resultados se alinean con esos valores. Tenemos hasta 2.000 colaboradores en este momento en España, de los que un tercio son mujeres. En el Consejo de Dirección, la mitad son mujeres. Hemos trabajado mucho en ese planteamiento durante estos años. Somos una compañía que tiene que presentar resultados en Wall Street, pero también tenemos un compromiso con las personas que trabajan en la compañía.
¿Cómo ha respondido el mercado a esta propuesta, a escala global y en España en particular?
Los analistas nos dan un 45% de cuota de mercado en servidores y un 30% en almacenamiento. En el último trimestre a escala global, hemos crecido un 11% y particularmente en lo que tiene que ver con 'edge' hemos crecido en torno a un 20%.
De España no puedo dar cifras concretas [al tratarse de una empresa estadounidense cotizada en Bolsa] pero sí puedo decir que no nos quedamos atrás en ninguna de estas cifras de crecimiento.
Vuestra promesa es que, en 2022, toda vuestra cartera de productos estará disponible 'como servicio'. ¿Qué queda todavía por ofrecer en esta modalidad? ¿Cuáles son las líneas de trabajo en este momento?
Ahora mismo tenemos un portafolio que va desde la virtualización, pasando por la convergencia hasta la supercomputación, los contenedores, el 'bare metal', la protección de datos, el aprendizaje automático, las redes... El portafolio es cada vez más completo. En lo que seguimos trabajando es en los entornos industriales, en soluciones verticalizadas y adaptadas a las necesidades integrales de grandes compañías.
Hace cinco años, HPE llevó a cabo una profunda reestructuración, desligando sus unidades de software -en favor de Micro Focus- y de servicios -a CSC- para centrarse en el 'hardware'. Y, desde entonces, habéis reconstruido ambas divisiones a base de adquisiciones. ¿Cuál es la reflexión al respecto?
Nosotros siempre hemos dicho que éramos una empresa de hardware, software y servicios. Cuando se produjeron esas decisiones fue por una determinada razón, pero hemos ido añadiendo nuevas capacidades mediante adquisiciones en la mayoría de los casos. Muchas de ellas nos han permitido adentrarnos en áreas de innovación que no teníamos entonces como los semiconductores, el 'edge computing' o la inteligencia artificial.
El tiempo ha demostrado que cada una de las escisiones fue correcta y compatible con lo que dijimos en ese momento
La cuestión es que el tiempo ha demostrado que la estrategia de quedarnos con el núcleo y reconstruir el software y servicios fue una decisión correcta. Cada una de esas escisiones fue correcta y compatible con lo que dijimos en ese momento.
Comentabas ya hace tiempo, y lo estamos viendo hoy, el reto asociado a la complejidad tecnológica que se abría con la llegada de múltiples nubes, el 'edge' o el 'fog computing'. Las capacidades de computación cada vez están más distribuidas y las empresas demandan formas de simplificar y estandarizar toda esta gestión. ¿Cómo ves el escenario en estos momentos? ¿Cómo puede esa apuesta por el modelo 'as-a-service' jugar un papel en este reto?
Nosotros hemos lanzado el concepto de 'como servicio' precisamente porque viene a simplificar todo ese entorno de millones de extremos y centenares o miles de nubes que puede haber. Con una plataforma como servicio lo que hacemos es proporcionar transparencia, de modo que aunque estés en la nube pública puedas tener el control y la gestión completa.
Solemos decir que nuestra propuesta es esa nube que va hacia ti, que se posiciona allá donde estén las cargas de trabajo, que suele ser en el extremo. Allí es donde se producen los datos y, por la gravedad de los datos, debemos acercar esa gestión unificada a cualquier punto. Por eso nuestra propuesta es una ocasión perfecta para seguir manteniendo la actividad aprovechando la elasticidad y flexibilidad, pero con la misma transparencia, control y seguridad en el entorno en que tú decidas.
La nube de HPE quiere ser la que va hacia ti, hacia donde estén las cargas de trabajo
Además, esas cargas de trabajo van cambiando con el tiempo y la plataforma detrás debe adaptarse a ello. Ya hay muchos procesos de supercomputación e inteligencia artificial que ofrecemos como servicio, por ejemplo. En fin, todas las capas de infraestructuras, las capas de carga de trabajo, los procesos desde un punto de vista horizontal de tecnología, y también en vertical entre diferentes industrias, pueden aprovecharse de esta aproximación.
Hablando de esas cientos o miles de nubes, en ese modelo híbrido que planteas, ¿qué papel puede jugar HPE ante otros rivales, como Oracle, que ofrecen tanto la infraestructura como los servicios públicos?
Lo que te puedo decir es que nosotros estamos creciendo a ritmos altos, de doble dígito, sobre este soporte de la nube híbrida. No tenemos nada que envidiar a los crecimientos que tienen otras nubes públicas. Contamos con 1.200 clientes y, aunque no puedo citar los nombres, las mayores compañías del Ibex y gran parte de la Administración han apostado por nuestra propuesta.
La nube no es un destino, sino una experiencia
Evidentemente, la nube no es un destino sino una experiencia. Y en esa línea trabajamos, buscando llevar la nube lo más cerca posible del dato y combinando las distintas 'cloud' en función de la necesidad. Hay muchas experiencias que ya estamos detectando en estas lides, como los entornos médicos donde podemos poner una cámara que al entrar en el hospital entienda quién eres y te siga hasta que llegues al médico para que la atención sea más rápida y ágil. Ahí la clave es conseguir el balance correcto entre la privacidad y el uso de la información en base a la regulación.
Has hablado mucho de 'edge computing' y nube híbrida, pero otra de las grandes puntas de lanza de HPE es Aruba, una adquisición que os ha ayudado a posicionaros en el negocio de las conectividad empresarial. En los últimos meses ha habido varios cambios en esta filial, incluyendo la marcha de su fundador -Keerti Melkote- y su CTO -Partha Narasimhan-. ¿Hay inestabilidad en esta área clave? ¿Qué podemos esperar en un futuro inmediato?
Lo primero, Aruba a nivel de resultados crece de forma espectacular, por disipar cualquier tipo de duda acerca de su rendimiento. Por otro, las soluciones de Aruba ya están integradas dentro de nuestra propuesta 'como servicio' y de pago por uso, como concepto genérico de HPE. También incorporamos la misma capacidad de gestión y facilidad de control que con el resto de soluciones de la compañía.
Con respecto al futuro de Aruba, no hay duda del gran papel de Keerti Melkote. Su decisión de retirarse de HPE es por razones personales. Hemos nombrado recientemente a Phil Mottram como responsable mundial, que es un directivo de grandísimo talento.
¿Quizás veremos una integración completa de Aruba dentro de HPE o, más hipotéticamente, una venta de esta filial?
Nuestra intención es seguir continuando como hasta ahora, integrando ambas compañías en aspectos como las fuerzas de ventas, compartiendo objetivos y valores, pero manteniendo su marca propia.
Acerca del 'hardware' propiamente dicho, parece que nos centramos mucho en áreas como la supercomputación o la computación cuántica, pero los servidores y almacenamiento al uso no reciben la misma atención. Incluso podríamos pensar erróneamente que son ya una 'commodity'...
Nada más lejos de la realidad. Mira lo que ha ocurrido con la pandemia, en que todos los sistemas han funcionado bien, demostrando la resistencia y capacidad de la tecnología. Estamos haciendo grandes avances, en particular, en incluir la ciberseguridad desde el silicio para poder detectar cualquier vulnerabilidad en este nivel, que es un gran valor diferenciador.
Estamos incluyendo la ciberseguridad desde el silicio, para detectar cualquier vulnerabilidad en este nivel
En el área de almacenamiento, por mencionar otra innovación, estamos licenciando los software de gestión, de implementación y de puesta en marcha para que en una misma cabina puedan coexistir distintos competidores pero con una misma forma de gestión, robusta y sencilla.
Cambiando de tercio, me gustaría conocer tu impresión sobre todo el debate que tenemos sobre la soberanía de datos en Europa, las aspiraciones digitales del Viejo Continente y proyectos como Gaia-X para construir una nube federada propiamente continental...
Particularmente, pienso que debe haber una regulación europea que de confianza al lugar en que los datos estén alojados, haya donde tenga sentido. Una legislación adaptada a nuestros tiempos, por supuesto.
Gaia-X viene a permitir a Europa tener sus propias plataformas distribuidas en una nube federada en la que podemos trabajar todos y aprovechar sus potencialidades. Es una oportunidad para que salgamos de una posición más rezagada y que las empresas, claramente también las españolas, encuentren valor aquí.
Tenemos la oportunidad de usar bien los fondos europeos para situarnos en una mejor posición que antes
Estamos ante una revolución industrial que no se mide por la misma vara que las anteriores. Los inhibidores de entrada del siglo pasado, como las materias primas, ya no aplican en este caso. Podemos hacer muchas cosas en esta nueva era y empezamos casi desde cero. Por eso, y en relación con los fondos europeos, tenemos una oportunidad de usar bien ese dinero y de situarnos en una posición mucho mejor que la que teníamos previamente.
Tenemos más camino hecho del que parece, pero esta ocasión es la primera en la que se nos abre esta posibilidad de situarnos al mismo nivel que otros países. Pero hay una diferencia muy grande entre el diseño y la ejecución de estos proyectos, que es el verdadero reto ahora mismo: ejecutar el plan bien y rápido.